Un hombre de 58 años, que cumplía un arresto domiciliario con tobillera electrónica en su casa del barrio porteño de Chacarita, fue detenido acusado de comercializar drogas en la zona.
Según informaron fuentes policiales, el sospechoso atendía un quiosco que tiene un cisne blanco y para avisarle a sus compradores que tenía dosis de estupefacientes, le colocaba al macetero una bandera roja.
Los oficiales incautaron en el domicilio del detenido, ubicado en la calle Paz Soldán al 4800, 29 dosis de cocaína, 15 bolsas que contenían 40,7 gramos de pasta base, para fraccionar unas 122 dosis, una balanza de precisión, 44.110 pesos, una tijera y un teléfono celular.
Tras la detención, se confirmó que el hombre tenía una tobillera electrónica y que cumplía prisión domiciliaria por una condena de 4 años de cárcel por la comercialización de estupefacientes. El fallo estaba a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 del Departamento Judicial de Mar del Plata. El hombre terminaba de cumplir la condena el 7 de febrero del próximo año.
La investigación fue realizada por personal de la División Investigaciones Antidrogas Área Norte de la Policía de la Ciudad, con intervención de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de Cecilia Amil Martín, y el Juzgado Penal, Convencional y de Faltas 13, de María Tula del Moral.
Detuvieron a dos mujeres por vender droga camuflada en pastelería erótica: “Con full magia”
Dos mujeres de nacionalidad ecuatoriana fueron detenidas acusadas de vender distintos tipos de droga camufladas en productos de pastelería erótica que elaboraban en un departamento del Centro porteño.
Bajo el nombre “Con full magia postres felices”, la pastelería funcionaba en Bartolomé Mitre al 1400, y era manejada por dos pasteleras de 23 y 24 años.
Personal de la División Investigaciones Antidrogas Área Norte fue quien estuvo a cargo de la investigación y descubrió que ese domicilio figuraba como fachada para la venta de drogas sintéticas, flores de marihuana, toras y brownies con un distintivo sello de connotación sexual.
También se estableció que las entregas se hacían por medio de retiros en el domicilio o por aplicaciones. Todos estos productos iban en sobres de madera con un sticker con el logo de la empresa.