Un mensaje fuerte para toda la clase política dejaron los mendocinos que este domingo no votaron por nadie, aunque el impacto de este fenómeno sea disímil.
El crecimiento del voto en blanco debe ser asumido por todos los actores como una señal de descontento máximo, ya que refleja a gente que no encuentra estímulos en ninguna de las opciones de la oferta electoral.
A quienes votan así, ningún candidato le genera esperanza y todos, probablemente, le producen ira o desprecio. Ahora, a quienes más daña este incremento de “votos a ninguno” es a aquellos partidos pequeños que normalmente se alimentan de la porción más desencantada del electorado.
Por alguna razón, los mendocinos señalaron en esta elección que han dejado de creer en las opciones alternativas a los partidos tradicionales y se mostraron fuertemente reactivos a los fenómenos nuevos de la política, que se repartieron porciones de votos muy menores y, en todos los casos, muy inferiores al “voto bronca” .
¿Por qué ocurrió esto? Hay analistas políticos que habían detectado antes de las elecciones un evidente recelo ante las propuestas alternativas y relacionaban el fenómeno con la decepción que produjo Protectora, la sorpresa en los comicios de 2017. Tal vez guarda relación con esta teoría el resultado que obtuvo el Frente de Todos en el primer distrito, donde competía como un candidato peronista más el líder de Protectora, José Luis Ramón, por una banca en la Legislatura provincial.
En el primer distrito se produjo una de las derrotas más contundentes del Frente de Todos a manos de Cambia Mendoza. Si bien no se puede cargar en las espaldas de Ramón toda la culpa del resultado, no se puede eludir tampoco que Ramón fue un candidato protagónico en este distrito y su participación por lo menos no pudo quebrar el destino del frente opositor en la primera elección del año.
Por otro lado, el FIT, la única fuerza que subsiste desde hace varias elecciones por fuera de grieta, sigue sin enamorar al electorado y la debacle arrastró al ambicioso proyecto del PD y el Mendoexit, una unión que tenía pretenciones mucho mayores a los votos que cosechó en las urnas. Todos quedaron lejos del podio.