Tal como se había anticipado, el gobierno de Javier Milei confirmó este lunes que liberará el sistema de pago en el transporte público. De esta forma, se podrá pagar tanto con la SUBE como con celulares (NFC) y tarjetas de débito y crédito vía contactless.
El anuncio lo hizo esta mañana el vocero presidencial Manuel Adorni en su habitual conferencia de prensa desde Casa Rosada. De todos modos, nada aún se anunció sobre cuándo estará disponible ni cómo se implementará la tecnología.
“El Gobierno tomó la decisión de liberar el sistema de pago en el transporte publico. Esto ocurre en todas las ciudades del mundo, donde se puede abonar con tarjeta, con el celular, con el medio que crea más conveniente”, afirmó Adorni este lunes.
Ante las dudas de la población, el portavoz aclaró que la actual tarjeta SUBE no dejará de existir, sino que convivirá con las nuevas opciones de pago.
“Esto significa simplificar un sistema que se creó hace 15 años y todavía seguía dependiendo de la carga en un kiosco o en una estación de pago”, insistió el vocero, al enumerar los potenciales beneficios de las modalidades que se pondrán en marcha.
El vocero habló de una “federalización total del sistema”, pero no aportó precisiones respecto de a partir de qué fecha se implementará ni cómo se adaptarán los dispositivos de pago que hoy están instalados en colectivos.
Tampoco se informó si continuarán vigentes los beneficios que tiene la SUBE al otorgar descuentos (trasbordo).
La idea del Gobierno es quitarle la exclusividad de la gestión de los cerca de 400 millones de pasajes que se venden cada mes a Nación Servicios, de Banco Nación. El decreto que terminaría con esa exclusividad será el primer paso para que todos los usuarios estén en condiciones de pagar los pasajes de colectivo, tren o subte con cualquier tarjeta de débito o crédito.
Como sucede en muchos pagos, sería contactless, sin necesidad de digitar claves: sólo hay que apoyar el plástico o acercar el teléfono como cuando se acredita la carga de la SUBE (tecnología NFC).
Más importaciones liberadas
El Gobierno nacional liberó al 36% las importaciones destinadas al “canal rojo” de la Aduana, que requería un control exhaustivo que generaba costos y demoras a las empresas. Representa el 7% del total.
Según dijo Adorni en la misma conferencia de hoy, a partir de ahora la mercadería quedará sometida a la verificación aleatoria que establece la Aduana. El “canal rojo” afectaba al rubro textil, calzado y a productos sujetos a medidas antidumping vigente (termos, radiadores, calderas, aires acondicionados, cubiertos y ventiladores, entre otros).
Se estima una reducción del costo de importación en USD 1.200 por contenedor.
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