El proyecto de legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) será tratado por el Senado en una sesión que se desarrollará el 29 de diciembre, tras la media sanción que le dio en la madrugada de ayer la Cámara de Diputados.
El poroteo de legisladores para la sanción o eventual nuevo rechazo del proyecto viene muy ajustado. Hasta ayer se contaban 32 senadores a favor y 35 en contra, porque el oficialista tucumano José Alperovich, de pañuelo “celeste”, está de licencia.
Los cuatro indefinidos son la neuquina Lucila Crexell (en 2018 se abstuvo de votar y presentó un proyecto alternativo), los entrerrianos Edgardo Kueider y Stella Maris Olalla, y el santafesino Roberto Mirabella.
En caso de un empate, que bien puede darse, quien tendrá que definir con su voto es la vicepresidenta de la República y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, quien durante su gobierno estuvo en contra pero desde 2018 está a favor.
La vicepresidenta está dispuesta a votar la ley, pero no a militarla. Colaboradores de su confianza aseguran que ella había advertido a la Casa Rosada en noviembre que no estaban asegurados los votos en la Cámara alta para la aprobación de la iniciativa.
Incluso, la vicepresidenta se enteró por la televisión que Fernández iba a enviar el proyecto cuando la secretaria de Legal y Técnica y redactora de la iniciativa, Vilma Ibarra, lo dijo en una entrevista en C5N.
Ahora, la jefa del Senado no se está ocupando personalmente de tratar de convencer a los “indefinidos”. Puso a trabajar a la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti, una integrante de su más íntimo riñón político, para ello.
La joven camporista no solo cuenta con la máxima confianza de Fernández de Kirchner sino que tiene llegada a la Casa Rosada, con la que articula para el avance de las iniciativas del oficialismo en la Cámara alta.
Los días que vienen
Fernández de Kirchner definió el giro a tres comisiones del proyecto que ayer ingresó desde la Cámara baja. Banca de la Mujer, Justicia y Asuntos Penales y Salud. La comisión de cabecera será la Banca de la Mujer, que preside la pampeana Norma Durango, quien está a favor de legalizar la IVE.
Según se prevé, el debate en comisiones arrancará el lunes para continuar durante martes y miércoles. Y el oficialista Frente de Todos pretende que el dictamen salga el jueves. En la semana de Navidad no habrá nada. Y la sesión está prevista para el 29 de diciembre.
El presidente de la comisión de Salud, Mario Fiad, está en contra de la iniciativa que impulsa el Gobierno de Alberto Fernández. Y el titular de la comisión de Justicia y Asuntos Penales, Oscar Parrilli, está a favor.
Fiad había sido quien, durante la discusión del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en 2018, había manejado los plenarios ya que, en aquel momento, Salud había sido designada cabecera por la entonces titular del cuerpo Gabriela Michetti.
El Gobierno ya empezó a trabajar para propiciar la aprobación. La secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, celebró ayer la media sanción. Y expresó que Fernández y el movimiento de mujeres esperan “un debate con información y una rápida votación” en el Senado.
Entre los “verdes” hay esperanzas de que los indecisos o que aún no hicieron públicos sus votos ayuden a sancionar la iniciativa por un ajustado margen, para no repetir la derrota que obligó a archivar la iniciativa hace dos años por 38 votos contra 31.
“Estamos cerca de poder llegar a la votación en el Senado. Tenemos la intención de que sea un proceso como en la Cámara de Diputados, con un debate con información y rápida votación, porque es lo que estamos esperando todas y todos”, sostuvo ayer Ibarra.
El jueves en la mañana, después de 20 horas de debate en Diputados, el proyecto obtuvo media sanción con 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones. Políticos y organizaciones internacionales celebraron la luz verde para la iniciativa.
A contramano, el presidente de la Comisión Pastoral de la Salud del Episcopado, Alberto Bochatey, lamentó la media sanción. Y resaltó que para evitar el aborto, las mujeres deben tener “actos sexuales responsables”.
Durango, en tanto, afirmó en declaraciones radiales que está convencida de que el Senado “va a lograr esta vez” sancionar la ley de interrupción voluntaria del embarazo y advirtió que si no se consigue la sanción “sería un atraso” para el país y “para las mujeres”.
“No podemos decir contentas porque el aborto siempre es una conmoción emocional pero estamos muy satisfechas con los votos que se consiguieron ayer y estamos trabajando a full con todos los senadores que están en la duda para que puedan entender qué significa tener esta ley”, subrayó.
Durango reiteró que no se trata de “un problema de creencias sino de salud pública” y consideró que “no se puede tener más la penalización del aborto, no sólo porque no atiende la libertad de planificar el futuro y de decidir sobre nuestro propio cuerpo sino porque además es un problema de salud”.