La vicepresidenta y jefa de la mayor parte del electorado oficialista, Cristina Fernández de Kirchner, salió hoy a negar que ella concentra el poder en el Gobierno y cuestionó a una parte del gabinete de Alberto Fernández porque “no funciona”, al tiempo que arremetió contra los empresarios que “maltratan” al jefe de Estado.
Cristina dijo que la Argentina está atravesando una crisis que es producto de un “derrumbe macrista más pandemia” y ligó a sectores empresarios con un expreso apoyo a las políticas económicas que implementó el gobierno de Mauricio Macri, al que tildó de haber “fracasado” entre 2015 y 2019.
“Quienes idearon, impulsaron y apoyaron aquellas políticas, hoy maltratan a un Presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los ‘defectos’ que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión”, dijo.
La jefa del Senado dijo que el punto cúlmine de ese maltrato permanente y sistemático se produjo hace pocos días en un famoso encuentro empresario de IDEA, en el que mientras el Presidente hacía uso de la palabra, “los empresarios concurrentes lo agredían en simultáneo y le reprochaban, entre otras cosas, lo mucho que hablaba”.
“El relato del ‘Presidente títere’ lo utilizaron con Néstor respecto de Duhalde, conmigo respecto de Néstor y, ahora, con Alberto respecto de mí. (…) si algo tengo claro es que el sistema de decisión en el Poder Ejecutivo hace imposible que no sea el Presidente el que tome las decisiones de gobierno”, publicó Cristina.
En ese sentido aclaro que es Alberto quien saca, pone o mantiene funcionarios; es el que fija las políticas públicas. “Podrá gustarte o no quien esté en la Casa Rosada. Puede ser Menem, De La Rúa, Duhalde o Kirchner. Pero no es fácticamente posible que prime la opinión de cualquier otra persona que no sea la del Presidente a la hora de las decisiones”, dijo.
Causas judiciales
También consideró “inaceptable” que se diga que ella “sólo quiere solucionar sus problemas judiciales”. Y dijo que lo único que quiere junto al Gobierno “es el correcto funcionamiento de las instituciones y que se garantice la aplicación de la Constitución Nacional y la ley a todos y todas por igual, sin doble vara ni privilegios”.
Para Cristina, resulta insoslayable señalar que utilizan el eufemismo “problemas judiciales” para “ocultar lo que hicieron en Argentina y en la región con el Estado de Derecho: se lo llevaron puesto para proscribir a los líderes populares”.
Y agregó: “Con la articulación de sectores del Poder Judicial, los medios de comunicación hegemónicos y distintas agencias del Estado, durante el gobierno macrista se perpetró una persecución sin precedentes contra mi persona, mi familia y contra muchos dirigentes de nuestro espacio político. De ello hoy dan cuenta las escandalosas revelaciones y el hallazgo de pruebas a la luz del día, acerca de las conductas de periodistas, fiscales, jueces, agentes de inteligencia, dirigentes políticos y hasta del mismísimo Presidente Macri involucrado personalmente en los mecanismos de espionaje, extorsión y persecución”.
El dólar
En tercer lugar, Cristina dijo que “la Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla”.