Acorralado por las sospechas, el hombre de 55 años que era investigado como autor del femicidio de su ex esposa, María Oliva (52), confesó el crimen minutos antes del hallazgo del cuerpo de la mujer en Papagayos, en el piedemonte mendocino.
Así lo confirmó la fiscal de Homicidios Claudia Ríos Ortiz esta tarde en el lugar del hallazgo. Detrás suyo peritos de Policía Científica analizaban la escena y el cuerpo de la infortunada empleada doméstica, cuya desaparición había sido denunciada el martes pasado en la Oficina Fiscal 2 del barrio Cano.
Mario Ricardo Castro se separó de Oliva hace un año y medio aproximadamente. Su entorno relató que había quedado deprimido tras la ruptura. Y en las últimas horas confesó haber ido a ver a su ex pareja. Fue entonces cuando cometió el femicidio, de acuerdo a su propio relato.
Esta mañana se presentó la hija que había denunciado la desaparición de Oliva y relató a la Justicia que su padre le había confesado que el martes había estado con su ex esposa y que habían discutido. La mujer describió que su padre presentaba lesiones, por lo que se libró una orden de allanamiento para su búsqueda y captura, que se concretó este jueves al mediodía.
“Dijo que había sido él y que (el cadáver) estaba en Papagayos”, indicó la fiscal Ríos Ortiz a la prensa. “Fue una manifestación espontánea”, agregó.
Se espera que en las próximas horas la fiscal impute a Castro por el femicidio de la “Negrita” Oliva, como llamaban a la mujer asesinada, con quien tenía seis hijos.
Castro no registra antecedentes carcelarios aunque hay una causa con su nombre por lesiones calificadas en octubre de 1989 y otra por lesiones culposas al ser el conductor de un vehículo en 2019.