El gobernador Alfredo Cornejo celebró este jueves en las redes sociales un fuerte incremento en el número de aspirantes a realizar residencias médicas. El mandatario especificó que las inscripciones para las residencias, que tendrán aumentos de hasta el 75% en el valor de las becas, crecieron “más de 68%” en relación al año pasado y atribuyó la suba a la reforma del sistema de salud, que tiene un capítulo específico para los residentes (9526).
En cifras concretas, tras el cierre de inscripciones, que se produjo este miércoles, los aspirantes a residencias este año fueron 515, contra 305 que hubo en 2023.
“Gracias a la nueva ley de residencias logramos aumentar más de un 68% la cantidad de aspirantes profesionales para realizar sus residencias en Salud, en comparación con 2023. Además, tenemos muchos aspirantes en especialidades que el sistema necesita como terapia intensiva, pediatría, clínica y medicina de familia, situación que rompe la tendencia de muchísimos años”, evaluó el gobernador.
Y agregó: “Son 515 los profesionales en condiciones de rendir el examen que les permita iniciar su especialidad y a los cuales estamos agradecidos por la confianza. El Plan de Salud 2024-2030 está dando sus frutos”.
En efecto, los aspirantes deberán rendir para poder ingresar al sistema de salud como residentes el próximo 2 de julio. Y no será demasiado sencillo ingresar porque las plazas, según especificó el Ministerio de Salud de la provincia, no aumentaron respecto de 2023 y están bastante por debajo del total de inscriptos este año: son 290 en total.
Esta cifra incluye 168 plazas para primer nivel y 26 para el segundo nivel. La Nación sostiene otras 54, a las que se suman algunas más que están financiadas por obras sociales como OSEP y clínicas privadas.
Según la ley 9526, las residencia de primer nivel son aquellas a las que se accede “con el título universitario, sin que se requiera formación previa de postgrado” y tienen una duración máxima de cinco años. Las de segundo nivel, en tanto, requieren para ingresar la certificación de haber completado una residencia de primer nivel o tener una especialidad certificada por el Consejo Deontológico de la Provincia. Duran tres años.
En concordancia con lo expresado por el gobernador, Martín Altamirano, subdirector de Talento Humano del Ministerio de Salud, afirmó que es “notorio” el aumento de inscriptos para el concurso y confirmó que muchos de ellos han elegido las “especialidades críticas”.
“Las más elegidas tradicionalmente son anestesiología, oftalmología y dermatología, para los cuales son pocas plazas que siempre se cubren. Pero lo llamativa es que las especialidades críticas, como son clínica médica, pediatría, medicina de familia, emergentología, terapia e inclusive psiquiatría, han aumentado sustancialmente el número de inscriptos”, expresó Altamirano. También informó que se concursaron 58 especialidades diferentes.
AUMENTO EN LAS BECAS
Los médicos residentes recibirán en general un aumento del 30% en el valor de las becas, pero para las especialidades críticas la remuneración será mayor: 75%.
Actualmente el valor de la beca es de 465.000 pesos. El nuevo monto con la suba del 30% es de 610.000 pesos y quienes puedan acceder al incremento del 75% recibirán 810.000 pesos.
Ese monto mayor se otorgará, además de las especialidades mencionadas más arriba por Altamirano, a quienes se transformen en residentes de las áreas de tocoginecología, anatomía patológica y psicología.
INCENTIVO
El Sistema Provincial de Residencias Formativas se aplica en el ámbito de la administración pública provincial, organismos centralizados, descentralizados y autárquicos, efectores privados y en la Obra Social de Empleados Públicos (OSEP).
Constituye “un sistema de formación intensiva de postgrado destinado a completar y perfeccionar de manera exhaustiva los conocimientos adquiridos a nivel de grado universitario, ejercitándolos en el desempeño responsable y eficaz de la disciplina correspondiente y bajo la modalidad de formación en servicio”, dice la ley 9526. Es además “un modelo formativo acotado en el tiempo, con objetivos educativos anuales”.
Los residentes no cobran sueldos. O sea, no están sujetos a un régimen de trabajo, sino de formación profesional. Les liquidan una beca en carácter de “incentivo” para la formación como especialistas. “La beca formativa no constituye remuneración, siendo un estímulo destinado a acompañar al residente en su trayectoria formativa”, dice la ley que las rige. Aunque hay controversia con el gremio de los profesionales de la salud en este punto.
Así y todo, Altamirano afirmó que, gracias la sanción de las nuevas leyes de Planificación Estratégica de Salud y de Residencias, el Ministerio podrá incentivar mejor a aquellas especialidades que más necesita el sistema.
No sólo en el aspecto económico. Se está buscando además que exista un estímulo académico para quienes hagan las residencias. “Se está trabajando con las universidades para hacer un reconocimiento también académico universitario, esto está en proyecto. También se trabaja para que las especialidades tengan un programa avalado por las sociedades científicas para poder acreditarlas ante ellas”, aseguró Altamirano.
MÁS CRÍTICAS DE AMPROS
El proyecto para modificar las residencias fue uno de los capítulos muy discutidos de la reforma amplia del sistema de salud, que consta de 26 leyes, muchas de las cuales ya fueron sancionadas en la Legislatura.
El Gobierno logró que los legisladores aprobaran una ley de Emergencia, otra que dispone la planificación del sistema y la creación de un nuevo régimen laboral para los profesionales de la salud. También se aprobaron proyectos que cambian regímenes de trabajo de enfermeros, farmacéuticos y técnicos radiólogos, entre otras cosas.
En varias de esas leyes, el consenso fue acotado porque la oposición no acompañó. Y prácticamente a ninguno de los proyectos armados por el Gobierno le dio apoyo el gremio de los profesionales de la salud, Ampros.
La titular del sindicato, Claudia Iturbe, mantiene aún una postura crítica sobre el nuevo sistema de residencias. “Tiene inconvenientes legales como lo es ir contra un fallo de la Corte que dice que son trabajadores en formación. Por el contrario, aquí se habla de becarios”, afirmó Iturbe ante la consulta de este diario.
La gremialista señaló incluso que habrá problemas con los nuevos valores para las becas. “Van a hacer diferencias entre unas y otras, y algunos (residentes) van a ganar más qué los jefes. No sé como lo van a solucionar”, remató.