“Yaqui”, “Gato” y “Rengo”: los narcos más famosos de Mendoza y la “pesadilla” compartida que marcó sus destinos

Vargas, Araya y Aguilera son los tres condenados por narcotráfico más populares de la provincia. Operaban en el mismo departamento y terminaron en prisión por el mismo método investigativo.

“Yaqui”, “Gato” y “Rengo”: los narcos más famosos de Mendoza y la “pesadilla” compartida que marcó sus destinos
“La Yaqui”, “El Gato” y “El Rengo”, los tres narcos más famosos. Fotos: Archivo / Los Andes

Cada uno a su turno cayó por las escuchas telefónicas y hoy están detenidos. En poco más de 4 años, es decir entre 2016 y este pandémico 2020, primero la intervención policial que los detuvo y la Justicia Federal que después los condenó, fueron sacados del “negocio” de la droga tres de los más famosos “narcos” de la zona cuyana y que por estas horas purgan sus condenas. Sus documentos los identifica como Sandra Jaquelina Vargas, Marcelo Araya y Daniel Aguilera, aunque son más reconocidos por sus alias: “La Yaqui”, “El Gato” y “El Rengo”, que terminaron sus carreras delictuales con penas de 15 años de encierro los dos primeros y de 12 el restante.

Todos tuvieron su “centro de operaciones” en barriadas de Godoy Cruz, donde dicen que en algún momento Araya y Aguilera fueron amigos cuando vivían en el barrio La Gloria. Mientras que “La Yaqui” tuvo y mantuvo su lugar más al Oeste del departamento. Y en este submundo de la droga donde impera la violencia sin límites, las guerras entre bandas, las denuncias anónimas, hay un detalle que es común para los tres: las escuchas telefónicas fue lo que le permitió a la Justicia detenerlos.

Una jefa “angelada”

El 12 de mayo de 2016 condenaron a “Yaqui” Vargas (hoy de 46 años), sindicada como líder narco que operaba en Mendoza, acusada por venta de estupefacientes y lavado de activos. Vargas recibió una pena de 15 años de cárcel.

El tribunal lo integraron los jueces Waldo Piña, acompañado por Gretel Diamante (de San Luis) y Fátima Ruiz López (de Capital Federal). Los magistrados aceptaron el requerimiento de la fiscal federal María Gloria André de que los bienes de la organización (valuados en más de 7 millones de pesos) pasaran a disposición de la provincia de Mendoza para “restaurar los daños causados a la sociedad y a las víctimas”.

Al poco tiempo, un costoso Audi Q5 con un ploteo que rezaba "vehículo recuperado del narcotráfico" se vio en las calles de Mendoza.

El comienzo de la investigación contra la banda narco surgió a mediados de 2012, luego de tener como protagonistas a “Los Angelitos de La Yaqui” (encargados de vender estupefacientes y de brindar protección a quienes hacían las operaciones) en una serie de crímenes, algunos nunca probados judicialmente.

En ese momento la banda disputaba con otras pandillas el territorio para la comercialización y control de la droga. Posteriormente -en septiembre de 2013- la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico inició las escuchas telefónicas y aunque la Policía allanó varios “quiosquitos” de droga y otras tantas viviendas, nunca se pudieron encontrar pruebas contundentes que la vincularan a esa actividad ilícita, pero sí a un enriquecimiento no acorde con sus ingresos declarados. Por ello fue detenida el 14 de marzo de 2014 en una de sus propiedades, ubicada en la localidad de Juana Koslay, en la provincia de San Luis.

Hoy Vargas continúa alojada en la cárcel de mujeres de El Borbollón, situación que se extenderá, por lo menos, hasta el año 2026.

Narcotráfico más contrabando

Justo el 17 de noviembre de 2017, día en que cumplía 42 años, fue condenado a 15 años Marcelo “El Gato” Araya acusado de ser el jefe de una banda dedicada al narcotráfico y el contrabando.

El fallo dado por el tribunal federal integrado por jueces Raúl Fourcade, Gretel Diamante (ambos de San Luis) y el sanjuanino Hugo Echegaray, ordenó también el decomiso de una decena de vehículos, entre los que se encontraban un auto BMW 330, un camión Fiat 619, un camión Mercedes Benz 1114, un camión Ford 700, una camioneta Ford Ranger, una Toyota Hilux, una Fiat Fiorino, un Renault Megane, un Chevrolet Corsa y un Fiat Palio.

Hoy Araya esté detenido en una celda de máxima seguridad del penal Almafuerte, pero su historia comenzó a escribirse hace más de una década, cuando una denuncia anónima ingresó al Fonodroga alertando sobre el nexo entre un hombre que traía marihuana de Paraguay, para luego llevarla a Chile.

Sus teléfonos fueron intervenidos y así surgió que ese hombre tenía una organización que trabajaba para Araya. Esas escuchas permitieron detener en el primer mes del año 2010, en Quines (San Luis), un camión cargado con 366 kilos de marihuana y luego tres camiones que venían de Chile cargados con DVD, CD, ropa y zapatillas por un valor de 220.000 dólares.

Además, en el prontuario de “El Gato” (apodo que odia) figuran dos condenas a prisión perpetua. Una de la Quinta Cámara del Crimen, por el homicidio de Ezequiel Salas (32), dictada en 2012, y otra, un par de años después, de la Sexta Cámara del Crimen, que también lo sentenció a la máxima pena pero como instigador del doble crimen cometido en una casa de El Carrizal que pertenecía a su declarado enemigo Daniel Aguilera.

Entre los “trapos” de la hinchada y la droga

Su apodo de "Rengo" (aunque muchas veces se lo ha visto caminar utilizando una prótesis) fue el resultado de un accidente vial y, años después, respondiendo a un pedido de captura fue detenido en la Capital Federal por una infracción de tránsito. Pero hoy Daniel "Rengo" Aguilera (38) está alojado en el penal federal de Luján.

Este apodo, nombre y apellido, se hicieron populares cuando se lo vinculó no sólo a la barra brava del club Antonio Tomba de Godoy Cruz, sino a políticos y a policías amigos.

Fue allá por el 2006 cuando debido a los incidentes en el Malvinas Argentinas, el partido frente a Arsenal fue suspendido... a los 15 minutos de iniciado.

Aguilera fue imputado por extorsión. También integrando Hinchas Unidas Argentinas, “El Rengo” terminó siendo deportado de Sudáfrica, donde se disputaba el Mundial de fútbol de 2010. Sin alcanzar a ver un solo partido, pasó la noche del 7 de junio de ese año en el aeropuerto de Johannesburgo y un día después regresó al país.

También en 2010 se lo vinculó a un hecho de sangre donde dos personas de apellido Tello (tío y sobrino) fueron baleados en el barrio Parque Universitario de Luján. Sin embargo, el agresor escapó a la carrera, abandonando un auto que estaba a nombre de Aguilera.

Las víctimas no lo acusaron por lo que recibió una pena de 3 años de prisión en suspenso. Esa situación cambió tiempo después cuando fue condenado a 6 meses de prisión por agresiones físicas a su ex esposa.

En la cárcel lo encontró el último debate y el tribunal integrado por María Paula Marici, Héctor Cortéz y Roberto Nacif lo sentenció a la pena de 12 años de prisión (podría salir en libertad en el año 2028) como organizador del comercio de la droga desde el interior de la vieja "casa de piedra" de Boulogne Sur Mer.

“Yaqui”, “gato” y “Rengo”; tres alias diferentes pero que, vinculados a la droga, terminaron con idéntico final: la cárcel.

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