Después de dos postergaciones por razones de salud del mandatario estadounidense, finalmente mañana Alberto Fernández mantendrá una reunión bilateral con Joe Biden en la Casa Blanca. El presidente argentino llegó hoy a Washington, después de permanecer casi dos días en Nueva York. La cumbre, se informó, se desarrollará en el Salón Oval y será con “agenda amplia”, que incluirá también una reunión ampliada a los colaboradores presidenciales. Se descuenta que entre las conversaciones sobre la tecnología 5G, la explotación del litio y el gas, o la guerra en Ucrania, Fernández incluya la relación de Argentina con el Fondo Monetario Internacional y una eventual renegociación del acuerdo.
Alberto Fernández llegó a Washington por la tarde, casi en simultáneo con la difusión de una declaración del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. El funcionario calificó a la Argentina de “aliado clave” de los Estados Unidos, y dio a conocer el temario general a discutir por los presidentes.
La comitiva presidencial se engrosó en la capital estadounidense, al sumarse, provenientes de Buenos Aires, los ministros Sergio Massa y Aníbal Fernández. Al primero lo espera una reunión con funcionarios del FMI. El ministro de Seguridad, en tanto, acordó una reunión con directivos de la DEA, el organismo de lucha contra el narcotráfico.
“Nos unimos a Argentina en la celebración de los 40 años de democracia tras el fin de la dictadura militar”, dijo el portavoz Kirby. Afirmó que Biden y Fernández coinciden en “la importancia de defender y proteger los valores democráticos en la región y alrededor del mundo”. Kirby comentó el trazo grueso que se conversará en la cumbre presidencial como “el cambio climático y la cooperación para acelerar la transición a una energía limpia” y la tecnología 5G (una gran pulseada de los EEUU con China).
Trascendió en fuentes oficiales que Fernández insistirá ante Biden sobre el difícil contexto que envuelve al país, con las exportaciones agrícolas aquejadas por una histórica sequía. El gobierno argentino está a la espera de que el directorio del FMI habilite el desembolso de US$ 5.300 millones como parte de la cuarta revisión del Programa de Facilidades Extendidas firmado hace un año. La voz de los EEUU, se sabe, tiene un peso decisivo en ese directorio.
“La relación es óptima. Quiero destacar la sintonía que existe entre Biden y Fernández. Es uno de los pocos presidentes invitados a una reunión en la Casa Blanca”, destacó esta tarde el embajador Jorge Argüello, en declaraciones a la prensa. El embajador contó que Fernández le pidió a Massa que esté especialmente hoy en Washington, para sumarse a la segunda parte del cónclave con Biden, que incluye la presencia de colaboradores.
Agenda en Nueva York
Tras dejar el fin de semana la cumbre de jefes de Estado iberoamericanos en Santo Domingo, la agenda presidencial se trasladó a Nueva York, como antesala de la cumbre con Biden. El lunes empezó con una videoconferencia con el investigador y matemático argentino Luis Caffarelli. Más tarde, en el consulado argentino, Fernández se reunió con académicos argentinos en universidades locales.
Anoche fue invitado a una cena del Consejo de las Américas (Council of the Americas) que preside Susan Segal. Alberto Fernández respondió preguntas a unos 38 empresarios argentinos residentes en los Estados Unidos, con intereses ligados a la electromovilidad, el litio, la industria automotriz, la energía, laboratorios y financieras, informó cancillería. El Presidente habló sobre los costos extras que implicó la guerra en Ucrania, a lo que se suma la sequía actual. Valoró los tres años seguidos que habrá crecido el país a fines de 2023 y negó que los gobiernos peronistas dejen “resultados negativos” como herencia. Ponderó la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Atribuyó al accionar de “grupos ambientalistas” el retraso de actividades exploratorias en minería.
También dejó algunas consideraciones políticas. Dijo que en países como Estados Unidos, Brasil o Francia, “la nueva oposición en el mundo es muy ultra”. A la pregunta sobre su reelección, respondió sobre la necesidad de “ir a las PASO” para resolver “la discusión de las candidaturas”.
La agenda matutina de hoy se concentró en la reunión con el Secretario General de la ONU, António Guterres, a quien Fernández le reiteró la solicitud del gobierno argentino para “reanudar las negociaciones” sobre “la cuestión de las Islas Malvinas”. También puso de relieve el impacto económico de “la peor sequía en los últimos sesenta años”. Como anticipando la charla de mañana con Biden, Fernández alertó por las deudas que “condicionan el crecimiento de los países y amenzan las posibilidades de desarrollo”.
A la par de la actividad presidencial, el canciller Santiago Cafiero, participó al mediodía, también desde Nueva York, de un encuentro virtual convocado por el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, para debatir distintas iniciativas para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. Fue el único embajador latinoamericano invitado. No es un detalle menor ocurriendo a menos de 24 horas de la cumbre presidencial en la Casa Blanca.
“El mundo quiere la paz en Ucrania, una paz que sea sostenible y de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional”, dijo Cafiero, que en su exposición también mencionó los pedidos por la paz del Papa Francisco. Poco antes de subirse al avión que lo llevó a Washington, Alberto Fernández recibió una noticia aliviadora desde Buenos Aires: La oposición de la Cámara de Diputados había fracasado en su intento de derogar los DNU relacionados al canje de los bonos en dólares.