De profesión ingeniero civil, Rolando Baldasso tiene varios años en la arena política mendocina, con la curiosidad de estar actualmente en el PRO, y tener pasado justicialista. Sin embargo, hay un hecho en su carrera profesional que trasciende lo partidario: la concesión de Potasio Río Colorado a la empresa brasileña Vale.
Estuvo desde el inicio de la concesión y participó del final cuando la Provincia recuperó los activos en lo que considera un acuerdo beneficioso. El cambio de actitud de la empresa y la venta de la línea de fertilizantes por parte de la firma internacional, fueron clave para el Gobierno mendocino.
Sus primeros pasos en la gestión pública fueron de la mano de Eduardo Sancho, actual presidente de Fecovita. Lo considera un amigo y lo ve en algunos eventos esporádicos, pero hoy no es su referente político. Ese lugar lo ocupa Omar De Marchi, el presidente del PRO.
Eran los años ’90 y Rodolfo Gabrielli se sentaba en el sillón de San Martin. En el armado del equipo designaba al referente vitivinícola al frente del Departamento General de Irrigación. Y Baldasso, con un posgrado en Hidrología General y Aplicada obtenido en el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) en Madrid, España, empezó a desempeñarse como ingeniero hidráulico.
Desde allí empezó a forjar su carrera en cargos provinciales y municipales con distintos dirigentes, en su mayoría peronistas, aunque su perfil siempre se emparentó más con lo técnico que con la rosca política. En 2011, después de haber trabajado en la gestión de Celso Jaque como Director de Hidráulica de la Provincia primero, y como titular de Aguas Mendocinas cuando se estatizó, formó parte del equipo de Francisco “Paco” Pérez.
Como ministro de Infraestructura y Energía del último gobierno peronista fue clave en la novela de Vale y Potasio Río Colorado. Y ahora sentado en una banca en el Senado representando al PRO, luego de que De Marchi lo llamara para sumarse a sus filas, fue quien defendió en Legislatura el acuerdo firmado por el gobernador Rodolfo Suárez.
“Recuerdo las discusiones, y hay declaraciones sobre eso de Pérez y del ingeniero (Carlos) Molina que era el Director de Minería, diciendo que le iban a quitar los derechos mineros a Vale. Todo eso nunca sucedió porque Vale moviendo cualquier máquina, manteniendo la mina con vida y demostrando que no la has abandonado, detuvo esa discusión”, recuerda Baldasso a Los Andes.
Recordando los tiempos de actividad de Vale, Baldasso vio de primera mano cómo la empresa fue “muy fastidiada”, en todas las etapas de aprobación por las que iba pasando el proyecto. “Yo te doy la aprobación pero vos me das un hospital o algo”, repite el ingeniero repasando las localidades involucradas en el proyecto. Y hay un adicional: “les pidieron las inversiones previas porque como toda empresa privada, había desconfianza, así es que el hospital y la terminal de Malargüe las hizo Vale”.
La cadena de subcontratistas es otro de los ítems que el senador del PRO tiene en detalle. “Vale había contratado a tres brasileños, entre ellos Oderbrech, que a su vez había subcontratado a Techint y a otra empresa. De ahí, a la Cámara Argentina de la Construcción, a su vez la Cecim (Cámara de Constructores Independientes de Mendoza) que subcontrató a empresas chiquitas. Esas cinco cadenas te daba un costo importante, porque mandabas 100 dólares de los que llegaban muchos menos; eso fue otro elemento que generó la paralización”. A este cóctel de factores hay que adicionarle que la empresa no encontró en ese momento una mirada del Estado nacional ni provincial que la sedujera a quedarse, por lo tanto la relación terminó de finiquitarse.
La crisis de Brasil de 2015 (la economía se contrajo 3,8 puntos) fue un punto de inflexión en la relación de la empresa y la provincia porque evalúa las inversiones hechas en Malargüe; las trabas burocráticas y económicas desembocaron en el final conocido. Ese fue uno de los factores que benefició en la negociación.
“El acuerdo es bueno porque le entregan la totalidad de los bienes muebles e inmuebles, no es que se llevan una parte y sólo pidieron la cláusula de indemnidad. Los juicios se los lleva Vale, la provincia se hace cargo de encontrar un inversor. La infraestructura está en muy buen estado”, agregó luego de haber visitado la mina en un viaje organizado por legisladores oficialistas.
Terminada la gestión de Pérez no tuvo llamados para continuar con el peronismo y apareció Omar De Marchi, a quien conoce de Luján, y si bien es 2 años mayor que el presidente del PRO, han compartido momentos en la adolescencia. Al ser invitado a integrar la lista legislativa, se sumó a las huestes del actual diputado nacional que lo llevaron a la Legislatura.
Con casi un año desempeñándose como legislador, tarea que no había experimentado porque siempre estuvo abocado a gestiones ejecutivas, Baldasso aspira a cumplir su función y poder ser “un digno representante”.
