Alfredo Cornejo ocupa un doble rol en la campaña electoral para las generales del 14 de noviembre en Cambia Mendoza. Por un lado encabeza la lista de senadores nacionales por Mendoza, pero por otro lado, es el presidente de la UCR a nivel nacional, lo que lo ha obligado a visitar varias provincias (sobre todo las que eligen senadores) para tratar de ratificar la victoria que tuvo Juntos por el Cambio a nivel nacional el 12 de septiembre.
Para Cornejo, que el oficialismo no tenga quórum propio en la Cámara Alta “sería importante para el equilibrio de poder” y confía en que pueda repetirse la elección de las primarias. En el plano local, indica que al peronismo le va mal “porque no representa a Mendoza”, y adelanta que demandarán a Nación por la discriminación en el reparto de fondos discrecionales.
También lanza un mensaje hacia adentro de Juntos por el Cambio, dirigido a quienes piensen en lanzarse a la carrera presidencial antes de 2023: “Nadie puede ser candidato hasta 2023, antes hay que trabajar en el programa de gobierno”.
-Se lo ha visto activo recorriendo varias provincias en campaña, ¿qué saca en limpio de estas visitas?
-Creo que hay un gran hartazgo con el Gobierno Nacional, que se reflejó muy claramente el 12 de septiembre en el país, en el que perdieron 17 de las 24 provincias. Eso se refleja en los lugares que hemos visitado.
- ¿Qué tan importante sería para Juntos por el Cambio conseguir quitar el quórum al oficialismo en el Senado?
-No sería importante para Juntos por el Cambio, sino para el equilibrio de poder de la Argentina. Es importante para la Argentina que Cristina no tenga quórum propio porque eso significaría sentarse a negociar para los próximos dos años un programa de gobierno sensato en materia económica, de política internacional y en lo institucional. Que pierdan el quórum propio en el Senado sería un cambio de rumbo en el país.
- ¿Confían en mantener este resultado que obtuvieron a nivel nacional?
-Creo que en líneas generales lo que se percibe es un gran descontento contra el gobierno nacional, cómo ha manejado la pandemia, la política económica y todos los derivados de ese mal manejo. Y ha generado un caldo de cultivo para un voto castigo amplio, profundo, masivo, pero a su vez, también hubo mérito de la oposición de mantenerse unido. Y esos dos fenómenos, de mantenerse unido JxC y el voto castigo que se ha incubado por el mal manejo de la pandemia ha generado este resultado del 12 de septiembre y que estimo que puede repetirse el 14 de noviembre.
-Ahora han salido con varias acciones económicas para la ciudadanía...
Ellos están haciendo un trabajo clientelar en varios municipios del conurbano bonaerense y en provincias con el aparato estatal de asistencia directa, de regalos. Yo tiendo a pensar que buena parte de la ciudadanía va a votar con muchísima dignidad según su leal saber y entender, le den o no esas dádivas.
-Antes de las PASO dijo que había una perspectiva importante en Buenos Aires para la UCR si ganaba Manes ¿Cambia algo al 2023 con este resultado que hubo?
-Creo que la elección fue muy buena. El balance es positivo para todos, pero el árbol no debe tapar el bosque, la UCR es parte de una coalición y tiene que irle bien a la coalición en su conjunto. De los 18 últimos años, en 14 gobernó el kirchnerismo, pero ellos quieren explicar los problemas del país por los 4 que no gobernaron. Hace años que Argentina viene en caída libre en materia económica, pero además, dentro de esos 14 años, en 12 la oposición ha estado dividida. Hay voto castigo, pero también mérito de la oposición de mantenerse unida.
- ¿Es apresurado que, de la oposición, figuras como Horacio Rodríguez Larreta aparezcan lanzados a la presidencia?
-Creo que nadie debe ser candidato a presidente hasta el 2023. En 2022 hay que trabajar puertas adentro y consolidar el programa de gobierno consistente para el país que estamos trabajando, que saque al país del atraso económico y social en el que estamos. Luego será el momento de decidir quién será el o la candidata.
-Pero hay gente apurada…
-Creo que no es oportuno poner el cargo adelante del programa. Estamos trabajando los partidos de la oposición sobre este tema y nos hemos reunido con Horacio, Patricia (Bullrich) y dirigentes del radicalismo, trabajando sobre lineamientos. Recién en 2023 tenemos que ver quién es el candidato, y si no hay acuerdos pensar en una PASO, pero no es oportuno ahora, más por la fragilidad y estado de incertidumbre que hay en la Argentina en la actualidad.
- ¿Cree que se debería ampliar JxC?
-Categóricamente lo estamos haciendo. A Facundo Manes no se le ocurría ir al Parlamento, y es una incorporación de ampliación. Habíamos perdido a algunos jugadores como (Margarita) Stolbizer, y será diputada nacional; llevamos también a Martín Tetaz que no estaba en la actividad política. En Mendoza incorporamos a dirigentes de cámaras empresarias para las PASO, que fue criticado por algunos dirigentes, pero finalmente tuvieron una performance más alta que los que se fueron.
- ¿Y al peronismo no kirchnerista también?
- ¿Por qué no? Primero hay que ver quiénes, además de (Miguel) Pichetto se calzan, porque los gobernadores peronistas han demostrado bastante cobardía en todo este proceso. El Gobierno Nacional ha creado 6 impuestos que no son coparticipables y no han dicho nada. No sé cuándo manifestarán alguna diferencia con respecto a la orientación ideológica de Cristina y al seguimiento de Alberto Fernández.
-¿Por qué creé que la actitud de los gobernadores es así? ¿Por el reparto de fondos discrecionales?
-Sin dudas. Este es el Gobierno más centralista que hemos tenido del ‘83 a la fecha. Buenos Aires tiene un ‘dineroducto’ desde Nación. Lo asisten todo el tiempo por afuera de los fondos coparticipables. En transporte, en Mendoza, Córdoba Capital, Rosario o San Miguel de Tucumán, el subsidio lo pagan los estados provinciales prácticamente. En el AMBA el subsidio es del 100% del Estado Nacional. En subsidio al agua potable, que lo presta AYSA en Gran Buenos Aires, lo paga el Estado Nacional; y en Mendoza el subsidio a Aysam lo paga la provincia. Todas esas cosas el Frente de Todos no lo puede explicar. En San Rafael trajeron al viceministro de Salud para donar una ambulancia al municipio y luego fue transferido a la provincia. Si nos hubiesen dado los $16.000 millones que no nos han dado por transferencias discrecionales y por los cuales vamos a demandar a la Nación, ¿cuántas ambulancias se podrían haber comprado? Mientras tanto ellos hacen un acto por una ambulancia, y de manera partidocrática, para que ellos se la den luego a la provincia. Es grotesco, de un gobierno centralista y no federal.
-¿Evalúan la demanda?
-Sí. Estamos estudiando el tema para demandar a la Nación, como en la Promoción Industrial, todo lo que le han estado dando a las provincias y no a Mendoza. Se generará un litigio provincial para que lo cobre algún gobierno a futuro. Es la estimación por el reparto de fondos discrecionales.
-¿Lo haría el Estado mendocino?
-Sí, el equipo de Hacienda y nosotros (diputados). No sé qué harán otras provincias. Las dos que siempre han quedado rezagadas son Mendoza y Buenos Aires. Pero Buenos Aires está súper asistida.
-¿Cómo ve al Gobierno con la interna y el cambio de gabinete?
-Creo que Alberto y Cristina no tienen un entendimiento. Ella le dice “corregí Alberto”, pero no le dice qué… esas diferencias se ven día a día. Hay un diálogo de sordos y también diferencias insalvables. En JxC tenemos matices y diferencias pero no son tan estructurales.
-¿Qué piensa que puede pasar el 15 de noviembre con estas diferencias?
-No lo sé. Creo que no lo sabe ni Alberto Fernández. No se ve a ninguno del gobierno conversando qué pasará el 14 a la noche. Con un triunfo, patearán todo hacia adelante y que la bomba explote al próximo. Pero no se ven en una derrota pensando a la nueva situación política que podría haber. Lo que sí creo es que Alberto en una hipótesis de derrota tendrá una ventana de oportunidad, de transformarse en un estadista y hacer lo que hay que hacer en el país: reformas estructurales. Pero eso significaría distanciarse de Cristina. Creo que tiene margen para hacerlo pero no sé si tiene vocación y madera para hacerlo.
-¿Y con la negociación con el FMI?
-Si la Argentina no tiene un acuerdo con los organismos multilaterales es difícil que estabilice la economía, porque no habrá ningún atisbo de inversión, que es el motor de crecimiento. En marzo hay vencimientos fuertes. O pagás, o defaulteás, o reprogramás. Ir al default tendría consecuencias fuertes porque no se podría acceder a dólares.
-¿Hay autocrítica por la deuda que se tomó con el FMI?
-Todo esto es consecuencia de un proceso. Si tenés déficit, o lo cubrís con emisión o con deuda. Cuando el país se quedó sin poder pedir deuda, el único prestamista fue el FMI. La otra opción es lo que está haciendo el Gobierno ahora, que es emitir. Hoy tenés emisión, congelamiento de precios y de tarifas. Y todas esas cosas se moverán en algún momento.
-El PJ local le sigue reprochando a usted el bono de U$S 500 millones que emitió cuando era gobernador...
-Nosotros los tomamos para pagar lo que debía Paco Pérez, y luego tuvimos equilibrio ¿Cuándo surgió la deuda? Las provincias no pueden emitir, por eso se endeudan. En mi gobierno no hubo déficit, por lo que no generamos deudas. Nosotros pagamos el 100% de las acreencias que se tenían con los proveedores, deuda de Pérez. Y eso no lo mira el PJ, porque en el registro de deuda no aparece la deuda flotante. Hemos achicado la deuda en dólares.
-¿Qué opina del acuerdo post elecciones que propone Massa a nivel nacional?
-Es humo decir eso. Nadie puede negar que Argentina necesita acuerdos para salir de esta situación. Para sacar al 40% de gente de la pobreza necesitamos crecer en 10 años más del 4%, y no se logran esas metas sin reformas estructurales. Pero esas reformas sólo se pueden dar con acuerdos amplios del sector político, empresarial y de sindicatos entre otros. Ahora, imposible con Cristina, que no cree en modificaciones impositivas ni cambios en relaciones fiscales Nación-provincias. Nadie puede negarse a un acuerdo, pero debe ser en bases sensatas, y primero deberán ponerse ellos de acuerdo internamente.
Situación provincial
-¿Qué análisis hace de las elecciones en Mendoza? El PJ sostiene que les fue mal en sectores urbanos pero bien en los productivos…
-Pésima esa definición porque los sectores productivos también están en los sectores urbanos, con las principales industrias. Creo que donde les fue bien fue donde compitieron en departamentos con poca población y con muchas colectoras, como Tupungato, San Martín, San Carlos o Malargüe. Pero por sectores productivos si se habla donde está el agro, les fue pésimo en Alvear por ejemplo, al igual que en Maipú y Guaymallén. Me parece pobre ese análisis. Al Frente de Todos le va mal acá porque no representa a Mendoza, representan al Gobierno Nacional, hagan lo que sea y cambien el eje de campaña. Responden a Cristina, y llegan al Parlamento para defenderla, no para defender o pelear un proyecto de Mendoza. Esa es la dificultad que tienen.
-¿Cree que ustedes tienen margen para mejorar en la general?
-Es probable que vote un poquito más de gente y también que haya menos voto en blanco y nulo. Estamos en condiciones de sumar un poco más de apoyo.
-¿ Y las terceras fuerzas?
-Es probable que crezcan, pero no sé si llegarán a tener representación. Quizás en el Primer Distrito, pero es difícil de proyectar.
-¿No le convendría a Mendoza tener un sistema institucional más fuerte con una tercera fuerza?
-Siempre tener diferentes miradas que agregan valor al sistema está bien. El tema es que no sea un engaño. Las terceras fuerzas han sido grandes frustraciones. En particular la de (José Luis) Ramón. Pasa cuando no hay discusión de programa y solo buscan el voto bronca.
-¿Cuál es su opinión sobre el tratamiento del Presupuesto?
-El Frente de Todos trabaja para el Gobierno Nacional, no para Mendoza. En la administración nacional rollean la deuda todo el tiempo, pero en Mendoza no le permiten rollear deuda, que es una muy buena herramienta, y más en este momento en el cual las tasas de interés son bajas respecto a la recaudación y la inflación. O sea, prohíben acá en Mendoza, pero lo hacen a nivel nacional. Su discurso es contradictorio con lo que hace su propio gobierno. No aprobarle el roll over a Suárez es estar en contra de Mendoza, no de Suárez.
-En el tema Portezuelo del Viento ¿cree que tiene que haber laudo antes de la adjudicación?
-Creo que sí. Lo que cierra este problema y da tranquilidad a Mendoza es que el laudo salga favorable.
-¿Debe esperarlo Mendoza?
-Lo ha pedido. Pero no hay plazos, y Fernández los estira.
Sobre el conflicto en Río Negro
-Estuvo en Neuquén y Río Negro, a propósito del conflicto con los mapuches...
-Sí, el conflicto del grupo terrorista RAM está súper presente. Hay tomas de tierras derivadas por ese conflicto, pero de otros también, que no tienen nada que ver con el conflicto mapuche. Hay muchas superficies usurpadas. Es una situación caótica.
-¿Tenía que intervenir el Gobierno Nacional?
-Seguro, sin duda alguna. Primero porque los ordena la ley de Seguridad Interior, que obliga a la Nación ante el pedido de un gobernador a asistirlo. Y también porque tienen tomadas jurisdicciones que son nacionales, como parques y rutas. Y a eso se suma que el embajador en Chile pidió la liberación de Jones Huala, una cosa inaudita. No tenía por qué hacerlo y aún así lo quiso hacer.
-¿Y por qué cree que pasa eso?
-Creo que la orientación ideológica del gobierno es esa. Es simpatía por un grupo violento. Porque una cosa es el reclamo genuino de la comunidad mapuche y otra cosa son estos grupos violentos.
-¿Pasó algo similar en Santa Fe?
-Bueno, el tema de la inseguridad ¿Por qué no han tenido una política de seguridad en Nación? Porque la ideología que profesan es la que el victimario está en el centro de la escena penal en vez de la víctima. En Mendoza logramos darlo vuelta con poder político, con un gobierno que se puso firme.