No se podía esperar otra decisión. El gobierno provincial resolvió replantear los montos del Impuesto Automotor de este año. Fue una medida a tiempo en virtud del malestar de la población por el fuerte aumento y de la jugada, lógica, de la oposición en su conjunto pidiendo retrotraer valores. Mientras tanto, el descontento creció en la población, lo que comenzó a reflejarse en las redes sociales.
El oficialismo ya había soportado la avalancha en el Senado negándose a debatir el planteo opositor sin antes consultar al Ejecutivo, o a la espera de alguna alternativa, como la que expresó esta mañana el ministro Lisandro Nieri. Seguramente, más de un llamado debe haber llegado al Gobierno de los ocupantes de las bancas oficialistas alertando de la tormenta política y social que se estaba formando.
Nieri advirtió y admitió el rechazo generalizado a los nuevos valores impositivos y, a pedido del Gobernador, salió a informar que habrá un replanteo de los montos. Pero lo hizo defendiendo la metodología de ajuste que se utiliza, según el valor de mercado de los automotores. Por eso, más allá de prometer revisar los incrementos, consideró que también habría que revisar “lo que pasa” con el valor de los vehículos, que tuvieron incrementos de hasta 150%.
Por eso también desde el Gobierno anuncian que la revisión del Impuesto Automotor se realizará en reunión con los intendentes, ya que los municipios reciben un muy amplio porcentaje de lo que se recauda a nivel provincial. Y todos están necesitados de ingresos luego de un año pobrísimo en recaudación y un 2021 que no deja de ser una incógnita. Entre los jefes departamentales hay seis que pertenecen al PJ. Hasta ahora ninguno de los 18 se ha expresado. A no dudarlo, coparticiparán el costo del replanteo hecho por Hacienda y difícilmente tengan muchos argumentos para discutir la decisión.
Este tropiezo no podía pasar inadvertido para Suárez. El jefe del Ejecutivo mantiene una imagen positiva alta y el año electoral que ya transcurre le plantea el desafío de tener que plebiscitar su gestión, más allá de lo que decida en cuanto a la fecha de las legislativas provinciales. El “impuestazo” repercute directamente en la gente que vota a Cambia Mendoza. Además, hay algún frente de tormenta todavía amenazante, como el del sector docente ante el inicio de las clases determinado por la DGE.
La imagen de un gobierno sin mayores apuros también contribuirá al resultado de la contienda nacional de octubre. Por el contrario, problemas en una de las pocas administraciones no peronistas del país no sería una buena carta de presentación para quienes se postulen aquí desde el oficialismo mendocino para ser electos senadores o diputados en el Congreso.
Barajar y dar de nuevo con el Impuesto Automotor. La política generalmente es la que manda.