En San Rafael aún todo es misterio en torno a la causa de muerte de la mujer que encontraron la tarde del viernes en un canal del distrito Colonia Elena, que se ubica a unos 25 kilómetros de la zona céntrica de este departamento.
El cuerpo de Mirta Serna, de 50 años, estaba semidesnudo y desde el día en que la hallaron sin vida los investigadores, liderados por la fiscal Paula Arana, comenzaron a trabajar en varias hipótesis.
Se supo que a la hija de la fallecida, una chica de 16 años, la trasladaron el sábado hacia una comisaría para tomarle declaración informativa y hacerle exámenes médicos que se incorporarían al expediente en curso. “Luego de ese proceso, la menor fue entregada a un familiar para su guarda”, indicó una fuente policial.
En el allanamiento que hicieron en el domicilio de la víctima, ubicado en el mismo distrito donde fue hallado el cadáver, solamente estaba su hija adolescente, con quien vivía. Pero allí los agentes hallaron blisters con pastillas y una anchada o azadón, herramienta que suele usarse para tareas rurales. Al tratarse de una menor de edad, en el hecho tuvo que intervenir la fiscal penal de Menores de San Rafael, Alejandra Becerra.
Por su parte, la fiscal Arana fue quien instruyó la causa inicialmente cuando encontraron el cadáver flotando en un canal en un distrito muy tranquilo, según cuentan sus pobladores.
En tanto, desde la Jefatura Distrital Sur de la Policía confirmaron que hasta ahora no existe nadie detenido por esta causa.
El último viernes a las 17.15 un hombre llegó a la comisaría 62, en Cuadro Nacional, y les comunicó a los uniformados que minutos antes se había estado bañando en un cauce en calle Barrera al 2000 y había advertido la presencia de un cadáver flotando.
Policías que llegaron al lugar constaron que se trataba de una mujer que sólo vestía corpiño y presentaba un golpe en la cabeza.
Una de las hipótesis que se manejan es que Serna hubiera sufrido un accidente en el canal de riego mientras se refrescaba, ya que ese día la temperatura fue elevada. Así, el golpe en el cráneo sería producto del arrastre del agua.
Otra línea investigativa apunta a un posible suicidio, vinculado al hallazgo de calmantes en la vivienda de Serna, y una tercera, que cobraría menor fuerza, es el de un posible asesinato en el que entraría en juego la herramienta secuestrada.
Todas estas líneas de investigación son presunciones hasta tanto se conozca el resultado de la necropsia sobre el cuerpo de la sanrafaelina, prueba que será clave en esta investigación.
