La defensa de Walter Bento prácticamente ha perdido las esperanzas de remontar la situación del juez en el Jurado de Enjuiciamiento y prepara un acciones de última instancia ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para tratar de salvar al magistrado suspendido de la remoción y su efecto inmediato: la cárcel.
El equipo de abogados del juez mendocino (Mariano Fragueiro Frías, Federico Casal y Felipe Salvarezza) empezó a explorar sus últimos recursos este jueves, cuando presentó un pedido para apartar del juicio a Bento a dos de los siete miembros del tribunal político que lo juzga: el senador José María Torello y la diputada Ana Clara Romero, ambos del Pro.
El argumento de esta solicitud fue que ambos responden políticamente a Patricia Bullrich, candidata a Presidenta de Juntos por el Cambio, a quien acusan de tener una abierta enemistad con Bento, por haberlo asimilado en el debate del domingo pasado a narcotraficantes famosos y porque sugirió allí que el juez formaría parte de “asociaciones ilícitas”.
Los abogados de Bento se apalancaron también en el “descubrimiento” de que Bullrich había firmado un pedido de juicio político contra Bento en 2011. Dicen que todas las piezas encajaron con este dato y señalan que el planteo no puede ser tildado de “extemporáneo”, porque la punta del ovillo fue precisamente el debate de candidatos presidenciales del domingo y hasta entonces no sabían que antes Bullrich había querido enjuiciar al magistrado mendocino.
Ahora, la presentación de la defensa del juez tiene dos vías de resolución. Podría ser respondida solamente por el presidente del tribunal (el juez Javier Esteban de la Fuente), o bien el magistrado podría pedir la palabra de los legisladores acusados de parcialidad, antes de que el resto de los integrantes decida.
Desde ya, en el ámbito del Jury, hay quienes afirman que el planteo de la defensa del juez no pasa de ser una “chicana improcedente”, ya que es de común conocimiento que el tribunal es “político” (tiene jueces, legisladores y un abogado) y sus integrantes se definen por sorteo. Hay quienes apuestan, en consecuencia, a que la definición de este conflicto será rápida y dicen que de ningún modo demorará la emisión de la sentencia.
Sin embargo, lo que sorprende es que los propios abogados de Bento tienen casi nulas esperanzas de que el recurso prospere en el Jury y por ello ya arman una estrategia para el momento posterior del fallo del tribunal, que sospechan, será también adverso y definirá la destitución.
“Obviamente que el recurso lo van a rechazar. Esto será motivo de un recurso extraordinario o de algo de esa naturaleza. Las expectativas no son nada alentadoras, nada que sea en favor de Bento puede funcionar”, lamentó Fragueiro, abogado principal del juez, ante la consulta de Los Andes.
Y si bien reconoció que la Constitución nacional dice que el fallo del Jury es “inapelable”, sostuvo que sí se pueden apelar “violaciones a las garantías constitucionales”.
La presentación que busca excluir a dos legisladores del Pro por la razón de que no tendrían “independencia” para votar en el juicio de Bento ha sido, entonces, un ensayo de lo que harán después del fallo, que está anunciado para el 8 de noviembre.
Hay otras “reservas” de la defensa para el momento posterior de la sentencia. Dice que la integración del tribunal que juzga al magistrado mendocino no ha respetado la condición de ser “plural”, ya que hay un solo abogado, cuando los otros estamentos tienen más representantes: los jueces son dos y los legisladores cuatro.
También afirman que “la acusación tenía más personas que las permitidas por la reglamentación, eran tres cuando debían ser dos”.
Reclamo con malos antecedentes
El camino que tomará la defensa si Bento es destituido no cuenta con antecedentes favorables, de todos modos.
“La Corte nunca revocó un fallo del Jury de Enjuiciamiento, porque debería ser por groseras faltas al debido proceso”, aseguró una fuente consultada en tribunales.
El fallo del Jury de Enjuiciamiento es “irrecurrible”, pero los jueces que han sido destituidos han acudido de todos modos a la Corte Suprema para tratar de que las sentencias sean revisadas, sin buenos resultados.
Según explicaron fuentes judiciales, se trata de recursos “en queja” ante el máximo tribunal -el Jury no concede “recursos extraordinarios” contra sus propias sentencias- que normalmente no prosperan porque “en el Jurado de Enjuiciamiento no se da el requisito de la doble instancia” y porque la Corte “sólo ingresa para observar si se han cumplido las reglas del debido proceso: acusación, defensa, prueba y sentencia”.
Licencia
El juez Bento llega a esta instancia después de un largo proceso por mal desempeño en el que recibió una sucesión de malas noticias.
Primero se aprobó un dictamen acusatorio en la comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura. Después, en mayo, el pleno del Consejo aprobó en forma unánime ese dictamen, por lo cual quedó suspendido de su cargo, a esperas del juicio ante el Jurado de Enjuiciamiento.
El dictamen acusó al juez de numerosas faltas. Desde “conductas enderezadas” a recibir dinero a cambio de beneficios judiciales hasta el haber experimentado un “enriquecimiento patrimonial apreciable e injustificado y de desplegar maniobras destinadas a dar apariencia de lícitos a fondos de origen ilícito”.
Sumó aquel dictamen que Bento cometió de “actos de falsedad ideológica” y “de infracción al deber de un magistrado”. Y agregó como causal “graves desórdenes de conducta personal, al intentar obstruir o impedir el desarrollo de la causa”, entre otras cosas.
La causa pasó así al Jurado de Enjuiciamiento, que inició hace pocas semanas un juicio breve. De hecho, las audiencias finalizaron el lunes pasado y ahora sólo falta que se pronuncie la sentencia.
En el Jury se requiere una mayoría de cinco votos para que se produzca una de las dos definiciones posibles: remoción o confirmación en el cargo de juez.
En este contexto, Bento, además de declarar horas y horas en su defensa, tanto ante el Consejo de la Magistratura como en el Jury, ha buscado dar algún gesto. “Pidió, para el caso que no sea removido del cargo, una licencia hasta que tenga punto final el juicio oral”, confirmó el abogado Fragueiro. Mientras el Jury se hizo en Buenos Aires, el juicio penal se viene desarrollando desde fines de julio en los tribunales federales de Mendoza.
En el proceso penal, donde se investiga al juez como presunto jefe de una asociación ilícita que recibía coimas a cambio de beneficios judiciales, Bento ha recibido numerosos pedidos de prisión preventiva por parte del juez de instrucción Eduardo Puigdéngolas.
Esos pedidos no se aplican porque el juez tiene fueros. Sin embargo, su indemnidad caducaría en el preciso momento en el que el Jury decidiera su destitución. Si así fuera, el juicio al que se encuentran sometidos el juez, su esposa, dos hijos y cerca de 30 personas, continuaría con el magistrado detrás de las rejas.