El crimen de un kiosquero en el caliente oeste del conurbano bonaerense dejó al gobierno de Alberto Fernández sin reacción, aunque no por ello sin campaña electoral, y enardeció a la oposición, que ve en esta situación de convulsión y hartazgo en un sector de la sociedad una oportunidad para estirar su ventaja en las urnas el domingo próximo.
Aníbal Fernández, ministro de Seguridad, fue el único del gabinete nacional en salir a hablar del crimen de Ramos Mejía, La Matanza, que conmocionó al Gran Buenos Aires. Hubo expectativa por palabras del Presidente, pero no llegaron.
El Presidente estuvo con Sergio Massa en Moreno, junto a trabajadores municipales. Allí hablaron de la propuesta de transformar planes sociales en empleo, informó el Gobierno. Luego estuvieron con vecinos de ese partido del oeste del Gran Buenos Aires.
El mandatario pidió salir a explicarles “a los vecinos que no es todo lo mismo, que cuando uno pone una boleta o la otra en la urna no sale el mismo país”. “Hay que decirles que no queremos volver atrás al tiempo donde los dólares se fugaban y nuestros bolsillos se vaciaban, al tiempo donde un jubilado tenía que elegir entre pagar sus medicamentos o pagar la tarifa de la luz. No queremos volver a ese tiempo”, remarcó.
Tampoco habló del tema del momento la primera candidata a diputada nacional por Buenos Aires del oficialismo, Victoria Tolosa Paz. Este martes estuvo en un establecimiento que se dedica a la producción de kiwis, en General Alvarado, en el sudeste bonaerense.
Las palabras del ministro
En la mañana, el ministro de Seguridad mostró el costado crudo del pensamiento oficial: “No podemos poner un policía en cada esquina y los gendarmes no se consiguen en una góndola de Carrefour”, dijo. Y afirmó que habría sido “espectacular” prevenir el asesinato del kiosquero.
Fernández también invitó a analizar que las estadísticas de delitos graves mejoraron respecto de cuando gobernaba el macrismo. Y expuso así la preocupación del Gobierno de contrastar con la gestión anterior, ya que Juntos por el Cambio es el mayor contrincante electoral.
En la Casa Rosada reina el silencio. Pero los funcionarios que rodean al Presidente fortalecieron en las últimas horas una línea discursiva que habían empezado a cultivar después de las elecciones primarias: “No es el 14, es el 15″. Así, dan por hecho que el Frente de Todos sufrirá una nueva derrota el domingo.
Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas y operador electoral del Gobierno, ya pidió que “a partir del 15 y durante los próximos dos años”, se mida a la gestión de Fernández por “la capacidad que tuvo para generar laburo”. Es la misma línea que Juan Manzur, jefe de Gabinete, está “bajando” a gobernadores e intendentes para que desparramen en sus distritos.
Tras el resultado adverso en las elecciones primarias, no hubo “plan platita” y las mejoras de los indicadores económicos aún no llegan a todos. Sí, en cambio, la inflación sigue arriba del 50% anual (el dato de octubre de conocerá este jueves) y ahora se metió en el debate un tema que siempre está latente: la inseguridad.
El asesinato de Roberto Sabo en Ramos Mejía el domingo fue un caso más. En la marcha popular del lunes en la noche se observó bronca e impotencia. No solo por ese crimen, sino por la ola de inseguridad que afecta a todo el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Qué dicen las estadísticas
En Buenos Aires hubo 2.826 víctimas de homicidios dolosos en los últimos tres años, según el Sistema Nacional de Información Criminal de la Argentina; esto indica que hay 2,5 homicidios por día. En la Capital Federal hubo 364; uno muerto cada tres días.
Si se analizan las tasas de homicidios dolosos cada 100 mil habitantes, la nacional es del 5,1%. En tanto, la bonaerense se ubica en 5,8%; y la de la Ciudad de Buenos Aires, 4,5%. Los datos son los más bajos en quince años.
En cuanto a las estadísticas, Fernández tiene razón. Pero hay una demanda social concreta que va más allá de la cantidad de muertos en una sociedad que atraviesa complejos problemas económicos (inflación, desocupación y pobreza).
Vivir con miedo y presión en el bolsillo
Mirando un poco más allá del GBA, un estudio del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la UBA sobre 1.480 casos en grandes conglomerados urbanos indicó que la inflación aparece en el primer lugar en la lista de “mayores problemas del país”, y la inseguridad, en el segundo.
Entre los votantes de Juntos por el Cambio, el podio se conforma con “corrupción”, “el kirchnerismo” y la “inseguridad”. Entre los simpatizantes del Frente de Todos, la inseguridad salta al octavo puesto y lideran la justicia, la deuda y la pobreza.
Ante la pregunta sobre cuál es el mayor problema personal que se afronta, la inseguridad se impone primera siempre. Atrás vienen la inflación, la incertidumbre económica, el desempleo, la pobreza y la desesperanza.
Opina Argentina hizo también un sondeo de 1.335 casos en la provincia de Buenos Aires este mes. ¿Cuál es el principal problema que debería solucionar el Gobierno?, fue la pregunta. El 31% respondió la inflación; el 27% la desocupación; el 17% la corrupción; y el 12%, la inseguridad.
Las urnas, a la vuelta de la esquina
Los funcionarios que se animan a analizar en off the récord lo ocurrido desde el fin de semana entienden que el crimen del kiosquero por el que toda su comunidad salió a la calle tendrá un impacto negativo para el Frente de Todos en las urnas. Y casi que no hay ánimo para hablar del tramo final de la campaña.
La consultora trespuntozero hizo una encuesta de 1.200 casos en territorio bonaerense el iniciar noviembre, antes del crimen. El 59,1% tiene una imagen negativa de la gestión del Gobierno nacional. Y de la administración de Axel Kicillof, el 59%.
Mientras, Juntos por el Cambio va por la gloria electoral. Este martes el primero candidato a diputado nacional de Juntos, Diego Santilli, con Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, entre otros, se sentaron a escuchar las demandas sociales en la Plaza Eva Perón, de Merlo, un distrito que tiene los mismos dramas de inseguridad que el resto del conurbano.
No obstante, por temor a que el reproche popular por el crimen de Sabo los toque de alguna manera, Juntos ha decidido “levantar el acto de cierre de campaña (previsto para este martes) de la Tercera Sección” electoral, donde está La Matanza.
“Necesitamos ponernos a trabajar de verdad y todos juntos, más allá de toda diferencia ideológica o política, para cuidar la vida de cada vecino de la provincia. Quiero una provincia dónde los que tengan miedo sean los delincuentes, y nunca más los laburantes”, dijo Néstor Grindetti, intendente de Lanús y jefe de campaña de Santilli.