Gabriel Pérez, un joven de 29 años, que estaba internado en en la Colonia Psiquiátrica Dr. A. I. Freyre, de la localidad de Oliveros, a unos 50 kilómetros de Rosario, fue asesinado mientras estaba atado de pies y manos. El paciente, que padecía esquizofrenia y epilepsia, fue prendido fuego en un atentado del que supuestamente no hay testigos.
Pérez era consciente de su cuadro y había decidido internarse de manera voluntaria en una clínica. Lo hizo a mediados de febrero de este año, sin saber que la decisión desembocaría en un final catastrófico. El episodio no termina de quedar claro: fue atado de pies y manos, abandonado y prendido fuego. Murió unos días después.
Ahora, su familia reclama justicia y, sobre todo, entender qué pasó en sus últimas horas.
De acuerdo al relato de Tamara, su hermana, Gabriel usualmente “estaba lúcido” y tenía episodios de esquizofrenia cuando discutía con otra persona.
“Entraba en crisis. Tenía colocado como si fuera un chip y todos los meses le daban medicación para mantenerlo controlado”, contó la mujer a Radio Rosario2.
Según la reconstrucción que pudieron realizar sus familiares, el pasado miércoles 9 de marzo, Gabriel tuvo un ataque y una pelea con otro paciente de la colonia.
“Estaba en la parte de tránsito. Ese mismo día le avisaron a mi mamá que había sufrido un episodio de esquizofrenia y que lo habían tenido que atar de pies y manos”, agregó Tamara.
La versión del hospital
“Para poder controlarlo, lo llevaron a una habitación y lo ataron de pies y manos. Lo estaba cuidando una enfermera que se retiró por un momento y al regresar, no sabemos cuánto tiempo pasó, lo ve a mi hermano prendido fuego. Intentó apagarlo con las manos, pero no pudo, después le tiraron con una jarra de agua y fueron a buscar un matafuegos. No sabemos si en la habitación o a las tres cuadras, y a todo esto mi hermano en llamas. Esa es la versión que le contaron a mi mamá”, relató Tamara.
Tras el ataque, Gabriel fue trasladado primero al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, y luego, derivado al Heca de Rosario, debido a la gravedad de las heridas que tenía por las llamas.
Luego se comunicaron con su madre y le dijeron que había tenido un “accidente”, que había “sufrido quemaduras” y que por ello lo trasladaban a un nosocomio general.
“Tenía quemaduras de tercer grado en el torso y en la ingle”, contó Tamara en base a lo que pudo constatar su madre, que se acercó al hospital.
El domingo, cuatro días más tarde, Gabriel empezó a tener fiebre. “Lo intubaron y cuando lo llevaron a terapia murió a los minutos”, contó su hermana con notable angustia e indignación. Ya era la madrugada del lunes 14 de marzo.
La familia busca pruebas
A partir de la muerte del joven, su familia comenzó el tortuoso camino para tratar de conocer la verdad.
“Dicen que el fuego empezó en las manos, pero cómo pueden saberlo si cuando lo vieron ya estaba prendido fuego, es muy difícil. En segundo lugar, cómo es que un interno con problemas psiquiátricos tiene acceso a un elemento que puede provocar un incendio, hay poca responsabilidad y negligencia en el lugar”, contó Tamara en diálogo con el diario El Ciudadano.
La familia de Gabriel tiene muchas dudas sobre la explicación oficial. Mientras que por otro lado, hay otra versión que indica que fue un interno el que prendió fuego las tiras de tela con la que estaba atado, tratando de liberarlo.
Maltrato en el hospital
A eso se suma el maltrato por parte del hospital. “Fuimos a la Colonia a buscar la documentación y nos dejaron paradas en la puerta más de una hora. No nos dieron las pertenencias de mi hermano, nos dijeron que no había nada de él, cuando mi mamá y yo le hemos llevado cosas. Nadie se comunicó con nosotras para dar una explicación, ni siquiera el pésame. La única fue una médica que contó los hechos”, sostuvo Tamara.
“Queremos justicia, que se esclarezca lo que pasó. Estamos seguros de que atentaron contra la vida de mi hermano, porque él en ese momento estaba indefenso, con una crisis de esquizofrenia, pero en una situación de vulnerabilidad, atado de pies y manos y solo. Otra persona tuvo acceso a él y lo prendieron fuego. A causa de eso murió”, sentenció la mujer.