El 17 de Octubre, acaso la fecha más importante del calendario peronista, reflejará la dispersión que reina en el oficialismo. Frente a los recelos internos y para no quedar expuesta al fuego amigo cruzado, la CGT optó por encerrarse en el estadio de Obras.
Algunos movimientos sociales ligados al gobierno, harán un homenaje en La Matanza. Pero los focos estarán puestos en la movilización a Plaza de Mayo que impulsan Pablo Moyano con sindicalistas aliados, las CTA, La Cámpora, distintos grupos kirchneristas y el PJ bonaerense: Frente a la Casa Rosada se leerá un documento en el que se criticará a los empresarios formadores de precios, con posibles apuntes incómodos sobre las respuestas que en casi tres años de gestión, dio el gobierno del Frente de Todos ante a la inflación y la caída persistente de los salarios.
Ayer hubo más reuniones para ultimar los detalles de la movilización. Pablo Moyano y aliados del Frente Sindical Por el Modelo Sindical (FRESIMONA), la Corriente Sindical referenciada en La Bancaria y las dos versiones de las CTA lanzaron la marcha a Plaza de Mayo hace dos semanas. Días atrás, el peronismo bonaerense, conducidos por Máximo Kirchner y los intendentes del conurbano, votó sumarse.
Si bien la consigna convocante a la Plaza de Mayo es “Unidad nacional por la soberanía y la justicia social”, por fuera se filtraron otros tópicos.
“Es necesario que el pueblo trabajador y el pueblo peronista esté en la calle el 17, defendiendo a nuestro Gobierno nacional, con todas las dificultades que está enfrentando por la crisis económica mundial y por la crisis heredada por el anterior Gobierno de Macri”, anticipó Moyano, líder de los camioneros e integrante del triunvirato de la CGT. Repitió lo que ya dijo en la movilización sindical de agosto pasado: le apuntó a las empresas de alimentos, a las que responsabilizó por los aumentos de precios.
SMATA es otro de los grandes sindicatos que marchará a la plaza. Su titular, Ricardo Pignanelli, muy escuchado por Cristina Kirchner y también por Alberto Fernández, procuró precisar los motivos (más allá de los celebratorios) de la convocatoria: “la Argentina está atravesando un momento donde nos podemos confundir y no lo debemos hacer. Tenemos que seguir adelante porque es el modelo el que nos va a contener a todos, ya no es un tema de nombres, es un tema de modelo de país”, dijo. Pignanelli, moderado al fin, no quiere cascotear la Casa Rosada.
El exvicepresidente Amado Boudou sintetizó el ánimo de muchos kirchneristas: “No hay que ver este 17 como una conmemoración: es un punto de partida, hay una propuesta explícita que es un programa; el bono para los asalariados, congelamiento de precios, qué pasa con la justicia”, enumeró. Estas demandas serán expuestas en la plaza. Habrá que ver con qué grado de agitación.
Distintas organizaciones sociales como el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie convocan a un acto en Laferrere, La Matanza. El Evita ya anunció que quiere ir a internas dentro del peronismo. Trascendió que invitaron al Presidente Alberto Fernández.
Hace tres semanas la CGT había aceptado la idea de Juan Manzur de celebrar el 17O en Tucumán. El jefe de gabinete imaginó un acto con todas las líneas del peronismo, sindicatos, gobernadores y movimientos sociales. Alberto Fernández, titular del PJ nacional, como único orador.
Pero la idea quedó empantanada en las internas del gobierno y la CGT optó por un acto propio. Aquí también habrá algo más que efemérides: Se presentará en sociedad la Corriente Político-Sindical Peronista, una versión moderna de lo que alguna vez fueron las 62 Organizaciones Peronistas.
“Queremos discutir el armado y la presencia estructural del movimiento obrero en las listas justicialistas”, dicen en la CGT respecto al rol que esperan de la Corriente cuando la lapicera electoral del oficialismo empiece a conformar las listas de candidatos 2023.
Tanto en la CGT como en los grupos que irán a la Plaza de Mayo quedó algo de malestar por la falta de consulta de Alberto Fernández para el remplazo de Claudio Moroni en Trabajo. Querían a Julián Domínguez.
Para el politólogo Gustavo Marangoni, este 17 de Octubre “es un gran botón de muestra” sobre lo que ocurre en el oficialismo. En charla con este medio, remarcó: “que el Presidente de la Nación, que además es presidente del peronismo nacional, no esté en ninguno de los actos, de alguna manera es el reflejo de por qué al FdT le va como le va”. Marangoni sostiene que el FdT “nunca fue una coalición, sino un intento de reunificar el peronismo”, tarea dificultosa “porque hace falta conducción política”.
“El 17 es la fecha más importante en la liturgia del peronismo, acompañado por el canto más importante que es la marcha que habla del ‘gran conductor’. Si no hay conducción se genera un problema: ¿la lealtad para quién es?”, planteó Marangoni.
También señaló otro punto grave de este 17O: “El acto en Plaza de Mayo planteará qué ocurre que los salarios no alcanzan habiendo un gobierno peronista en la Casa Rosada. Y veo que el camporismo empieza a hacerle las mismas críticas a Massa que le hizo a Guzmán: mucha agenda externa, mucho Fondo y Club de París, y poco mercado interno, poco precios y salarios”.
Pese a que no encabezará un acto del 17O, Alberto Fernández se resiste a ser considerado una pieza decorativa dentro del FdT. “Seré débil, pero quien afrontó la pandemia, la deuda con el FMI y acreedores privados, y el que sigue enfrentando la guerra es Alberto Fernández”, dijo el presidente, hablando en tercera persona, ante los empresarios reunidos en el Coloquio de Ideas, en Mar del Plata. Al día siguiente lo apuntaló su ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis: “Alberto va a ganar la posibilidad de ser parte fuerte de esa decisión (las candidaturas), por haber protegido a los argentinos en un momento en el que el mundo quedó patas para arriba”.