El presidente Alberto Fernández aseguró hoy que él y el resto de su gabinete no estaban al tanto de que en el Ministerio de Salud se habían vacunado a personas contra el Covid-19 por fuera del circuito oficial, pero descartó que todos los que recibieron las dosis del Hospital Posadas lo hayan hecho de forma irregular o indebida.
“El tema de las vacunas es muy sensible y lo debemos tratar con absoluta seriedad, porque hay riesgo de que lo terminemos politizando. En Argentina he conocido que en circunstancias irregulares se vacunó a un grupo de alrededor de 70 personas”, dijo el jefe de Estado en una conferencia de prensa en México.
Dijo también que el concepto de “irregular” debe ser revisado en este caso porque entre los vacunados había personas que estratégicamente debían vacunarse, como algunos legisladores y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
“Los medios en la Argentina ponen a Alberto Fernández entre los que recibió la vacuna indebidamente, pero me tuve que dar la vacuna porque los medios argentinos decían que no se podía confiar en la vacuna rusa. Y tuve que convocar a la confianza ciudadana”, argumentó.
Y señaló que por el mismo motivo se dieron la vacuna Cristina, Axel, muchos gobernadores e intendentes, entre los que algunos ni siquiera son oficialistas.
“¡Hubo una campaña despiadada, desatada en Argentina por la oposición para hacerles sentir a los argentinos que la vacuna Sputnik V era veneno! ¡Y hasta me denunciaron por estar distribuyendo veneno! Y ahora resulta que los que me denunciaron me piden que por favor les dé el veneno a ellos y que consiga más veneno”, se quejó.
Expresó que él quisiera que la Argentina funcione de otro modo. “Claramente, cuando tomé nota de lo que había pasado, reaccioné y perdí a un ministro, en cuyo ministerio o bajo su dependencia pasaron estas cosas”, afirmó.
Indicó que el hecho es lo suficientemente grave como para que un ministro de la talla de Ginés González García haya debido dejar su cargo. “Pero terminemos con la payasada. Yo les pido a los jueces y a los fiscales que hagan lo que deben. No hay ningún tipo penal en la Argentina que diga que ‘será castigado el que vacuna a otro que se adelantó en la fila’. No existe ese delito y no se pueden construir delitos graciosamente. Ya lo hemos vivido”.
“Si quieren trabajar, tienen muchos delitos para investigar. Pueden investigar el negocio de los peajes de Macri. Pueden investigar el terrible y lamentable endeudamiento que la Argentina vivió que no fue otra cosa que negocios para los amigos del poder. Pueden investigar el vaciamiento del congreso. Pueden investigar el negocio de los parques eólicos. Pueden investigar la responsabilidad de un ministro que mandó un submarino para que mueran 44 tripulantes. Miren todo lo que tienen para investigar y no investigan”, instó.
Sobre el llamado “vacunatorio vip”, dijo que sin dudas es reprobable porque nadie puede avalar que en las circunstancias que vivimos alguien tenga la posibilidad de adelantarse en la vacunación.
“Pero les pido que sean estrictos en la lectura de esas listas. Porque en esas listas aparecen también personas que deben vacunarse por las características de la acción que desarrollan”, afirmó.
Y agregó: “Vacunar a los presidentes de las comisiones de relaciones exteriores de las Cámaras de Diputados y del Senado es algo absolutamente razonable si uno piensa que deben salir del país y exponerse al contagio. Vacunar al ministro de Economía que con su equipo tiene que iniciar una gira entre todos los países del G7 tratando de buscar apoyo para la Argentina es algo absolutamente razonable porque su vida queda expuesta con todo eso”.
“A mí difícilmente me corran con estas lógicas. Yo detesto los privilegios. Yo no los ejerzo ni me valgo de ellos. No soporto que eso ocurra. Lamento que algunos los hayan hecho. Ya hablé con mi conducta. Lo que les pido a algunos fiscales es que hagan el esfuerzo de releer el código penal. Ya hicieron demasiadas sinvergüenzadas para seguir haciéndolas. Nosotros podemos dar respuesta de todo lo que hacemos. Y en este punto ya dimos respuestas”, dijo.
Y señaló que cuando el ARA San Juan se hundió en el Mar del Sur nadie le pidió la renuncia a nadie y cuando la directora de la Oficina Anticorrupción decía que no iba a seguir a su presidente, nadie la pidió la renuncia a nadie. Y cuando ocurrió el desfalco objetivo de la deuda externa, nadie le pidió la renuncia a nadie. Y cuando en el Gobierno anterior ocurrieron cosas tales como aumentar los peajes y al día siguiente de que el presidente venda las acciones de la empresa, nadie le pidió la renuncia a nadie.
“Una vez pido que tengamos honestidad intelectual. Yo con mi conducta di cuenta de lo que debíamos hacer. El resto es hacer lo más miserable que se puede hacer: política con la desgracia de la pandemia”, pidió.
Y concluyó: “Habrá una instancia de ver exactamente como ocurrió esto, porque ninguno de nosotros lo sabía. Porque si lo hubiésemos sabido no lo hubiéramos avalado”.