La carnicería en la Casa Rosada sigue dejando tela para cortar y en Juntos por el Cambio hubo expresiones diferentes. Algunas más extremistas como la de Elisa Carrió que habló de “golpe” y otras más conciliadoras como las del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales que pidió “acompañar al Presidente”.
En el medio, aparecen otros discursos como el del presidente de la Unión Cívica Radical quien aseguró que las convivencias internas complican el rumbo. “Conviven (Juan) Grabois que no creen en el derecho a la propiedad con (Martín) Guzmán y (Matías) Kulfas que sí creen, ¿qué orientación le pueden dar al país?” dijo en diálogo con La Nación +.
No coincide con la lectura que ubica a Alberto Fernández como una víctima de Cristina Fernández, el juego del bueno y el malo que polariza posturas. “Ese peligro existe pero hay una buena oposición en Argentina, está unida y es institucionalista, no es la del 2001, no hace nada la posición para voltear al Gobierno. Tienen una crisis de su frente“, indicó.
Se desmarcó de Elisa Carrió quien habló de crisis institucional y de “golpe” al Gobierno Nacional. “Ese plantea victimiza a Alberto”, dando a entender que “está en las garras de Maléfica” cuando en realidad “ha sido un mal gestor, un mal líder, cometió errores garrafales y fusilánime a la hora de conducir el Frente de Todos”
Atribuyó la derrota oficialista al “voto castigo” aunque resaltó que “si nosotros no hubiéramos estado unidos, al Gobierno lo hubieran golpeado con otra mano”.
“Hay un mérito de la oposición, y rápidamente no forzó un liderazgo único. Las situaciones son más equilibradas dentro de la coalición”, remarcó el candidato a senador nacional.