El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, expresó su desacuerdo con la decisión de Ricardo Quintela de llevar a la justicia la disputa por la presidencia del Partido Justicialista (PJ). Durante un acto en Ensenada, Kicillof reiteró su posición a favor de la unidad del partido y dejó claro que no tiene intención de involucrarse en las internas. “Es una opción totalmente descabellada”, aseguraron fuentes cercanas a su equipo en La Plata, indicando que consideran inapropiado judicializar la elección partidaria, una postura con la que también se mostró de acuerdo con Kicillof.
El mandatario bonaerense se encuentra en una posición incómoda en medio de la disputa interna entre Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador de La Rioja, aunque su equipo ha marcado distancia de los conflictos. El propio Kicillof no se ha pronunciado abiertamente sobre la judicialización del proceso electoral interno, pero sus allegados han dejado en claro su descontento ante el accionar de Quintela, a quien acusan de irregularidades en su candidatura. De acuerdo con fuentes cercanas, Kicillof supo desde el viernes pasado, gracias al ministro Gabriel Katopodis, sobre inconsistencias en la lista de Quintela.
En su discurso de esta tarde en Ensenada, en un evento previo al Encuentro Provincial de Salud Popular y Comunitaria, Kicillof reforzó su llamado a la unidad y rechazó los enfrentamientos internos en el peronismo. “Nuestro pueblo nos pide que estemos unidos. Que en lugar de plantear cualquier tipo de división y disputa, busquemos la unidad. Que tiene que estar en nuestra concepción, en la lucha, en la calle y en la gestión de gobierno. A todo lo que dicen, les vamos a responder lo mismo: unidad de acción, unidad de concepción, nada de internas, nada de quilombos”, expresó con firmeza.
Sin embargo, en el cierre de su discurso fue aún más claro: “Si a mí me buscan para una discusión, una disputa o una lucha, con el único que me quiero pelear es con el que está quebrando nuestro país, con Milei y con sus socios. Nunca me van a encontrar contra un compañero”. Con esta declaración, Kicillof marcó su posición en un momento en el que el peronismo se ve sacudido por divisiones internas.
A pesar de su negativa a involucrarse en la contienda, Kicillof ha optado por no posicionarse abiertamente a favor de una figura específica para la conducción del PJ, manteniendo una autonomía que ha incomodado a algunos sectores del kirchnerismo. Desde que se presentaron las dos listas, Kicillof ha respaldado en privado la candidatura de Fernández de Kirchner sin mostrar un apoyo explícito. Esto ha generado malestar en el kirchnerismo, especialmente en el sector más leal a la ex presidenta, donde consideran que el silencio del gobernador bonaerense representa una “decepción” e incluso lo acusan de traición, aunque evitan hacerlo abiertamente.