Un preso de 45 años oriundo de la República Popular China logró fugarse la madrugada de este jueves de la comisaría Primera, ubicada frente al Teatro Argentino, en la Ciudad de La Plata.
El individuo, de nombre Ke Diqoang, es líder de una banda perteneciente a la mafia china y fue detenido el pasado mes de marzo por un feroz ataque vandálico efectuado en un supermercado.
El hecho quedó grabado por las cámaras del comercio y se puede apreciar cómo Diqoang ingresa al local junto a sus secuaces y, armados con palos, comienzan a destrozar todo a su paso, además de agredir a empleados del lugar. Acto seguido, proceden a asaltar a los cajeros del mercado llevándose cuantiosas sumas de dinero.
El delincuente se hallaba detenido en un calabozo producto del mencionado hecho, pero pudo burlar a las autoridades que se encontraban realizando la vigilancia de la seccional y consiguió escapar.
La insólita fuga fue registrada por las cámaras del departamento policial y se puede ver cómo el preso escapa saltando por encima de un portón de escasos metros y logra salir a la vía pública.
Lo inusual del incidente es la facilidad con la que Ke Diqoang escapó de la comisaría cual acto de ilusionismo, sin la necesidad siquiera de abrir boquetes o romper los barrotes de la celda en la cual permanecía encerrado. Debido a esto, las hipótesis de las pesquisas a cargo del caso apuntan a los efectivos policiales que se encontraban realizando la guardia nocturna al momento de suceder la fuga, la cual está conformada por varios agentes y un subcomisario.
Lo que complica aún más al cuerpo de policías es la foto que compartió una fuente anónima y en donde aparecen varios agentes policiales de la seccional comiendo en un restaurante junto a miembros de la comunidad china vinculados con Diqoang.
Las suspicacias originadas a partir de la fotografía implicaron que interviniera la Auditoria General de Asuntos Internos, que está evaluando fuertes sanciones al personal de la comisaría de 10 y 53.
A raíz de la supuesta complicidad de los miembros policiales en el caso, la fiscal Virginia Bravo secuestró los celulares de los mismos y ordenó el secuestro de los libros de guardia de los últimos dos días. Al escandaloso hecho se sumó la destitución momentánea del comisario Julio del Dago de su cargo.