El tratamiento del proyecto de Boleta Única en Mendoza volvió a dilatarse en la Legislatura, ya que la comisión que estudia los detalles de la iniciativa no votó ayer un despacho para ser debatido en el recinto, y la fecha de posible tratamiento en el Senado será en la próxima sesión del 8 de marzo, que será luego de los feriados de Carnaval y también la Fiesta de la Vendimia.
Ayer al mediodía, el oficialismo presentó un modelo de lo que sería la Boleta Única en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales, y volvió a negociar algunos cambios propuestos por la oposición.
Si bien es prácticamente un hecho que Mendoza tendrá Boleta Única en las próximas elecciones, restan todavía acordar detalles que podrían tener impacto en los comicios. Si bien hay dos posturas oficiales de oficialismo y oposición respecto a grandes temas, dentro de cada uno de los espacios se muestra un abanico de opiniones sobre casos particulares, las que hay dudas y también cálculo electoral.
Lo cierto es que el modelo que se mostró en el edificio del Senado satisfizo en gran parte a cada uno de los presentes. El principal cambio que se promovió fue de ubicación de los partidos y categorías. La idea principal es que las categorías a elegir (gobernador, legisladores, intendente, entre otros) sean presentadas en filas, mientras que los partidos o alianzas estarán por columnas y se caracterizarán con imágenes y también colores para que puedan diferenciarse con claridad.
Por otro lado, también se piensa en que los espacios puedan tener en las elecciones Primarias solamente dos colectoras, para evitar sobre todo que sea tan grande la boleta que se entregará a los electores.
Diego Costarelli, senador de Cambia Mendoza, sostuvo a Los Andes que el modelo fue “bastante aceptado” por los legisladores y que seguirán debatiendo las “líneas generales” del proyecto para sacar un despacho el miércoles que viene.
Dudas a resolver
Si bien aún no hay un acuerdo final, el radicalismo adelantó que defenderá la posibilidad de que haya un casillero en el cual el elector pueda votar boleta completa.
Es decir que, en un hipotético caso que se apruebe y reglamente la Boleta Única para las elecciones provinciales, en dicha papeleta, como primera opción debajo de los nombres de cada uno de los partidos o alianzas, habrá un casillero que dirá “Votar lista completa”.
Tampoco se pondrá en discusión el tema de la simultaneidad de elecciones, que había pedido parte de la oposición. Desde el oficialismo aclararon que si se vota de forma unificada a las nacionales, se votará con el sistema de boletas partidarias, como establece el Código Nacional Electoral.
Pero por otro lado, el radicalismo está propenso a flexibilizar su posición en otro pedido formulado por el Frente de Todos y también por los aliados del Pro, que es el de resolver qué ocurriría con el voto de un elector si elige, por ejemplo, a la lista completa del “Partido A”, pero también marca un casillero de una categoría de una lista diferente, como podría ser por ejemplo la de gobernador del “Partido B”.
En ese caso, el oficialismo tiene la idea de que debería prevalecer el voto a la lista completa, y por ende que en dicha categoría a gobernador, se sume un voto al Partido A. No obstante, para la oposición y también el Pro, debería ser un voto nulo en esa categoría, ya que “se están votando a dos candidatos diferentes para un mismo cargo”.
Hay una tercera alternativa que incluso tiene como adeptos a algunos legisladores radicales como también peronistas, y es que, en realidad, en ese caso debería prevalecer la intención que tuvo el elector de elegir al propio candidato, sin distinción de si votó la lista completa de otro partido.
Al margen de estas posturas, tiene las de ganar la opción que anula los votos superpuestos, pero ese tema se deberá ver en el proyecto escrito que se presente el miércoles que vine.
Evitar el “voto en cadena”
Otro tema que se tiene que resolver antes del miércoles que viene es dónde votarán los mendocinos. Desde el Frente de Todos se planteó la idea de evitar el llamado “voto en cadena”, una práctica típica del clientelismo político, que consiste en que el elector en el cuarto oscuro se saca una foto junto a la boleta única ya marcada con el voto, y la entrega al puntero político como prueba de su voto, a cambio de dinero o alimentos.
Miriam Gallardo, senadora peronista, declaró a Los Andes que propusieron, para evitar esa posibilidad, que haya una prohibición de ingresar al cuarto oscuro con celulares o aparatos electrónicos.
Otra posibilidad que se baraja es la de que haya pequeños “boxes” para votar y que también la autoridad de mesa pueda controlar que no se estén sacando fotos en el acto de votación. También está en discusión la chance de que la mesa de fiscales y autoridades estén dentro del cuarto oscuro; así como también la instalación de “tabiques” para dividir dicho cuarto oscuro en dos, y de esta manera se podria además agilizar la votación en cada mesa.
¿Cuántas boletas se imprimen?
Teniendo en cuenta que las dudas son varias, se planteó una más, y es la incógnita de cuántas boletas se tienen que imprimir, a sabiendas que las mismas tendrán el número de serie con la mesa a la que corresponderá, para evitar posible fraude o boletas apócrifas.
El proyecto original plantea la impresión de un padrón electoral más un 10% de boletas de repuesto, según aclaró Costarelli. Ahora bien, ¿qué pasa si el elector se equivoca en su elección? ¿se da una boleta de repuesto y se descarta la que se entregó?, se preguntaron algunos legisladores. En ese caso, hay dirigentes que plantean que debería haber un número mayor de impresiones de boletas, lo que incrementaría también el gasto en las mismas.
Las respuestas a todas estas preguntas y alternativas se espera que estén para antes del miércoles que viene, para poder votar el martes 8 en la sesión del Senado. El presidente de la comisión de LAC, Marcelo Rubio, expresó que hay buenas expectativas de llegar a acuerdos en esa fecha, y además agregó que si se aprueba la ley, se establecerá un programa importante por parte del Estado para capacitar a la ciudadanía, para llegar de la mejor manera a los comicios del 2023.