Declaró este lunes ante la Justicia Gabriel Isassi, uno de los tres policías acusados del asesinato del adolescente Lucas González (17), se puso a llorar y aseguró que el miércoles pasado -día del crimen ocurrido en Barracas- llevaba chaleco que lo identificaba como miembro de la fuerza de seguridad.
De acuerdo con Isassi, tanto él como los otros efectivos se encontraban en ese lugar por una orden judicial y “vieron sospechoso el auto de Lucas compatible con maniobras de narcotráfico”. De acuerdo a su testimonio, ellos iban vestidos con chalecos que los identificaban como miembros de la fuerza y los siguieron haciendo sirenas.
Después de dar la voz de alto, Isassi declaró que el auto en el que iba Lucas arrancó “pisándolo a uno de ellos” y recién ahí abrieron fuego para repeler la amenaza. El policía afirmó que “no imaginó nunca que eran jugadores de fútbol”.
Como el imputado no aceptó preguntas de los investigadores, evitó realizar referencia sobre quién de los tres efectivos disparó.
Según lo publicado por TN.com.ar, Isassi se largó a llorar porque está “viviendo una locura”, cuestionó que lo pusieran con detenidos comunes y pidió que lo cambiaran de celda, ya que tiene miedo debido a que “su cara es conocida”.
Por su parte, José Nievas, el segundo policía que declaró, reconoció ante la Justicia haber disparado hacia el auto donde estaban Lucas y sus tres amigos pero no se refirió en ningún momento a la supuesta portación de armas de los chicos, como había argumentado en un principio.
Está previsto que el martes a la mañana declaren los tres amigos de Lucas que sobrevivieron al ataque de los policías.
También se espera el testimonio de los padres de la víctima, Cintia López y Mario González. Junto a su abogado, Gregorio Dalbón, convocaron a una marcha sin banderas políticas para pedir justicia en la puerta de los tribunales situados en Talcahuano 550.