Alfredo Cornejo no es certero sobre su futuro, todavía. Sí deja ver con claridad que ya no desecha la posibilidad de competir para ser gobernador de la provincia, otra vez.
Sin embargo, el senador nacional de la UCR no quiere excluir ni ponerle un “cerrojo” a nadie que quiera ser candidato. Evita polemizar hacia adentro y señala cuándo se resolverá la intriga: en febrero.
También deja por lo menos dos consejos para los otros aspirantes. Afirma que no conviene “florearse” como candidato en medio de la crisis y recomienda afilar el programa de gobierno para los próximos cuatro años, porque la gente no sólo vota mirando “para atrás”.
-Hubo un congreso la semana pasada que resolvió que la UCR va a tener un solo candidato.
-En Mendoza hay PASO, que es un instrumento muy positivo. La PASO restringe a la elite política un poco su poder de decisión. No es un tema menor que haya PASO, y dentro de las PASO, los partidos no nominan candidatos. Todos los que cumplan los requisitos se pueden presentar. Las candidaturas no las ordenan los partidos. Se hizo una recomendación del gobernador Rodolfo Suárez que quedó en el documento, que es propender a que haya uno solo candidato.
-¿Usted acompaña esa idea?
-Sí la acompaño, pero si alguno se quiere presentar, no está restringido, tiene que tomar el riesgo de competir. A nadie lo van a llevar alzado. Y vale para las otras fuerzas también.
-¿Si hay más de un candidato radical, no hay riesgo de que pase por el medio De Marchi?
-Son conjeturas, he visto muchas conjeturas previas a los procesos electorales que no se han dado.
-¿Piensa que le suben mucho el precio a De Marchi?
-Lo dijo usted.
-Entonces lo del congreso radical no es un cerrojo.
-De ninguna manera es un cerrojo. Si hay otros dirigentes radicales o no que se quieren presentar tienen todo el derecho. Y nosotros no podemos ponerles restricciones.
-Otro tema es que Julio Cobos dijo que tienen que haber reglas de juego para que los candidatos se se puedan mostrar antes de la Vendimia.
-La regla de juego es la PASO. Además hay que tener cuidado porque hay tal deterioro social con la inflación mediante que se está luchando todo el día con una realidad adversa. No hay nada para capitalizar como candidato en este contexto. Se va a mostrar la persona y se va a decodificar que está más preocupada por su carrera política que por solucionar los problemas de la gente. Tenemos una pobreza estructural y una móvil que tiene que ver con la inflación. No recomiendo florearse un año antes de la elección cuando las personas están luchando con eso. También hay un problema en la deliberación pública con temas que no se pueden resolver en la provincia.
-¿Tiene algún estímulo real para volver a ser gobernador?
-A mí me apasiona la gestión. Soy feliz en esta actividad. En los últimos meses veo la narrativa cultural del kirchnerismo y me desgano un poco. Me desgano para todo. Ahora, lo que creo es que si estamos en política tiene que ser para influir con las convicciones que tenemos. Yo veo buena parte de la dirigencia política argentina y mendocina más pensando en tener poder por tener poder. No por convicciones y programas. Hoy no tengo influencia nacional, cuando he tenido, logré que no se aplicara el impuesto al vino. En el resarcimiento de la promoción industrial logré un convenio de 1023 millones de pesos, nadie lo ha hecho. Y no fue fácil lograrlo. Yo veo que Anabel Fernández Sagasti, que tiene influencia sobre el gobierno nacional, no puede lograr destrabar Portezuelo del Viento que era un mero trámite. No puede o no quiere hacerlo. Igual que con alcohol cero que sería relativamente fácil hacerlo. Se llevaría el rédito político si lo hiciera.
-Tras casi 8 años de gestión, ¿qué problemas quedan por resolver en Mendoza? ¿Los están discutiendo?
-Sí, con muchos dirigentes que tienen legítima aspiración los estamos conversando. En el agua hay una mesa permanente en la que están Irrigación, varios intendentes, el gobernador y funcionarios, acerca del banco de proyectos y el plan hídrico. Ahora, sobre la primera pregunta, en las competencias básicas de la provincia, que son justicia, seguridad, la administración de salud y la educación, en todos los servicios estamos mejor que hace siete años, pero estamos lejos de lo óptimo. Doy algunos ejemplos. En educación tuvimos una mejoría en los exámenes y luego de la pandemia hemos decaído, pero menos que la mayoría de las provincias. Hay indicadores muy claros para demostrarlo. Pero también reivindico que tenemos instrumentos de estados inteligentes, como el GEM. Sin el GEM no podríamos haber seguido la trayectoria de todos los chicos en la virtualidad, y hemos distinguido que hay 18 mil que no tienen teléfono o tienen uno solo en la familia y a los que se les han dado clases particulares. Eso es un súper progreso. En seguridad, hemos sido relativamente exitosos en delitos violentos según las estadísticas homologadas. Ahora, siguen habiendo entraderas y robos. A esas cosas hay que encontrarles solución. En administración judicial, se ha creado el clima para un mejor servicio, con infraestructura para juicios por jurado y para la oralidad y con resultados muy alentadores. Pero hay muchas cosas por resolver y una agenda que queda inconclusa. El control de legalidad yo lo quisiera mucho más corto, como en Chile. Incluso para delitos menores.
-También ha hablado del laboratorio de huellas genéticas, que lo quiere a nivel nacional.
-En ese caso, está relativamente probado que las entraderas son por gente de afuera que viene, alquila una casa, se instala cinco días, estudia el movimiento, comete la entradera y se vuelve a su provincia. Y cuesta hacer la trazabilidad. En esas cosas es un desafío la seguridad. También está la digitalización de la administración de la salud y su armonía en compras con OSEP. El equipo que ha mejorado en estos cuatro servicios es el que está mejor preparado para las cosas que faltan, como mejor seguridad y mejor servicio de justicia.
-¿Y en obra pública?
-Sí, también en obra pública. Nosotros tenemos una disponibilidad enorme que no hemos podido ejecutar por culpa exclusiva del gobierno nacional. Son esos 1023 millones de dólares de Portezuelo. Tardaríamos unos cinco años en ejecutar los 1023 millones de pesos en forma muy eficiente. Eso es un objetivo para el próximo, ahora hay que hacerlo bien, porque también se puede dilapidar en obras que no sean sustentables.
-¿El dique El Baqueano es la obra a hacer?
-Los técnicos están muy enamorados de esa obra y me rindo ante esa explicación. Pero sí a mí me dicen, hay que ir a un sistema para poner recursos en la agricultura para la optimización del riego, pero que el privado se comprometa a poner recursos “vis a vis” con ese fondo. Eso le daría un valor agregado superior a la agricultura competitiva. Pondría énfasis en la realización de micro obras que tienen que ver con la optimización del agua. También en la optimización de los usuarios residenciales, donde ha trabajado bien Aysam. Invertir en obra pública estratégica es clave, lo que no significa que no se haya hecho obra pública en este tiempo. Se ha estado probablemente muy pendiente del gobierno nacional en obra pública, que no ha hecho muchos aportes a Mendoza.
-¿Hay que reabrir el debate de la matriz productiva y la minería?
-Hay que hablar sin eufemismos. La matriz productiva es un lugar común que no dice nada, porque es bastante diversa la matriz. Lo que no tiene Mendoza es minería megametalífera. Tiene casi todas las actividades económicas. Sigue siendo muy influyente la agricultura en todos los aspectos, en especial en el sistema político. Están sentados en todas las mesas de poder. Gracias a esa diversidad, en Mendoza hay un control social del poder político muy superior al de las otras provincias. Hay que ingeniársela para darle gobernabilidad a esta provincia. Se requiere generar los consensos para esta sociedad más compleja. En Cerro Amarillo, en algunos barrios privados hablan de empezar a organizarse, y es un proyecto con mucha solvencia técnica. En Hierro Indio, se aprobó la exploración en mi gestión. Y todavía el dueño no encontró inversión para hacer la exploración. Las condiciones nacionales no hacen que pueda fluir la inversión. Además, se ha tenido que hacer cargo el Estado con plata de PRC. Espero que aparezcan compradores.
-¿Dice que la política arriesga demasiado para lo que la minería le puede prodigar?
-Exactamente. Pero también hay que decir que mucha de la gente que hace minería en San Juan vive en Mendoza. Por algo eligen a Mendoza y tiene que estar en valor eso también.
-¿Qué va a hacer en 2023?
-Lo tenemos que conversar. Soy prudente, tomo mis recaudos en las decisiones políticas generales y particulares. Esperaba una reacción más fuerte del pueblo argentino ante un gobierno tan malo como el que estamos teniendo. Me alentó un poco el triunfo opositor de las legislativas, pero quedó pírrico ese triunfo, porque no hemos logrado quebrar la línea descendente que traemos. Pero el desgano no es para bajar los brazos. Quiero capitalizar el trabajo de estos años, los antecedentes, lo estudiado que tengo los temas nacionales y provinciales y los equipos. La respuesta no está cerrada. Pero quiero influir en temas políticos que faltan y lo puedo hacer quedándome de senador nacional, creo que también puedo hacerlo como gobernador y en el gabinete nacional. Creo que puedo hacerlo en cualquier lugar. Y eso es lo que pienso, no es una jugada de ajedrez. Escucho al resto de los intendentes y a Rodolfo (Suárez), quien tiene una posición muy definida sobre mí. Los escucho pero todavía ni tenemos cronograma electoral. Y en líneas generales nuestros dirigentes están pulidos para enfrentar el desafío de gobernar Mendoza. Lo que tenemos que hacer es pulir el programa. Yo los quisiera más finos en el desafío para adelante, porque el comportamiento electoral no lo hacen sólo mirando para atrás. También miran para adelante y qué se ofrece de futuro colectivo. En lo segundo hay que explicar muy bien el sendero.
-¿Todos los intendentes están en igualdad de condiciones en el caso que no fuera candidato a gobernador usted?
-No creo que todos estén en igualdad de condiciones porque hay diferencias respecto de su conocimiento. Creo que todos tienen cualidades y califican para el lugar. Pero no solo los intendentes, Luis (Petri) también, quien enfocó en las dificultades nacionales. Y Omar (de Marchi) también tiene calificaciones. Pero algunos están mejor que otros. Hay que definirlo entre todos en febrero. Los únicos plazos válidos son los del cronograma electoral.
EL FALLO A CRISTINA
-¿Qué reflexión hace ante las reacciones del kirchnerismo tras el fallo de la causa Vialidad?
-Tienen muy claro el relato y lo explican en forma simplificada. La explicación de ellos no es que Cristina es inocente, sino que todos roban. El segundo punto es que hay una conspiración en su contra que tiene jueces y medios masivos de comunicación como un contrapoder. Esas dos cosas son conspirativas y son partes de la hipótesis. La primera nos pone a todos en el mismo nivel y ellos quedan como antiestablishment, que es un lugar cómodo. Pero es ridícula la generalización porque hay gente que no roba. Además, del 83 a la fecha, la mayoría peronista/kirchnerista ha designado todos los jueces. El peronismo apoya a Cristina, a pesar de que ha designado y sigue designando a todos los jueces ¿Los designaron para que fueran leales toda la vida? ¿Esperaban de los jueces otra cosa?
-¿Son preocupantes los chats y el viaje de jueces, funcionarios y empresarios que el kirchnerismo denunció?
-Por supuesto, claro. Ahora, si todo vale, si los chats son ilegalmente obtenidos, el contenido pasa a un segundo plano. Por qué lo sacaron el día anterior al fallo. El juez Ercolini fue quien los sobreseyó por enriquecimiento ilícito. Y había uno de Alberto Fernández. Si los chats son ciertos, me imagino que se investigará la ilegalidad. Debemos estar abiertos todos a una investigación. Pero en la forma a la que se accede, debemos pensar que cualquiera de nosotros puede estar sujeto a que le pase. Un periodista tendría más razón para publicarlo que un Presidente haciendo una cadena nacional.
-¿Qué desafío plantea el fallo para Juntos por el Cambio?
-Nadie de nosotros debe atribuirse la representación total del pueblo argentino. Pero hay consenso en que una persona poderosa no es condenada durante el ejercicio de poder. Buena parte de la gente creía que los jueces no se iban a animar a Cristina. Ese es el dato histórico y positivo. Juntos por el Cambio debe conectar con esa demanda. Son lamentables los que compran un discurso de que esto es contra el peronismo, la mayoría lo hace de cobardes. Imagínense que en Mendoza (el ex intendente del PJ condenado Luis) Lobos hubiera puesto un tuit hablando de una conspiración, se reirían a carcajadas, porque Lobos ha tenido las garantías del proceso.
LA VALORACIÓN DE SUÁREZ
-¿Está conforme con Rodolfo Suárez?
-Sí sí. Rodolfo está haciendo un buen gobierno en el contexto de un país muy deteriorado y con un pésimo gobierno nacional. Le ha tocado esa mala suerte, pero está haciendo un buen gobierno.