Continúa la investigación para dar con el culpable del femicidio de Agostina Trigo. La víctima había desaparecido el domingo en la noche cuando fue a una entrevista de trabajo. Según explicaron Ivana y Gladys, madre y abuela de la muchacha, en diálogo con Los Andes, la joven les contó que había visto una publicación en Facebook en la que buscaban a una chica para trabajar de niñera y que ya se había contactado con un hombre para poder tomar ella ese puesto.
Se trata de un camionero, quien la habría citado a Agostina en una plaza de Buen Orden, localidad de San Martín. La reunión se pautó para el domingo en la noche porque el lunes ya debía salir temprano de viaje, según argumentó, pero pretendía que se juntaran a mantener una reunión presencial así le explicaba dónde vivía, cuánto iba a pagarle y ultimaban detalles para que ella empezara lo antes posible.
Agostina respondió que ya había llegado a destino y que estaba esperando que la fuera a buscar el camionero al lugar pactado. Minutos más tarde, Gladys le escribió desde su celular pidiéndole que le enviara la ubicación y datos del hombre “por cualquier cosa”. La joven leyó ese segundo mensaje pero no lo respondió y fue el último contacto que mantuvieron. A partir de allí, el teléfono les dio apagado.
Pasaron las horas y el lunes, sus familiares, amanecieron sin noticias de Agostina. Su abuela puso la denuncia y desde la fiscalía de San Martín se activó el protocolo de búsqueda solicitando la colaboración de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado del Poder Judicial de la Nación que depende de la Corte nacional.
Luego de dos días de búsqueda, el miércoles a las 10:00 la joven fue hallada asesinada en un galpón abandonado a unos 4 kilómetros de la plaza donde se había reunido con el sujeto. Su cuerpo presentaba una herida de arma blanca en la espalda, golpes en su rostro y estaba vestida. Además, sus restos tenían mordeduras de animales por lo que se estima que llevaba varias horas en el lugar.
Indignación por el femicidio
Durante la tarde del fatídico miércoles, la comunidad de San Martín se congregó y marchó por las calles de la ciudad, reclamando justicia y seguridad. La familia de la víctima encabezó la caravana, convocada por la agrupación Coordinadora Feminista del Este, a la que se sumaron más de 300 personas que marcharon pacíficamente desde el Poder Judicial. Pero todo terminó con destrozos en el edificio del Ministerio Público Fiscal, donde hubo incidentes entre un grupo y la Policía. La familia de Agostina repudió la violencia y la madrina terminó herida por el golpe de un escombro en su cara.
Cuando la gente comenzó a llegar, en su mayoría mujeres y de todas las edades, con muchos carteles, vestimenta negra, bombos, redoblantes y hasta parlantes, el edificio ya contaba con un vallado y una decena de policías, conscientes de la convocatoria. Rápidamente comenzó la caminata por las calles del centro de San Martín encabezada por la familia de Agostina, quienes marcharon juntos al frente con carteles y fotos de la joven.
Además, familiares de otras víctimas acompañaron a los parientes de Agostina y se unieron al reclamo. Una de ellas fue Rosa, madre de Lucía García Moyano, un caso que la Policía habría determinado como suicidio pero que su familia insiste con que fue un femicidio. Al conocer la noticia de la muerte de Agostina, Rosa confesó que sintió “un vacío inmenso, una tristeza enorme que nos invade”. Aprovechó la ocasión para pedir justicia por Lucía, ya que “no hemos tenido respuesta”.
Agostina denunció en las redes a una expareja por “psicópata” y “violador”
Se trata de una publicación que hizo en Facebook la propia Agostina en 2020. El 5 de octubre de ese año, en su perfil de la red social, Trigo comentó una publicación de otra usuaria que denunciaba a un hombre, de nombre Carlos Panelo, que acumula varias denuncias y una imputación de abuso en el Este. En el texto de la joven, Agostina confiesa haber tenido una relación con el sujeto, y haber sufrido manipulación de parte de él.
El texto de Trigo dice textualmente, refiriéndose a Panelo: “Me da asco saber que tuve una relación de casi nueve meses con este psicópata, enfermó, violador, pedófilo y manipulador. Hace un año ya no tengo nada con él, al enterarme que tenía denuncias de violaciones, me manipulaba y me manejaba como él quería hasta que mi familia logró abrirme los ojos y pude dejarlo”.
En el mismo escrito, comenta haber tenido “muchos problemas de por medio ya que también lo habían denunciado por un caso, una de sus hija de mi misma edad y una de sus amigas me hablaron tratándome mal y defendiéndolo a él. Sabiendo que también manipula a su mujer y sus hijas como quiere y ni hablar de hijo lo defiende y lo apaña en todo. Basta de quedarse callada, chicas. Violador muerto no viola más”.
En diciembre de 2020, poco después de esa publicación, Los Andes contó el caso de este hombre, que afrontó numerosas denuncias y una imputación.