El presidente Alberto Fernández salió este martes a defender enfáticamente a las organizaciones sociales que lo ayudaron a contener las demandas en el peor momento de la pandemia y ensayó así una dura respuesta a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien había cuestionado la política de planes sociales del Gobierno.
Sin mencionar su nombre, el jefe de Estado le apuntó directamente a la vicepresidenta, a la que acusó de no ver las dificultades que enfrenta el Gobierno en el mundo actual, de hacer “picardías” y de decir “cosas injustas”, como que las organizaciones sociales han convertido a los planes sociales en un negocio de los punteros.
Fernández expresó su respuesta en un acto en Casa Rosada, donde se hizo el lanzamiento del III Foro Mundial de Derechos Humanos que se desarrollará en la ciudad de Buenos Aires en mayo de 2023.
“Estamos avanzando en tratar de construir una sociedad mejor, con todas las dificultades que tenemos, que algunos vemos y que a otros les cuesta ver. Estamos convencidos que estamos en el camino correcto, absolutamente convencidos”, dijo el Presidente visiblemente molesto con el discurso previo de Cristina en el acto de la CTA el lunes.
El Presidente dijo que los funcionarios de su gobierno saben que existen “las mismas dificultades que tuvo la Argentina cada vez que creció y que tendremos que tomar las medidas que haya que tomar para que ese crecimiento no se detenga. Y que tendremos que tomar las medidas también que haya que tomar para ordenar el Estado en lo que sea necesario ordenarlo y que pueda acompañar ese crecimiento que la Argentina necesita. El problema de la Argentina está centralmente allí, no está en los necesitados, definitivamente”.
Fernández dijo que la Argentina fue capaz de crear 1,2 millones de empleos en plena pandemia. “¿Es suficiente con eso? No, no es suficiente. Tenemos que crear muchos más empleos para que los que hoy reciben un plan social puedan ser empleados formales y gozar de todos los derechos laborales que goza un empleado formal”, sostuvo.
Y relató: “Yo llegué con Néstor al gobierno en 2003. La pobreza estructural por la crisis del 2001 había crecido seis o siete puntos, pasando del 15% al 22% o 23%. La pobreza estructural volvió a crecer después de los cuatro años del gobierno de Macri. Y nosotros fuimos a sostener a los más vulnerables”.
A eso, agregó: “Y yo les quiero agradecer a las organizaciones sociales que estuvieron al lado nuestro ayudándonos a contener definitivamente a esos sectores más vulnerables llevando solidaridad donde la solidaridad no existía y llevando compromisos donde el compromiso no existí. Y quiero agradecérselos aun cuando algunas hagan picardías que nosotros no convalidamos. Lo que no es bueno es generalizar. No esperen que yo generalice. Mi eterna deuda de gratitud para con cada una de esas organizaciones”.
“Como veo acá al compañero de Garganta Poderosa veo a miles de compañeros de organizaciones sociales que han trabajado denodadamente todo este tiempo para que la Argentina no explote. Acuérdense, hagan memoria, cuando nosotros llegamos la verdadera discusión era cuánto tiempo va a pasar para que en la Argentina haya un estallido social, para que haya el primer saqueo, para que la gente se levante demandando comida. Nada de eso pasó y en gran medida nada de eso pasó porque las organizaciones sociales estuvieron acompañándonos, estuvieron al lado de los más necesitados, de los más vulnerables, no se llevaron la plata de los vulnerables, los acompañaron, los alimentaron, se asociaron al Estado en la gestión de todo eso. A todos ellos, gracias, porque no saben todo lo que hicieron por los Derechos Humanos”, expresó.
Añadió a eso: “Yo les pido que no cedamos, que sigamos firmes en nuestras convicciones, que nada nos confunda. Que nuestras diferencias no nos hagan decir cosas a veces injustas. Y que estemos muy unidos”.