Un ginecólogo que tiene más de ocho denuncias por abuso sigue atendiendo en su clínica: la Justicia ya lo procesó

Las denuncias datan desde el 2000. El médico sigue ejerciendo en su clínica de Burzaco y aún no le sacaron la matrícula.

Un ginecólogo que tiene más de ocho denuncias por abuso sigue atendiendo en su clínica: la Justicia ya lo procesó
El Centro Médico de la Mujer es propiedad de él y su hermano. Foto: Clarín.

Una joven acudió al Centro Médico de la Mujer en Burzaco para hacer una consulta por el dolor que tenía en sus piernas. El especialista al que consultó fue el ginecólogo Diego Javier Clementi, de 54 años. Pero lo que debería haber sido un control de rutina, se transformó en un acto de violación.

De acuerdo a su testimonio ante las autoridades judiciales, el hombre le solicitó que se desnudara frente a él, introdujo los dedos en su vagina y luego se sentó en un banco, levantando la falda de la víctima hasta la mitad de su cola para tocarle los muslos. Este incidente tuvo lugar el jueves 4 de marzo de 2021.

Clementi enfrenta denuncias de ocho mujeres que lo acusan de cometer abusos sexuales en su consultorio ubicado en Burzaco. A pesar de estar siendo procesado por violaciones y abusos sexuales, sigue ejerciendo como médico en su clínica privada, de la cual es el Director Médico.

Además, comparte la propiedad del centro médico con su hermano Gustavo, quien no es médico, pero desempeña el rol de Director Ejecutivo. Cabe destacar que la clínica fue heredada de su difunto padre Remo, quien también era ginecólogo y obstetra.

 Diego Javier Clementi tiene 54 años. Foto: Clarín.
Diego Javier Clementi tiene 54 años. Foto: Clarín.

El avance del proceso judicial ha sido lento, ya que desde el año 2000 Clementi ha enfrentado múltiples denuncias por delitos sexuales cometidos en perjuicio de sus pacientes. Sin embargo, recién en 2022 se le imputó el cargo de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, según lo establecido en los párrafos 1°, 2° y 3° del artículo 119 del Código Penal. Durante su convocatoria a la indagatoria, el acusado se negó a prestar declaración.

Entre el miedo y el desconocimiento

Claudia Perugino una abogada que representaba a una de las denunciantes y ahora patrocinará a todas contó en diálogo con Clarín: “Él abusaba de ellas cuando se hacían un aborto o un control ginecológico. Estaban en situación de vulnerabilidad por la práctica ilegal del aborto con todo el miedo y la angustia que esto genera”.

Además, añadió: “La interrupción voluntaria del embarazo se hacía en la clínica por parte de “su padre y del denunciado mucho antes de que se sancionara la ley. Muchas veces las chicas iban solas, por eso algunas no se animaron a declarar antes pero ahora que avanza la causa se acercan”.

Otras 20 mujeres más se contactaron con la abogada para contarle que también habrían sido abusadas por el médico. Diez de ellas tendrán una reunión con la letrada y su socio Carlos Zimerman para denunciarlo.

De acuerdo con los testimonios recopilados, el médico seguía un patrón de comportamiento constante. Una vez que las pacientes ingresaban al consultorio de su clínica privada, Clementi abusaba de ellas. Según las declaraciones, las denunciantes relataron que el acusado introducía sus dedos en la vagina de las víctimas, les daba besos cercanos a la boca, tocaba su clítoris, la parte posterior cerca de los glúteos e incluso los muslos. Además, se mencionó que les quitaba la ropa o les solicitaba que se desvistieran frente a él.

“Si consultaban por una picazón vaginal, les masajeaba el clítoris con crema con la excusa de curar la molesta. Cuando las víctimas salían del consultorio se daban cuenta que no era una consulta normal esa metodología aunque para muchas era la primera consulta ginecológica. Entonces no sabían el límite de la atención”, detalló Perugino.

Según cuenta la abogada las mujeres “tenían entre 20 y 25 años” y que “no les brindaba a las víctimas camisolín ni él usaba guantes”.

El fiscal Sebastián Bisquert, perteneciente a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 9 especializada en Violencia Familiar y de Género de Lomas de Zamora, se encuentra a cargo de la investigación. Asimismo, el Juzgado de Garantías Nº 4 está involucrado en el caso.

Diego Javier Clementi sigue atendiendo en su clínica, pero en el Hospital Evita de Lanús lo desvincularon de sus tareas hasta que la Justicia determine su responsabilidad en los casos.

El Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires no le suspendió la matrícula y lo más insólito es que la institución le brinda la asistencia del abogado Sergio Lo Grasso. La defensora de las denunciantes solicitará la detención del procesado luego de que resuelvan las pruebas pendientes.

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