El presidente Alberto Fernández habló este viernes ante un numeroso grupo de empresarios en el Coloquio de IDEA donde descartó una reforma laboral, fustigó la idea de eliminar las indemnizaciones y pasó factura a los directivos de las principales compañías del país por las “incomprensibles” subas de precios en septiembre y en lo que va de octubre.
El mensaje del jefe de Estado se escuchó en el cierre de la tercera y última jornada del 57° Coloquio anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). “Crear empleo es algo que también debemos abordar en forma conjunta. Debemos hacerlo sin estigmatizaciones. No debemos ver al trabajo como un costo si no como una inversión”, dijo.
Fernández fue recibido por un panel integrado por Paula Altavilla (vicepresidenta 2° de IDEA, presidenta del 57° Coloquio y Country President- CEO de Schneider Electric); Roberto Murchison (presidente de IDEA y del Grupo Murchison); y Daniel González (director Ejecutivo de IDEA). Los tres le agradecieron su participación.
Antes de recibir un tibio aplauso de los hombres y mujeres de negocios que asistieron al encuentro en el predio de Costa Salguero, Buenos Aires, Fernández señaló que en los últimos tiempos oyó reclamos empresarios y propuestas (mayoritariamente en Juntos por el Cambio) para ponerle fin a las indemnizaciones por despidos.
“Se repite la idea de generalizar esquemas indemnizatorios que sirven a sectores que tienen una alta tasa de rotación de empleo y también de informalidad. La construcción y el sector textil son ejemplos de lo que digo”, afirmó el jefe de Estado. Y sostuvo que hasta aquí no hay ninguna evidencia que muestre el éxito de esas lógicas.
Estos modelos propuestos por la oposición y algunos sectores del empresariado se inspiran en sistemas que existen en países nórdicos y también en Austria. David Card, quien acaba de recibir el Premio Nobel de Economía, estudió precisamente los efectos de las indemnizaciones sobre la economía de Austria y concluyó que “las indemnizaciones tienen efectos positivos”, dijo Fernández.
Lo más importante del aporte de Card es que demostró que el sistema laboral (con mayor o menor flexibilidad) en nada altera el comportamiento del trabajador. Así se concluye en que no es cierto que los trabajadores con mayores derechos se vean incentivados a ser despedidos, afirmó el Presidente.
Citó lo que ocurre en países como Finlandia, Dinamarca y Noruega. Y señaló la dureza de sus sistemas laborales en relación con las responsabilidades de los empleadores. “Una economía que crece, produce y exporta necesita de una fuerza laboral bien paga y protegida en sus derechos. Con este sistema laboral se crearon en Argentina casi 4 millones de empleos entre 2002 y 2015″, afirmó.
Por otro lado, señaló que las medidas de excepción que ha tomado su Gobierno, como la prohibición de despidos y doble indemnización, deben ser entendidas de ese modo: “son una excepción, no una regla. Han sido dispuestas en un momento único y no van a sostenerse en el tiempo”.
El Presidente agregó que los empresarios deben hacer su aporte. “Hemos visto que en septiembre y en lo que va de octubre los precios de los artículos de la canasta familiar se han incrementado de manera incomprensible. Debemos encontrar el punto de equilibrio para que esa suba cese. Queremos hacerlo en acuerdo con los industriales y cadenas comercializadoras. Pero sepan que seremos inflexibles en esta materia”, enfatizó.
Según el jefe de Estado, “el pueblo argentino no puede ser la víctima de la especulación y ambición de algunos. Una sociedad donde unos pocos ganan y millones pierden, no es una sociedad. Es una estafa”.
“Ese es el desafío. Escucharnos. Debatir. Encontrar acuerdos. Estamos todos en un mismo barco. La pandemia ya nos enseñó que nadie se salva solo. Argentina necesita de empresarios que sean los primeros trabajadores. Sin lobbies y con creatividad. Sin especulación y con producción. Sin codicia y con solidaridad”, apuntó.
Y finalizó: “Enrique Shaw (empresario) decía que una empresa es como un barco: el descuido de uno puede llevar a todos a pique. Pensemos la Argentina de ese modo. Podemos hacer un país mejor”.