El atentado contra Cristina Kirchner modificó la escena política argentina y desde el momento en que Fernando Sabag Montiel gatilló contra la Vicepresidenta, los actores de la dirigencia nacional comenzaron a reaccionar y posicionarse ante la dramática escena.
Así fue que el propio kirchnerismo salió a culpar por el ataque a la posición y a los medios de comunicación, así como también a la Justicia. Les endilgaron haber sembrado el odio y violencia que derivó en el intento de asesinato.
Según lo detalla el periodista Gerardo Alfano en TN, en paralelo a las acusaciones el kirchnerismo lanzó una convocatoria al diálogo político como parte de una estrategia de posicionamiento propio y frente a Juntos por el Cambio que se configura como una táctica con miras a las elecciones del año que viene.
Una de las intenciones que exhibe el llamado del oficialismo es mostrar a Cristina como conciliadora, amante del diálogo y de los consensos. Pero subyace la preocupación latente de la expresidenta: su situación judicial, sobre todo en la causa de Vialidad, que antes de fin de año tendrá su veredicto.
A este frente de Fernández de Kirchner se suma la crisis económica, que tiene al país sumergido en un complejo panorama inflacionario y de deuda, los que amenazan las aspiraciones electorales de la vice. La estrategia del kirchnerismo es impulsar el “operativo clamor” para tener la candidatura a la Casa Rosada de Cristina, asegura TN.
Pero se sabe que Cristina hará lo que más le convenga, sobre todo si necesita de los fueros para no ir presa, ante una eventual condena.
En Juntos por el Cambio reina la desconfianza
El diálogo político también divide a Juntos por el Cambio, ya que la mayoría de sus dirigentes consideran que no es el mejor momento para un acercamiento a Cristina, sobre todo por los ataques que recibieron luego del atentado.
Según el mismo portal, el PRO se siente afectado por las críticas y las acusaciones que se lanzaron sobre una parte de sus dirigentes como instigadores al odio, lo que habría derivado en el fallido atentado contra Cristina.
Mauricio Macri tomó distancia de la convocatoria que hace el oficialismo y el viernes dijo que solo se sentaría “con la Constitución Nacional sobre la mesa” y que “las ideas de Cristina han destruido a la Argentina”.
