Coronavirus: 31 de mayo, el día que cambió todo en Mendoza

Cuando la provincia parecía haber domado al virus, se detectaron 8 casos que iniciaron una escalada e inclinaron la balanza hacia los contagios por “contacto estrecho”.

Coronavirus: 31 de mayo, el día que cambió todo en Mendoza
30 abril 2020 Mendoza- Sociedad. Cuarentena por coronavirus Simulacro de tratado del coronavirus en el quinto piso del Hospital Central. Personal de la sanidad practica tratamiento y protocolo de seguridad ante el virus. coronavirus Covid 19 enfermera Foto Orlando Pelichotti.

Desde el 21 de marzo, cuando se conoció el primer caso de Covid-19 en Mendoza, un sistema informático le muestra a Rodolfo Suárez, a sus ministros y a los funcionarios del Ministerio de Salud la evolución del virus en la provincia. Este tablero de comando lleno de datos, curvas y estadísticas es el que miran y analizan los expertos del comité sanitario que asesoran al Gobernador cada vez que se debe decidir alguna medida en relación a la pandemia.

Durante abril y mayo, todas esas decisiones apuntaron a ir flexibilizando la estricta cuarentena que decretó el gobierno nacional a partir del 20 de marzo y que cumplió ayer 100 días. Incluso el 29 de mayo, cuando Mendoza se encaminaba a ocho jornadas consecutivas sin nuevos contagios, algunos en el Ministerio de Salud especulaban con que la provincia podía empezar a pensar en la ansiada Fase 5 de la cuarentena, la última antes de la liberación total.

Sin embargo, algo empezó a cambiar esa misma noche, cuando a las 22 sorpresivamente se emitió un comunicado oficial que confirmaba tres nuevos contagiados, dos horas y media después de otro que había informado “no se registraron nuevos casos positivos”. Este mensaje venía siendo costumbre durante todo mayo, ya que hasta ese momento la curva de casos se había derrumbado en Mendoza: se habían contabilizado sólo cuatro, contra los 65 de abril.

El 30 de mayo el informe oficial volvió a dar cero infectados, por lo que los tres de la familia de Las Heras (aquellos supuestamente contagiados por un camionero que al final dio negativo) se veían como una excepción. Pero la ilusión se cortó al día siguiente, el domingo 31.

Ese día, el último del mes en el que Mendoza parecía haber domado al virus, las autoridades informaron ocho nuevos casos de Covid-19, que no solo elevaban las cifras de mayo hasta 15 sino que por primera vez desde la llegada de la pandemia a la provincia, la balanza empezó a inclinarse hacia los contagios por “contacto estrecho”. Es decir que pasaron a ser más los pacientes infectados sin haber salido de Mendoza.

Así, ese domingo en el que las familias mendocinas podían reunirse por segundo fin de semana consecutivo desde el inicio del aislamiento obligatorio, terminó siendo la bisagra entre la tendencia a la desaparición del virus de la provincia y el comienzo de una multiplicación de contagios que ahora nadie sabe si podrá controlarse.

Desde ese día ya se han sumado 63 nuevos infectados, entre ellos el famoso “caso 98” (el empleado de la bodega de Maipú) que originó un foco cuyas ramificaciones aún no cesan. Y sólo siete han sido “importados”, es decir de personas que se contagiaron fuera de la provincia. El resto -salvo tres que aún están bajo “investigación epidemiológica”-, tuvieron contacto estrecho con enfermos, lo que indica que el virus está circulando en Mendoza. Este es el gran desafío que enfrentan ahora las autoridades provinciales. Y el que explica que se hayan vuelto a restringir las salidas por DNI y prohibido las juntadas de amigos, como la del “caso 98” que disparó aún más los contagios desde el 12 de junio.

Escalada nacional

El crecimiento de casos de coronavirus en Mendoza durante junio se ha producido en medio de un contexto nacional similar, con cifras récord, sobre todo en el AMBA. En el área metropolitana de Buenos Aires, donde habita el 35% de la población argentina, está el 90% de los contagiados.

Allí la situación epidemiológica es complicada desde principios de mayo, cuando empezó a dispararse hacia arriba la curva de casos. Y es lo que obligó a que se haya vuelto a las restricciones iniciales de marzo.

Sin embargo, los datos muestran que el “muro” que levantaron todas las provincias para evitar la propagación del virus y que venía funcionando bien -salvo en Chaco, Córdoba y Río Negro-, se empezó a caer en las últimas dos semanas.

Neuquén, que el 1 de junio tenía 137 casos, cuatro semanas después suma más del triple, 431. Peor es la situación en Entre Ríos, que en el mismo período multiplicó nueve veces los contagiados: de 31 a 249. O la de Chubut, que lo hizo once veces: de 10 a 114 casos.

Ni hablar de Jujuy, que creció de 6 a 75; y de Formosa, que era con Catamarca una de las dos provincias libres del virus y pasó de 0 a 71 infectados.

Fuera de éstas, donde la situación parece estar cerca de un retroceso a la fase 1, vienen otras con un panorama similar al de Mendoza: después de un mayo tranquilo sobrevino un junio con muchos contagios. Es el caso de Santa Fe, que se había estancado cerca de los 260 casos y ahora, cerrando junio, va por los 411. O el de Salta, que de solo 8 saltó a 27.

En el resto de las provincias, hay algunas donde el “goteo” de casos no ha alcanzado a generar una tendencia preocupante, como La Rioja, Misiones, Corrientes y Tucumán. Mientras que el último grupo es el de las que, si bien tienen infectados, han logrado “congelar” al virus.

La Pampa y San Juan, por un lado, son las únicas que se mantienen en cifras de un dígito. Y hay otras cuatro que llevan varias semanas sin nuevos contagiados: Santa Cruz se frenó en 51 desde el 1 de junio; Santiago del Estero, en 22 desde el 19 de mayo; Tierra del Fuego, en 148 desde el 10 mayo; y San luis ostenta el récord de tiempo sin notificar casos: desde el 6 de abril quedó estancada en 11 enfermos.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA