La mesa directiva de la Convención Nacional de la UCR resolvió hoy suspender preventivamente la afiliación partidaria de los cuatro diputados nacionales que, en representación del radicalismo, cambiaron su voto y respaldaron el veto de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria.
La medida disciplinaria contra los diputados Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat y Pablo Cervi se aprobó por mayoría pero ha generado fuertes cruces dentro del partido.
Una de las voces disidentes fue la del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, que se expresó abiertamente contra la decisión. “La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional”, publicó Cornejo en su cuenta de la red social X y lanzó una frase contundente: “Esta decisión está mal”
“Le pido a las autoridades del partido que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”, remató su mensaje donde cita el acta de la Convención Radical con la sanción a los legisladores.
La votación se aprobó por 10 votos contra 2 en la mesa directiva de la Convención Nacional, que es encabezada por Gastón Manes y Hernán Rossi. Sin embargo, uno de los allegados a Cornejo fue uno de los que se opuso. Andrés “Peti” Lombardi votó en contra de la sanción.
Cornejo no es el único disconforme con la decisión. Según publicó la Agencia Noticias Argentinas, el presidente del bloque de diputados de la UCR, Rodrigo de Loredo, intentará contener dentro del bloque a los diputados ahora desafiliados.
“Hay que sumar diputados, no podemos darnos el lujo de perderlos”, señalaron las fuentes consultadas de la conducción partidaria sobre Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat y Pablo Cervi, quienes tendrán su ficha de afiliación suspendida mientras dure el proceso de investigación que desde ahora llevará adelante un tribunal de ética partidario.
En realidad fueron cinco los diputados del bloque que votaron a favor del Gobierno y en contra del proyecto que había impulsado la UCR junto a otros bloques, pero Federico Tournier queda al margen de la sanción ya que es un extrapartidario.
El correntino se sumó a la bancada que conduce De Loredo por su vínculo con el gobernador Gustavo Valdés, pero pertenece a otro partido político.
Hay otros dos diputados cuyos casos también serán elevados al Tribunal de Ética para ser investigados: se trata de la santacruceña Roxana Reyes y el chaqueño Gerardo Cipolini, quienes se ausentaron al momento de la votación luego de haber argumentado a favor de la postura del Gobierno durante el debate.
En el caso de ellos dos, no fueron suspendidos preventivamente del partido como los anteriores cuatro, que marcaron su voto en contra del proyecto del radicalismo.
Cruces internos dentro de la UCR y críticas a Losuteau
Más allá de este castigo contra los cuatro radicales “violetas” que cambiaron su voto, De Loredo agotará los medios para que no peguen el portazo del bloque.
Según supo esta agencia, Campero ya está con un pie afuera, ya que es el que más lejos llegó al exponer sus diferencias con el bloque, mientras que los otros cuatro (incluyendo a Tournier) están evaluando qué hacer.
“No puede ser que una minoría ruidosa del AMBA, que tiene una impronta de colaboración con el kirchnerismo, tome este tipo de decisiones que va a contramano de lo que piensa la gran mayoría del partido”, cuestionó un influyente diputado de la UCR en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas .
“El radicalismo del interior tiene cinco gobernaciones. ¿El sector de Manes qué gobierna? ¿Y Evolución? Solamente la Universidad de Buenos Aires. Parece que la centralidad de la agenda para ellos es la cuestión universitaria. Ese tema tiene que estar, pero no es el único. Somos el radicalismo, no un centro de estudiantes”, estalló.
La resolución firmada por la Convención Nacional señala que “al tratarse el veto presidencial, cuatro Diputados Nacionales afiliados a la Unión Cívica Radical e integrantes de nuestro Bloque se apartaron de lo que ellos mismos habían sostenido en la primera votación y acompañaron el veto presidencial, incurriendo en una grave inconducta partidaria, y generando un grave daño a la credibilidad y honor de nuestro partido”.
“Aún más graves fueron los argumentos esgrimidos durante la sesión y en los medios de comunicación, en el sentido de que se habían equivocado en los cálculos, y que su brusco cambio de opinión se fundaba en la necesidad de garantizar el equilibrio fiscal”, se agrega.
Al hacerse eco de esta decisión partidaria, la diputada de la UCR Pamela Verasay -también del riño de Cornejo- despotricó contra Martín Lousteau, quien preside el Comité Nacional de la UCR y apoya la suspensión de los cuatro diputados radicales.
“Presidir la UCR debería tratarse de escuchar la voluntad de la sociedad, construir consensos y comprender realidades territoriales, no utilizar una conducción transitoria y débil para imponer un pensamiento disfrazado de verdad absoluta”, disparó la mendocina.