En una nueva jornada de alegatos por la causa Vialidad, el fiscal Diego Luciani respondió a la recusación de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, acusada de liderar una asociación ilícita por delitos con la obra pública en Santa Cruz entre 2003 y 2015, y habló de un “planteo temerario”, además de una “campaña para debilitarlo psicológicamente”.
Luciani, que había sido notificado del contenido de los escritos para que se aparte del caso que presentó el abogado de la Vicepresidenta, Carlos Beraldi, y al que luego adhirieron defensas de otros acusados, como el exministro de Planificación Julio De Vido y el empresario Lázaro Báez.
Esta mañana, el fiscal dijo que las causales que le reprochan no encajan en ningún artículo de la ley y que “no resisten ningún análisis”.
“Es la primera vez que me recusan en mi carrera. Este planteo es de mala fe y absolutamente temerario”, aseguró.
“Me achacan ser el brazo ejecutor de no se qué por jugar al futbol”, añadió.
Los cuestionamientos de CFK a Luciani surgieron por una foto donde se lo ve al fiscal en un equipo de fútbol junto a uno de los jueces del Tribunal Oral Federal 2 Rodrigo Giménez Uriburu y en un encuentro en la quinta Los Abrojos, del expresidente Mauricio Macri.
Por ese motivo, el fiscal fue recusado por las defensas que plantearon que debe apartarse del juicio por supuesta falta de “objetividad”.
La defensa de la expresidenta postuló además que debe declararse la nulidad de todo lo hecho por Luciani hasta el momento, a raíz de ese supuesto vínculo de “amistad” con uno de los magistrados que debe emitir veredicto.
Sobre el planteo, Luciani recordó que fue nombrado con acuerdo del Senado por Cristina Kirchner y que durante años estuvo vinculado al Ministerio de Justicia porque, desde los tiempos del kirchnerismo, participaba gratis brindando capacitaciones.
“Fui nombrado por quien hoy me recusa, Cristina Kirchner”, manifestó enojado Luciani. “Y fui trasladado por la entonces procuradora, Gils Carbó”, precisó.
“Hay una campaña para debilitarme psicológicamente”, sostuvo Luciani. “Soy un fiscal de la Nación que actúa con libertad e independencia. Quiero ser claro: respeto y horno la función que cumplo. Lo hago con respeto y con dignidad, porque tengo un mandato público”, agregó. “Sepan que sigo firme en mis convicciones”.
También negó vínculos con Macri, así como pertenencias políticas o aspiraciones. “Hace nueve años que trabajo ante el Tribunal Oral Federal 2. Si se hubiera configurado alguna causal, yo mismo hubiera planteado mi excusación”, consideró y dijo que muchas veces este tribunal falló en su contra, también en este caso.
Tras el descargo, los pedidos de apartamiento serán resueltos por los otros dos jueces del TOF2, Jorge Gorini -también recusado por CFK- y Andrés Basso y su decisión será apelable ante la Cámara Federal de Casación.
La fiscalía lleva adelante el alegato final en el juicio que se sigue a la Vicepresidenta, exfuncionarios nacionales, de Vialidad de la provincia de Santa Cruz y a Báez por el supuesto direccionamiento de la obra pública en esa provincia a favor de empresas de este último entre 2003 y 2015.
El Tribunal resolvió que los reclamos de apartamiento de los fiscales y el juez se tramiten de manera paralela al desarrollo de las audiencias de debate.
El juicio está en etapa de alegatos finales y la fiscalía expone su acusación desde hace diez días.