Este mediodía se reunieron los jueces de la Suprema Corte de Justicia para tratar el proyecto de reforma que impulsa el gobierno provincial. Lo hicieron cinco de los siete integrantes y uno se conectó virtualmente. Extraoficialmente se informó que las negociaciones continuarán hoy.
Los que participaron fueron el presidente del máximo tribunal, Dalmiro Garay, y los jueces Pedro Llorente, José Valerio, María Teresa Day (ala filoradical) y Mario Adaro (único filoperonista). En realidad, hay una salvedad: Omar Palermo, también filoperonista, estuvo conectado virtualmente. Julio Gómez estuvo ausente.
El encuentro, en el que primó el hermetismo (no hubo fotos siquiera), se llevó adelante después de la reunión del Jury de Enjuiciamiento, que decidió la suspensión de la jueza de familia María Elizabeth Lizán.
A pesar de la prisa del radicalismo para tratar el proyecto el próximo miércoles, después de esta semana que acordaron de pausa, los jueces tomaron esta reunión como un puntapié en la búsqueda de acuerdos. Por lo cual el análisis podría extenderse más de lo previsto.
A esta instancia se llegó luego de intensas jornadas de debate, dónde hubo voces a favor y en contra de la propuesta de Rodolfo Suárez. Valerio y Garay la defendieron, y Palermo y Adaro la criticaron con dureza.
El martes, cuando terminaron las exposiciones en la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales, el oficialismo se prestaba a elaborar dictamen para que el proyecto se tratara al día siguiente en la Cámara de Diputados. Sin embargo, sus aliados le pusieron un freno al optimismo radical y decidieron extender el debate. Se trató de Jorge Difonso (Frente Renovador) y Gustavo Cairo (PRO), dos votos necesarios para darle despacho.
En consecuencia, la comisión decidió enviarle una carta a la Suprema Corte para que ellos busquen una propuesta “superadora” y la devuelvan a la Legislatura para su tratamiento.
El presidente de la Cámara de Diputados, Andrés Lombardi, le escribió al titular de la Corte, Dalmiro Garay: “Me es grato dirigirme a Usted a efectos de solicitarle y por su intermedio a todos los miembros que integran la Suprema Corte de Justicia, tengan a bien hacer llegar a la Comisión enunciada una propuesta superadora de consenso en relación al Proyecto de referencia, mediante el cual se propone modificar la organización de la Suprema Corte de Justicia”.
El peronismo celebró la decisión, ya que aspiran a que “sea la propia Corte la que defina su funcionamiento y no la Legislatura”, dijo el jefe del bloque del Frente de Todos en el Senado, Lucas Ilardo.
De esta manera, hoy se llevó adelante el primer encuentro y el debate podría extenderse mucho más de lo que anhela el oficialismo porque la postura de sus dos aliados es darle el plazo que necesiten los jueces para ponerse de acuerdo.
“Si ellos necesitan más días, lo podrán pedir. Lo importante es que puedan consensuar las posiciones internas de ellos. Así que estamos generando ese ámbito para destrabar la situación y que no sea una imposición de números”, sostuvo Difonso en diálogo con Los Andes.
En tanto, Valerio dijo esta mañana que está “dispuesto a charlar todo lo que quieran” pero no está dispuesto para el “‘toma y daca’ político”. Para el magistrado “quedó claro que no había divisiones partidarias sino posturas de acuerdo al pensamiento de cada uno. Porque aún, cuando se dice filoperonista o filoradicales, no son todos iguales”.
Además denunció que “el trasfondo político es que desde afuera pretenden, unos y otros, dominar la Corte” en relación a la disputa partidaria que se despertó en la Legislatura.