Patricia Bullrich, presidenta del PRO, y el dirigente radical mendocino Ernesto Sanz, se tiraron hoy flores entre sí y se mostraron en sintonía para buscar el recambio de liderazgos en Juntos por el Cambio, tras repartir durísimas críticas hacia el corazón del espacio.
Ella está decida a jugar en 2021 y se prepara para disputar una banca en el Congreso. Él tiene ganas de volver al barro político tras una larga ausencia. Ambos, coinciden: hay que ampliar y renovar Juntos por el Cambio.
Si bien no los mencionaron con nombre y apellido, entre los principales apuntados estuvieron Mauricio Macri, Marcos Peña, Mario Quintana (un mimado de Elisa Carrió) y Gustavo Lopetegui como conductores de una “mesa chica” con más poder de decisión que el propio Gabinete. Y hubo fuertes críticas también para Alfonso Prat Gay, Rogelio Frigerio y Carolina Stanley.
En una videoconferencia compartieron opiniones sobre el rol que debería tener como fuerza política mayoritaria de la oposición el espacio que supo comandar Mauricio Macri, el ex presidente que hoy trabaja para la FIFA y está –sin fecha de retorno- en Suiza.
El mensaje fue uno: Juntos por el Cambio está unido y comenzando a preparar su artillería política para las legislativas del año que viene. Pero en materia de liderazgos y candidaturas, nada está dicho y hay que negociar todo.
Minutos después de las 19, arrancó Bullrich. Se entusiasmó con, en algún momento, volver a llenar el microestadio de Ferro Carril Oeste. Hizo una crítica dura a la gestión económica del Gobierno en el que fue ministra de Seguridad.
“Fuimos muy descoordinados. No tuvimos una clara conducción en la economía. Estuvimos ‘tupacamarizados’, cada uno tiraba para su lado; y no hubo un jefe de equipo. Esto nos llevó a generar una situación de contradicciones”, dijo Bullrich.
Y agregó que el primer ministro de Hacienda del macrismo, Alfonso Prat Gay, se enteraba por los diarios que el 2% del PBI “se iba a ir en una reparación histórica que nadie nunca supo muy bien qué era. En economía tuvimos un punto débil que necesitamos mejorar hacia el futuro”.
Sanz y Bullrich coincidieron en una crítica a la política fiscal. “Nos rendimos ante el altar de achicar el déficit fiscal”, afirmó el mendocino y agregó: “Hubo más inflación y perjudicamos a quienes nos habían votado”. “Que no venga ningún economista a correrme con el déficit fiscal; perdimos cuatro años con eso”, afirmó.
Cuatro puntos a cambiar
Bullrich reflexionó que de la crisis que estalló en abril de 2018, la gestión Macri “salió gateando”. Pero se lamentó que para entonces ya había “un sentimiento fuerte” en las clases medias que habían confiado su voto en Cambiemos. “Y tuvimos la paliza del 11 de agosto”, remató.
El segundo punto en una extensa autocrítica es que el Gobierno de Macri fue “más sigamos que Cambiemos” en la política social, que conducía Carolina Stanley. “Mantuvimos las mismas organizaciones sociales y el mismo tipo de política que es tener a la gente donde está con un ingreso”, dijo Bullrich.
El tercer tema es un dilema que, según la ex ministra, Juntos por el Cambio no logró dilucidar. “No podemos destrabar la gobernabilidad porque hay actores que dicen que el poder es de ellos y no dejan gobernar”, afirmó en relación al sindicalismo.
Y el cuarto punto de la autocrítica estuvo en el sistema de poder. “Fue un sistema de mesa chica, chica, donde tuvimos poca participación. Yo participaba del Gabinete pero después había una mesa chica. El Gabinete era una antesala de algo que se decidía en otro lugar y eso terminaba generando que muchas voces no se escuchen”, sostuvo Bullrich.
En ese sentido, dijo Bullrich, hay un tema que merece ser discutido hacia adelante el nuevo Juntos por el Cambio: el rol del radicalismo y el hecho de no haber sido escuchado a lo largo de toda la gestión de Macri.
La ex ministra dijo que en una próxima gestión ella modificaría el sistema de decisiones; cómo destrabar la gobernabilidad; y la política económica, basada en los motores de las clases medias. “Esa sería la oferta de autocrítica hacia el futuro”, afirmó.
La sintonía con Sanz
“Me convenciste, quiero votarte”, dijo Sanz entre risas. Y agradeció la franqueza con la que habló Bullrich. “Me sorprendiste gratamente con la mirada hacia atrás y estoy dispuesto a acompañarte en esto”, expresó el mendocino.
Pero pidió hacer una reflexión previa: “Nosotros podemos hacer una autocrítica porque lo hacemos en un marco de unidad en Juntos por el Cambio”. Con eso, intentó despejar la posibilidad de una ruptura entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica.
“Nuestro ejercicio autocrítico tiene un sentido positivo: es para no cometer los mismos errores. Pero con un presente y un futuro esperanzador porque pertenecemos al único espacio opositor que unido puede alternar en Democracia”, afirmó Sanz.
El dirigente mendocino sostuvo que entre la sociedad que marchó contra el Gobierno el lunes 17 de agosto, que no es la misma que miraba otro canal cuando el kirchnerismo “se llevaba todo por delante” en la década pasada, y Juntos por el Cambio que “hoy representa a la totalidad de la oposición” hay dos elementos que son diferentes a otras épocas. “El peronismo está desorientado ante esto”, destacó.
“El peronismo en otras ocasiones llegaba con crisis, tierra arrasada y podían hacer lo que quisieran porque la sociedad estaba mirando otro canal y no había oposición. Y ahora no hay vamos, vamos, vamos… Ahora hay que hacerse cargo de los errores”, opinó Sanz.
Y, en coincidencia con Bullrich, añadió que uno de los errores del Gobierno de Macri estuvo en el esquema de construcción de poder desde el Estado que no se supo llevar adelante con una agenda propia.
“No supimos construir un modelo diferente en el espacio social y mirá lo que pasó, se nos vino en contra, porque los muchachos de las organizaciones sociales creen que en esta Democracia de ellos han desplazado a los partidos políticos”, dijo.
Dardos a Frigerio
El otro fracaso en el modelo de construcción de poder del macrismo, dijo Sanz, vino del lado del ministerio del Interior que condujo Rogelio Frigerio y de la relación con las provincias y los gobernadores peronistas.
“Nosotros fracasamos rotundamente ahí. He hablado con muchos dirigentes de PRO y de la UCR y todos coinciden: en lugar de construir un esquema de poder democrático, federal, con nuestra propia gente alimentamos a los caudillos del peronismo que después compitieron contra los nuestros, les ganaron y además fueron a aportarles votos al modelo Fernández-Fernández”, lamentó Sánz. Y adjudicó eso a “un modelo de construcción de poder ingenuo que hay que cambiar hacia adelante”.
Ante esto, Bullrich agregó: “Haber dado el 15% a cambio de nada sin generar un gota a gota, sin tener un sistema de que me das y que te doy, no de toma y daca, sino de qué construyo, hacia donde voy”.