El rebote que viene registrando la actividad económica de la Argentina tras el piso de abril registró una desaceleración en julio, un mes que estuvo marcado por dos semanas de cuarentena estricta en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y otras zonas del país.
Los datos desestacionalizados que se conocieron ayer indican que la economía creció en julio 1,1% en la comparación mensual. Ese movimiento estuvo muy por debajo del rebote del 9,5% mensual de mayo y del 7,5% de junio.
Si se compara con la performance de la mayoría de países de América Latina, el resultado también es magro. Perú creció 7,5%; México 5,7%; Colombia, 2,5%; Brasil, 2,2%; Chile, 1,7%; Paraguay avanzó 0,9%. La situación sanitaria y las medidas oficiales, no obstante, son distintas.
En Argentina, el AMBA, Chaco, el Departamento de General Roca (Río Negro) y el aglomerado urbano de la ciudad de Neuquén, entre otros, están en Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).
Esa medida acordada por el presidente Alberto Fernández con los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, permitía -por ejemplo- sólo salir para las compras de provisiones. Pero fue acatada parcialmente al menos en el AMBA, donde hubo más movimiento que en la cuarentena de marzo.
El resto del país estuvo en fase de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO), es decir, una cuarentena menos rígida pero que de todas maneras genera complicaciones para la actividad productiva y el consumo interno.
En ese contexto, otro dato que muestra el freno de la actividad es la comparación anual. La mayor caída también se había dado en abril con un 25,5%; la contracción de mayo fue del 20,1%; la de junio, del 11,7%; y ahora se conoce un descenso que es peor, del 13,2% en julio.
Estos resultados se desprenden del Estimador mensual de actividad económica (EMAE) que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El mismo marca que en siete meses, Argentina se contrajo 12,6% con relación al mismo período del año pasado, que ya había tenido registros rojos.
Un análisis de la consultora Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres) indicó que si se analizan los datos en forma desestacionalizada, la actividad económica de julio estuvo 11,6% por debajo de la de febrero de 2020, el último mes antes de la llegada de la pandemia de Covid-19. “De esta forma, en julio prácticamente se frenó el repunte que mostraba la actividad en los dos meses previos”, indicó la consultora.
Datos por sectores
Solo dos sectores crecieron en julio por encima del mismo mes de un año atrás: intermediación financiera, con un 2,9%; y Electricidad, gas y agua, con un 4,4%. El resto registró caídas.
La actividad pesquera se contrajo 67,1% y fue la que peores indicadores tuvo. Hoteles y restaurantes se hundió 65,4%: la baja fue menor a la de otros meses porque en algunas provincias está habilitado el turismo interno con estrictos protocolos. El rubro de otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales bajó 60,3%.
Otros sectores sensibles para el empleo también mostraron contracciones muy fuertes: la construcción bajó 30,1% anual y el comercio mayorista, minorista y de reparaciones descendió 5,8% anual. El sector de transporte y comunicaciones se contrajo 23,2% y la industria manufacturera descendió 8,1%. La explotación de minas y canteras, a su vez, bajó 14,4% en la comparación anual.
“Las restricciones globales a la circulación de las personas con el objetivo de mitigar la pandemia de la Covid-19 afectan a un conjunto significativo de actividades económicas en todos los países”, dijo el Indec.
Datos que anticipan tendencia
El 7 de octubre recién se comenzarán a conocer indicadores económicos de agosto, con construcción e industria manufacturera. No obstante, hay algunos datos que permiten observar que la tendencia continuó siendo similar: rebote, pero muy tenue, por debajo de lo que esperaba el Gobierno.
En la consultora Orlando Ferreres & Asociados señalan que los datos preliminares analizados para su Índice General de Actividad (IGA) indican que en agosto la actividad estuvo mejor que en julio: si bien la caída interanual fue del 8,5%, el dato mensual volvió a subir al 1,6% (cuando había sido de sólo 0,6% en junio).
La Fundación para el Desarrollo del Servicio Eléctrico (Fundelec) advirtió ayer que los consumos comerciales e industriales mostraron “una caída importante” en agosto, mientras que los residenciales ascendieron levemente sin poder compensar la retracción como en meses anteriores.
En un análisis, la consultora Ecolatina advirtió que es momento de que el Gobierno de señales claras para poder generar una mejora en las expectativas. “Tras el fuerte aumento de la base monetaria, el stock de instrumentos de esterilización y las presiones cambiarias, los agentes económicos precisan una señal clara de que el desequilibrio fiscal/monetario excepcional producto de la pandemia y la cuarentena no continuará el año entrante”, señaló.