Daniel Scioli fue el primero en lanzar su precandidatura presidencial dentro del Frente de Todos. A diferencia del kirchnerismo y de Sergio Massa, cree que una interna traerá “certidumbre” al oficialismo. Coincide con Cristina Kirchner en renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El político, licenciado en comercialización y empresario reivindica la relación que estableció con los gobernadores como embajador de Brasil para promover las exportaciones a favor de las economías regionales. Dice que no es ‘el candidato de la Casa Rosada’, aunque rescata la gestión de Alberto Fernández para “reindustrializar el país”.
¿Cómo ve el escenario electoral en una coyuntura socio-económica tan difícil?
-Como embajador argentino en Brasil pudimos reconstruir una relación que es estratégica para Argentina y para las provincias en particular, con una fuerte impronta federal a mi agenda. Cuando fui viendo la dinámica del escenario electoral, las alternativas, dije, ‘bueno, no puedo ser indiferente’. A la sociedad hay que brindarle una alternativa previsible, confiable, moderada, que dé certidumbre, que dé tranquilidad, que sea sensata. En términos prácticos, encarar una agenda vigorosa de desarrollo de crecimiento para el país. Ahí van a venir las soluciones de fondo. Cuando veo que plantean la dolarización, cuando por otro lado dicen ‘hay que dinamitar todo, nada está funcionando’, yo no veo que sea así. Hay problemas, los hay: la inflación, el tema del poder adquisitivo, pero Argentina tiene con qué ahora encarar esta próxima etapa. Quien llegue a la presidencia debe tener una gran capacidad de coordinar acuerdos, políticas de Estado, vínculos con el mundo en beneficio de nuestro país. Cada elección es una nueva demanda. Yo sé que hay mucha bronca y la gente posiblemente encuentre en algunas expresiones políticas la manera de canalizar la bronca, pero yo espero que a la hora de la verdad y cuando haya más claridad de las alternativas, se vaya a votar con esperanza de un país mejor y para eso nada mejor que las PASO, que democráticamente se ordenen las candidaturas con la voluntad popular dentro del Frente de Todos.
Los sectores alineados con el kirchnerismo entienden que las PASO complicarían la situación. Eso dice también el ministro de Economía, Sergio Massa…
Al contrario, van a llevar previsibilidad, certidumbre de un camino para seguir avanzando. A pesar de la dificultad de la pandemia, la sequía, el impacto de la guerra, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, aun así vemos que se avanzó mucho en la reindustrialización del país. Sobre lo construido, ahora hay que seguir ahora avanzando. Por ejemplo, el gasoducto, el capítulo de integración energética. Yo lo conozco muy bien y he logrado destrabar para que Brasil financie la segunda etapa del gasoducto que va a tener un impacto en la economía real de más de 4000 millones de dólares. Vamos a poder integrar a los procesos productivos que demandan insumos, materias primas, componentes, autopartes. Cuando veo los resultados de las provincias donde los oficialismos están ganando en forma contundente, son buenas gestiones provinciales, muy buenas. Pero también hay un marco de políticas nacionales. ¿Cuál es el camino? Producir, producir, producir. Hoy los países demandan lo que Argentina tiene: energía, la minería. La electro movilidad se viene con todo. Yo hablo con las automotrices porque representan el 50% del comercio con Brasil, entonces sé las posiciones que están tomando, el interés que tienen en el caso de litio, en el caso del cobre. El año próximo todos los estudios indican que por las temperaturas el Pacífico a la altura del Ecuador vamos camino a tener una cosecha récord. Y ahí el gran objetivo de agregar valor para ser un productor líder mundial de alimentos.
La inflación agobia a muchos sectores sociales. ¿Hay un plan antiinflacionario?
Sí, claro que lo hay. Yo tengo un programa de desarrollo que contempla estas prioridades que están en la vida cotidiana de una familia. Sé que el que tiene trabajo le cuesta llegar a fin de mes porque la inflación golpea. La inflación tiene mucho que ver con expectativas, tiene mucho que ver con las reservas a las que hay que darle una gran impronta para aumentarlas, para fortalecerlas.
¿Cómo lo haría?
Ahí hay que incentivar la repatriación de capitales. Hay que promover más las exportaciones. No esperar que nos vengan a comprar, hay que salir a vender. Esta fue la actitud que yo he tenido y mi experiencia actual con Brasil. Después, llegar al equilibrio fiscal. El país tiene dos caminos: ajustás y ajustás, que es lo que proponen las otras alternativas o llegás al equilibrio generando mayores ingresos. Ese es el camino. Esto es posible yo sé muy bien lo que hay que hacer.
Hay demandas que parecen urgentes…
Mirá, yo entiendo la urgencia y por eso son temas prioritarios, ahora, soluciones mágicas no hay. Algunos candidatos están en campaña y dicen ‘al cepo lo saco de un día para el otro’, ‘a la inflación la derrotamos de un día para el otro’. Lo vimos en 2015, ahí está el debate (con Macri): lluvia de inversiones, no iban a aumentar las tarifas… ¿No era que no íbamos a volver al Fondo Monetario Internacional? La gente lo tiene muy presente en su memoria pero hoy hay nuevos problemas. Bajo la palabra ‘cambio’ ya hemos visto lo que pasó y ahora lo están diciendo: ‘vamos a hacer lo mismo, pero esta vez más’. Bueno: es mi especialidad generar oportunidades. Tener inversiones, exportar más. El país está en un momento crucial donde tenemos que dejar de estar en los extremos o esa cosa pendular. Hay que tener la inteligencia para el tiempo que se viene de lograr una articulación también detrás de grandes objetivos: la negociación con el Fondo es una de ella. Es de sentido común. Déjennos crecer. Aquí hubo acontecimientos impredecibles que ameritan que se repiense y se replantee el acuerdo.
En relación al FMI coincide, entonces, con Cristina Kirchner sobre renegociar el acuerdo…
Sí, lo he dicho en varias oportunidades. (Martín) Guzmán, creo que el artículo 11, había previsto cuando negoció el acuerdo que si había un acontecimiento extraordinario, llámese sequía o guerra, se daban las condiciones para revisar el acuerdo. De hecho el ministro de Economía lo está haciendo y me parece bien. Entonces, primero Argentina. Primero defender nuestra soberanía, defender que cualquier acuerdo no vaya en detrimento de todo lo que es un país que se ha puesto en funcionamiento. La mayoría de las provincias tienen pleno empleo. Pero también debemos reconocer que el salario no le alcanza a la gente y la inflación lo va horadando. Son temas prioritarios. Pero la actividad económica está, no podemos volver a caer nuevamente en esa ola importadora voraz que ya hemos visto, de cuando le decían a las empresas ‘si no son competitivos, importen’. Y se bajaron las persianas en más de 23000 pymes. Y ahora se han vuelto a abrir. Yo lo veo en el vínculo con Brasil, donde en las góndolas de los supermercados tenés productos de las economías regionales. He logrado reabrir mercados después de, en algunos casos, más de 10 años, como la pesca. O la controversia que hemos solucionado con la uva de mesa o los pistachos de La Rioja y otros pedidos que me fueron haciendo los gobernadores. Ese es el camino, eso es lo que yo represento: la defensa del trabajo nacional, la industria argentina, nuestros recursos naturales, lo que no significa que no tengamos que encarar también un reordenamiento del Estado para hacerlo más eficiente, más productivo.
¿Cómo abordaría la problemática de la inseguridad y el narcotráfico que padecen ciudades como Rosario?
Dentro del Estado de Derecho y con la coordinación de los tres poderes Estado, todo el rigor. Porque frente a estas bandas criminales que están dispuestas a todo, el Estado tiene que estar dispuesto a todo. Algunos se sorprendieron porque en una entrevista dije que con el tema del narcotráfico ‘estoy a la derecha de la derecha’. Ya hay un momento en el que no es tema de izquierda o de derecha. Hay que ir para adelante con determinación. Y hay que ir a las fronteras porque las drogas entran por las fronteras.
Milei y Bullrich proponen flexibilizar el uso de armas en la sociedad civil…
No lo veo a eso. El arma es la educación. Yo le he visto en Brasil cuando decían que la gente se arme. No, hay que fortalecer a las Fuerzas de Seguridad, darles el respaldo y capacitarlas. Cuando se llega al límite en el que estas organizaciones llevan adelante estos atroces crímenes, ahí tenemos que avanzar con todo el rigor.
Es un misterio aún quién lo va a acompañar en la fórmula presidencial…
Bueno, ya hubo un avance con la candidata a gobernadora (por Victoria Tolosa Paz), con el armado en todos lados. Pero faltan las últimas tres semanas. Mi compañero o compañera de fórmula va a tener un fuerte compromiso federal con mi programa de gobierno. No estoy pensando una fórmula para ver cómo sumo más votos para la elección, sino una fórmula que tenga solidez, que tenga experiencia para gobernar, capacidad de gestión y articulación para los acuerdos que el país necesita. Viene algo nuevo en la Argentina, la gente lo está demandando.
Cristina Kirchner reunió a una multitud en Plaza de Mayo que pidió por ella para Presidenta…
Fue un acontecimiento emotivo por el recuerdo de los 20 años que asumimos con Néstor Kirchner. Yo estaba invitado, estaba en Brasil y no pude estar presente. Me parece que siempre es importante escuchar la opinión de alguien con la experiencia de ella dando su visión. Y dijo cosas importantes que yo comparto. No solo comparto, las aplico: La sinergia entre lo público y lo privado, agregar valor a las materias primas, revisar el acuerdo con el Fondo. Claro que sí.
A priori, uno piensa que sería una competencia interna entre aparatos muy desiguales...
Lo mío no es contra nadie, lo mío es a favor del país porque el día después de las PASO necesitamos a todos.
¿Cómo imagina la relación con la oposición?
Siempre ha sido buena. Siempre tuve una muy buena relación histórica con el radicalismo. Lo han visto cuando fui a la Fiesta de la Vendimia. Con el gobernador (Suárez) había estado en San Pablo. Estaba (Gerardo) Morales que es presidente del partido, estaba Patricia Bullrich y Facundo Manes, que es un amigo.
¿Hay puntos en común con algunos referentes de la oposición?
Tiene que haber, la sociedad nos va a empujar a eso. Lo que viene es distinto porque hay cuestiones de Estado que van a ir más allá de un gobierno. Aparte yo aspiro a hacer el trasvasamiento generacional.
¿Cómo evalúa el acercamiento entre Larreta y el peronista Schiaretti?
Peronistas hay en todos lados, a todos les digo: volvamos a casa, es el momento.
¿Se lo diría a Schiaretti?
Me parece que ya tomó una decisión y la respeto. Pero con Urtubey tengo muy buena relación. Juan Manuel me ayudó muchísimo en 2015. Es un hombre de una gran experiencia. No me voy a meter en la estrategia de los otros. Cuando fui gobernador busqué siempre tener una provincia abierta y buscar puntos de agenda en común con las otras provincias. Ahora mismo como embajador le doy una dinámica comercial, ejecutiva, acompañando a cada Gobernador. Llaryora ha estado en Curitiba y estuvimos intercambiando experiencias con otras ciudades.
¿A qué atribuiría ese resquemor del votante cordobés hacia el FDT, el kirchnerismo, o el peronismo que no sea de Schiaretti?
Yo lo entiendo, no reniego, la gente siempre tiene razón. Entonces lo que tenemos que hacer es exigirnos para interpretar sus expectativas, qué es lo que esperan del próximo gobierno nacional. Un trato especial, de dedicación especial por todo lo que representa Córdoba. Y en mi agenda con Brasil, Córdoba es una gran protagonista en misiones comerciales, con empresarios que recibo a todo el tiempo. De La Sota fue embajador ahí y dejó un gran recuerdo. El otro día estuve en Córdoba, en Villa María. Visité Iveco, Fiat con el auto más vendido. Después estuve en Villa María con ese polo tecnológico de vanguardia que me pareció interesante. Iré todas las veces que pueda para escuchar, para estar al lado, para interpretar, para entender, para alentar, para comprometerme. De eso se trata.
El miércoles se reúnen los gobernadores oficialistas, ¿tenés alguna expectativa?
Yo creo que los gobernadores van a plantear que se garanticen unas PASO ordenadas, debates positivos de cara a la sociedad y que el día después haya una unidad consolidada que nos de mejores perspectivas aún para la victoria en octubre. Ante tanta incertidumbre nosotros tenemos la certidumbre, yo soy un dador de certidumbre, de gobernanza. Me pueden criticar muchas cosas, pero me han visto y me han puesto a prueba en los momentos difíciles del país como he estado siempre poniendo el hombro. Y también plantearán algunas preocupaciones que tienen con temas de gestión.
¿No cree, entonces, que salgan a apoyar a algún precandidato?
No, creo que van a ser definiciones conceptuales. Ellos quieren tener un marco nacional de previsibilidad y tranquilidad.
¿Le incomoda que se lo identifique como el candidato de la Casa Rosada?
Yo no soy candidato de la Casa Rosada ni de ningún sector. Por eso quiero ir a las PASO, para tener legitimidad, el respaldo político para hacer lo que haya que hacer en la Argentina. Yo soy Daniel, la gente me conoce desde la época en la que corría en lancha. Lo que no significa que no tenga respeto, afecto, una agenda obviamente que tiene que ver con mi responsabilidad en Brasil que el Presidente le ha dedicado una atención especial, de hecho, el 26 de junio va de vuelta, la quinta visita en el año.