El presidente Alberto Fernández afirmó este jueves que América Latina es una ”zona de paz donde los conflictos los resolvemos conversando”, llamó a “poner en valor el diálogo” y pidió “ponernos muy duros con los violentos y los cultores del odio”.
Así lo aseveró al hablar en la inauguración de la sesión plenaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) que sesiona hoy en el Centro Cultural Kirchner.
”Llamo a la reflexión a mi continente. No quiero que en ningún lado no se respete la democracia ni el veredicto popular ni se tergiversen los procesos electorales que están en marcha”, dijo en su rol de presidente pro témpore de la Celac en referencia al proceso electoral en Brasil y la situación de las democracias en la región.
En esa línea, el mandatario expresó que “América Latina fue recuperando, poco a poco, el valor de la democracia y de sus instituciones” y recordó que “sufrimos mucho el día que, en Bolivia, un golpe de Estado impidió que Evo Morales asuma la presidencia que había ganado”.
Como en otras ocasiones, el presidente argentino dedicó algunas palabras contra los discursos del odio. A casi dos meses del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, señaló que “los cultores del odio tienen mucha facilidad para sembrar su prédica porque en una sociedad desalentada las palabras más violentas surten más efecto que las reflexivas”.
Añadió que “tenemos que ponernos muy duros con los violentos, los cultores del odio. No hay más lugar para seguir sufriendo”.
Sobre la relación con Europa, Fernández advirtió que “no debemos permitir que una nueva bipolaridad se instale en el mundo” y dijo que tanto la pandemia como la guerra deben ser “grandes oportunidades para que empecemos a cambiar”.
”La brecha entre esos dos mundos es muy grande. Europa “tiene que ayudarnos a poder conseguir el desarrollo”, aseveró el mandatario argentino y agregó que “si la Argentina tiene que tener un socio, ese socio tiene que ser Europa”.