La cantante soprano Verónica “Bamby” Macías (36), ex pareja de Cacho Garay (68), habló hoy ante la prensa tras salir de una audiencia por la causa que tiene como imputados al humorista y a la empleada legislativa Sandra Astudillo Staffolani (58) por presuntos abusos sexuales.
La denunciante, en un evidente estado de inestabilidad emocional, realizó fuertes acusaciones contra el popular humorista mendocino, ahora imputado y bajo prisión domiciliaria.
“Yo no cuento cuentos como ese señor (al referirse a Garay). La verdad duele, pero todo se va a demostrar”, dijo antes de desmayarse ante las cámaras.
“Lo único que me interesa es que la justicia me escuche. Es demasiado doloroso lo que estoy viviendo”, aseguró.
Cuando le consultaron sobre la participación de Astudillo en los supuestos abusos y fiestas sexuales donde Macías denunció que era ultrajada dijo: “Es una mentirosa, asquerosa, ojalá se pudra en la cárcel. Ella y el cerdo ese (por Garay)”. Luego Macías la trató de “violadora”.
Garay ha manifestado ante la justicia una serie de problemas médicos que lo han ayudado a mantener la prisión domiciliaria. Sobre esto, Verónica sentenció: “Para meterme droga y golpearme estaba normal”. Acusaciones que apoyaron sus abogados.
“Sino hacía lo que él me decía me castigaba. Me obligó a cambiar mi cuerpo, a alejarme de mi familia. Esta denuncia él la tomó como una traición”, dijo y finalizó: “Hablé Cacho Garay, cagaste”. Segundos después se desplomó.
Video: gentileza Canal 9
Detuvieron e imputaron por abuso sexual a la empleada legislativa buscada como cómplice de Cacho Garay
Detuvieron en el aeropuerto de Mendoza a Sandra Astudillo Staffolani (58), la mujer que es buscada por la Fiscalía de Violencia de Género porque habría abusado sexualmente de la ex mujer de Cacho Garay (68), junto al humorista. La mujer fue apresada cuando ingresaba al país, vía Chile, tras pasar unas vacaciones en Cancún, México.
Astudillo, empleada de la Legislatura y ex reina vendimial por Tunuyán, fue detenida la noche del lunes, cuando puso un pie en la provincia, por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que sabía ya de su regreso, ya que estaba en la lista de personas buscadas por la justicia de Mendoza.
Astudillo pasó la noche en un calabozo de la aeroestación Francisco Gabrielli y fue llevada ayer a la mañana por personal de la PSA al Polo Judicial donde quedó bajo la órbita del fiscal Violencia de Género Daniel Carniello, quien la imputó por el delito de abuso sexual con acceso carnal en número indeterminado de hechos cometidos en contexto de violencia de género, en calidad de coautora.
La mujer es defendida por los abogados Carlos Moyano y Silvina Stocco, quienes ya habían solicitado que quedara en libertad o bien que se le diera el beneficio de la prisión domiciliaria, previo pago de una fianza de $1.000.000.
Por este último camino se decidió Carniello, después que la mujer decidiera no declarar. De esta forma, Astudillo quedó en la misma situación que el humorista: imputada y con domiciliaria, a la espera de un futuro juicio si la causa avanza en ese sentido.
“Estaba muy perturba, se la veía nerviosa, como sorprendida”, explicó una fuente consultada por Los Andes.
Después de ser imputada, la empleada legislativa inició el camino habitual en estos casos: el circuito donde se le toman huellas dactilares y se revisan sus antecedentes, para luego ser ingresada al Servicio Penitenciario.
Se espera que esta misma tarde los penitenciarios la lleven a la casa de una de sus hijas, donde cumplirá con el arresto domiciliario.
“Esperaremos a que conocer en detalle el expediente y que se produzcan más pruebas para que en un momento declare ante el fiscal. Ella dice que nunca ha tenido relaciones sexuales con la denunciante”, sostuvo Moyano.
Garay seguirá con domiciliaria, por ahora
Hoy a las 12, la jueza Alejandra Mauricio, del Juzgado Penal Colegiado Nº 1, realizó una audiencia donde se trató el pedido revisión de la prisión domiciliaria para Cacho Garay que fuera solicitado por los abogados Cristian Vaira Leyton y Agustín Magdalena, quienes representan a la denunciante, la ex pareja de humorista, la cantante soprano Verónica “Bamby” Macías (36).
El disparador de la solicitud de los querellantes fue que Garay rompió la prohibición de acercamiento que le había dictado el fiscal de Violencia de Género Daniel Carniello. De esta audiencia participaron Carniello, los abogados de Macías y los de Garay, Daniel Romero y Juan Pablo Ildarraz.
Durante la audiencia la querella fundamentó el pedido de revocamiento de la libertad de Garay. Luego el fiscal habló sobre la imputación del delito de desobediencia, adviriendo que el teléfono del humorista fue secuestrado y Delitos Tecnológicos trabaja para conocer su contenido (concretamente, saber si el imputadole mandó un mensaje de voz por Whatsapp a su ex).
Por su parte, los defensores se opusieron a la revocación de la domiciliaria diciendo que Garay ya había dado de baja ese teléfono. Con este panorama la jueza Mauricio, postergó la decisión hasta que se produzcan las pruebas en relación a este incidente. Hasta que esto no suceda, Garay seguirá con el beneficio de la prisión domiciliaria.
El humorista se encuentra con prisión domiciliaria –vive con su hermana en Coquimbito, Maipú- y se encuentra imputado por los delitos “amenazas agravas por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida contra su cónyuge y tenencia de armas de fuego de uso civil” y ahora también por “desobediencia”, tras quebrantar la prohibición de acercamiento de forma “virtual.
Desde ese lugar, el hombre realizó cerca del 25 de mayo una llamada a Macías, quien reside en Luján, en la casa donde residía el matrimonio, algo que no está permitido, ya que las prohibiciones de acercamiento no solo impiden el contacto personal sino también las llamadas por teléfono y los contactos a través de las redes sociales.
En el llamado por Whatsapp, Garay se habría contactado con Macías, y sibien no habría dicho nada, (sólo se escuchan ruidos), para los abogados de la mujer se trató de una situación amenazante por lo que solicitaron que vuelva a ser detenido.
El 12 de abril Cacho Garay fue detenido luego de ser denunciado por violencia de género y en ese momento se le secuestraron 4 armas de fuego, lo que le valió una imputación por amenzas y tenencia de armas. Tras pagar una fianza de $1.000.000, quedó en libertad.
El 21 de abril el juez Juan Manuel Pina le dictó la prisión preventiva, al tiempo que el fiscal Carniello le ampliaba a imputación por abuso amenazas agravas por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, privación ilegítima de la libertad agravada y siguió con prisión domiciliaria