“Este es el fin de Portezuelo del Viento”. Las palabras del ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, son la confirmación de que el Poder Ejecutivo reformulará el destino de los U$S 1.023 millones que debe terminar de recibir Mendoza como resarcimiento por los perjuicios de la Promoción Industrial, tras un laudo negativo que llegó por parte del presidente, Alberto Fernández.
La obligación de realizar mayores estudios de impacto ambiental han sido, para el gobernador Rodolfo Suárez, el golpe de gracia para la megaobra en Malargüe, que ha quedado nuevamente en una encerrona y librada a la aprobación por parte del los mandatarios que integran el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), lo que nada supone una garantía de poder realizarla aún con más estudios de Impacto Ambiental.
El día después del laudo negativo consolidó la opción de la presa El Baqueano, proyecto en San Rafael en el cual el Gobierno sueña con comenzarlo a fines del 2023, y es por eso que han procurado seguir el buen ritmo de los procesos previos de la licitación.
El Baqueano avanza
Tal como sostuvo Ibáñez a radio Mitre Mendoza, “parte de este dinero que le corresponde a Mendoza se destinará a la presa El Baqueano”. Según sostuvieron a Los Andes desde el ministerio de Economía, durante enero se llamará a audiencia pública para informar sobre los estudios de Impacto Ambiental, que se iniciaron en la primavera del 2021 y finalizaron en invierno de este año.
Los estudios, que incluyeron trabajo de campo, programas informáticos y de simulación e instrumentos para analizar el ambiente; se llevaron a cabo durante las cuatro estaciones, a fin de tener “un muestreo exacto”, tal como informaron.
Además, en las conclusiones destacaron que la zona ya tiene actividad humana: aprovechamientos hidroeléctricos, ganadería extensiva y turismo, por lo que este nuevo proyecto “no pone en riesgo de conservación especies de flora y fauna, ni abarca zonas con hallazgos paleontológicos o arqueológicos significativos. Tampoco abarca zonas con pueblos originarios ni requiere desplazar poblaciones”.
Una vez que se desarrolle la audiencia pública, se espera llamar a licitación pública en el mes de marzo, y si todo “sale como lo planeado”, aguardan que se “comiencen a ver movimientos en las obras” ya para comienzos del cuarto trimestre del año.
Qué hacer con el resto de los U$S 1.023 millones
Para esta obra, que se ubicará sobre el río Diamante entre los diques de Los Reyunos y Agua del Toro, se calcula que se necesitarán unos U$S 525 millones, por lo que quedaría un resto de casi U$S 500 millones más para disponer. Según el acuerdo firmado por los ex mandatarios Mauricio Macri y Alfredo Cornejo, deberían ser destinados en obras hidroeléctricas.
No obstante, está también latente la posibilidad de que se pueda solicitar una “ampliación” del destino de los fondos, y usarlos para otras obras del tipo productivas o que mejoren la eficiencia del agua en la provincia.
Sobre este tema, hay varias opiniones. “Hay otros proyectos en carpeta”, marcó Ibáñez; mientras que en en cuanto a insistir en otro tipo de obras “hay que esperar que transcurra el tiempo”, agregó, a sabiendas que no sólo se terminará la gestión de Rodolfo Suárez a fines de año, sino que también habrá elecciones y se especula con que un gobierno nacional de otro color político pueda resolver una mayor libertad para Mendoza en lo que corresponde a los destinos del dinero.
Esos “otros proyectos” hacen referencia, por ejemplo, a las presas Cerro Negro y Uspallata, sobre la cuenca del río Mendoza, que están en la mira de la Empresa Mendocina de Energía Sociedad Anónima (Emesa), que también lleva adelante El Baqueano. No obstante, aún le falta “madurez” a esos proyectos, y además para levantar esos diques se deberían relocalizar 38 kilómetros de la ruta 7 entre Potrerillos y Uspallata.
Quien insistió en Portezuelo del Viento fue el diputado nacional, Julio Cobos. El ex Gobernador expresó en primer lugar que habrá que esperar “que terminen de dar la totalidad de los recursos a Mendoza, porque así lo establece el convenio, y así poder negociar otra obra hidroeléctrica. Hay que dejar estos recursos que terminen de ser recibidos y habrá un nuevo gobierno seguramente, con el que tendremos que negociar con un nuevo presidente”.
Ante esto, también sostuvo que si se vuelve al proyecto más chico que se pensó con Portezuelo del Viento, se podría levantar, al igual que El Baqueano, con el mismo dinero. “El acuerdo que yo firmé con Néstor Kirchner, en esa oportunidad era una presa más baja, no había que erradicar Las Loicas y no había que hace muchas obras viales, lo que concluía en una obra de menor impacto ambiental. Está la decisión de El Baqueano, pero con la plata que le corresponde a Mendoza, se pueden hacer las dos obras”, consideró.
Sin embargo, la postura de Cobos también es en parte disruptiva, ya que implica pegar el portazo al Coirco, y lo marcó en redes sociales: “Lo dije en su momento y lo repito ahora: hay que salirse del Coirco y hacer Portezuelo Del Viento”, especificó.
Amanecer de una noche agitada
La decisión del Presidente de laudar en contra de la posición de Mendoza, fue muy criticada por todo el arco del radicalismo, quienes aseguraron que se trata de otra forma de discriminación hacia la provincia.
Además del gobernador quien sostuvo que “hacer un nuevo estudio de impacto ambiental y someterlo al consejo de gobernadores (donde se decide por unanimidad) es decirle no a Portezuelo del Viento”; hubo una gran cantidad de dirigentes del radicalismo que cuestionaron al Presidente y al Frente de Todos.
Uno de ellos fue el senador nacional, Alfredo Cornejo, quien consideró que “una vez más queda claro que el kirchnerismo de Mendoza no representa los intereses de los mendocinos. Con la erronea decisión del Presidente no se podrá avanzar nunca con Portezuelo del Viento”.
Y agregó que esta decisión “pone en valor el Artículo 3 del convenio que firmé en su momento con Nación. De no existir ese artículo, estaríamos con un acuerdo para construir una presa que no se podría realizar. Al menos, nos quedamos con 1023 millones de dólares, para realizar otras obras”, comentó, en vistas a las decisiones futuras que se deberán tomar.
En el Gobierno local, de igual manera, dudan de la posibilidad de poder ampliar el destino de los fondos y apuntan contra el PJ mendocino, al indicar que “como es un convenio, depende de ellos y es probable que PJ mendocino ahora haga presión para que no sea así”, en vistas a las elecciones 2023.
No obstante, el diputado peronista Adolfo Bermejo, quien lamentó el laudo en contra por parte de Fernández, sostuvo que Mendoza debe “olvidarse” de Portezuelo y marcó que “está necesitando obras de infraestructura porque faltan escuelas, viviendas y rutas”.
Al margen, agregó que esos recursos “deberían tener un destino para obras hídricas que estamos necesitando”.
En tanto, la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti calificó a este laudo como una “muy mala noticia para Mendoza y para el país”.
“No es casualidad, es causalidad. Es resultado de la falta de trabajo y gestión de Suarez, de voluntad del Presidente, de la conocida mala fe del gobierno de La Pampa y el escaso trabajo para el consenso en el Coirco”, apuntó.
También señaló que el Presidente “ya había adelantado su postura. Esta ‘decisión’ es un lugar cómodo para Alberto Fernández. Ahora Suarez debe decidir si lo que no hizo en 3 años, que es lo que requería el laudo de Macri, lo va a hacer o definirá ir por otra obra hidroeléctrica”.
“Estoy a disposición para contribuir a un diálogo serio entre Nación y Provincia sin victimizaciones ni dilaciones que sigan manteniendo paralizado el dinero de los mendocinos. Hay que poner en defensa el trabajo y nuestros recursos por encima de cualquier disputa partidaria”, finalizó.
Sobre estas declaraciones, Ibáñez dijo que “no hubo ninguna demora” por parte de Mendoza, y arremetió contra Fernández Sagasti: “Yo le pregunto qué hizo ella en todo este tiempo y qué fue lo que acercó, cuál fue el diálogo que acercó, qué acción positiva realizó ella para obtener algo a favor de Portezuelo del Viento”.