La Cámara de Diputados aprobó este martes el proyecto de ley de promoción de inversiones en la industria automotriz, que tendrá un fuerte impacto en la provincia de Córdoba. La iniciativa recibió 227 votos a favor, ocho en contra y una abstención, y ahora resta su tratamiento en el Senado.
El Frente de Todos contó con apoyo de Juntos por el Cambio y los interbloques Federal y Provincias Unidas. Los rechazos fueron del Frente de Izquierda y los bloques liberales encabezados por José Luis Espert y Javier Milei. Y la única abstención, de la tucumana Paula Omodeo, de Juntos por el Cambio.
El proyecto incluye tres incentivos: la devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en tres períodos fiscales en lugar de seis; la amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias por las inversiones en bienes de capital; y aranceles cero a las exportaciones hasta diciembre de 2031.
Además, se crea un “Instituto de la Movilidad” que articulará la tarea de todos los actores de la industria y que tendrá bajo su órbita un consejo consultivo. A pedido de Juntos por el Cambio se especificó que los integrantes de estos organismos trabajarán “ad honorem”.
Otros de los pedidos del interbloque opositor fueron extender las retenciones cero para toda la industria e incluir en los beneficios a la maquinaria agrícola. El Frente de Todos rechazó la primera propuesta y se comprometió a avanzar con la segunda en otra ley especial.
En Argentina operan 13 plantas automotrices y más de 400 autopartistas con proyectos de inversión en marcha que gozarán de los nuevos beneficios impositivos. Según cifras aportadas en el debate, el sector genera en total 650.000 puestos de trabajo -200.000 directos y 450.000 indirectos-.
En 2021 se produjeron 434.000 unidades, de las cuales se exportaron 259.000, es decir el 60%. Hasta mayo, el sector había registrado un crecimiento del 27% tanto en la cantidad de unidades producidas como exportadas.
“Con esta ley conseguimos captar inversiones y eso significa miles de millones de dólares que ingresan y alivian el requerimiento de dólares que tenemos”, destacó el presidente de la Comisión de Industria, Marcelo Casaretto.
El diputado oficialista explicó que “al conseguir estas inversiones y sustituir componentes extranjeros por nacionales, estamos ahorrando dólares y generamos dólares por exportaciones adicionales”.
El proyecto fue respaldado fuertemente por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), cuyo titular, Martín Galdeano, fue recibido en el Salón de Honor por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y luego presenció la votación desde el palco.
También habían expresado su apoyo los trabajadores nucleados en SMATA, UOM y en los sindicatos del rubro textil, plástico y caucho, entre otros.
Apoyo cordobés
En Córdoba funcionan plantas de Stellantis, Renault, Nissan, Iveco y Volkswagen. Entre automotrices y autopartistas, se registran en total unos 25.000 empleados directos. En ese marco, los diputados de la provincia dejaron de lado sus diferencias políticas para apoyar el proyecto.
“Lo que están haciendo es lo que deberían hacer con todos los sectores: sacarles el pie de encima, permitirles exportar y generar las condiciones necesarias para que la industria argentina deje de ser una sobreviviente de sus políticas”, señaló Laura Rodríguez Machado (PRO).
Por la UCR, Víctor Hugo Romero sostuvo que “este régimen de promoción, en este difícil contexto de la Argentina profundizado en los últimos días, trae algo de certeza a la gran incertidumbre que existe en el país”. Además, resaltó que la iniciativa “no tiene costo fiscal”.
Carlos Gutiérrez, jefe del bloque Córdoba Federal, también subrayó que el proyecto “provee los instrumentos para que este sector estratégico adquiera la competitividad que le hace falta frente a jugadores como Brasil, México, Tailandia y Sudáfrica, que son firmes competidores de nuestra industria”.
Desde el oficialismo, Eduardo Fernández afirmó que “en lo que va de 2022, la exportación en Córdoba aumentó un 40%” y mencionó que el mes pasado Volkswagen ya exportó desde la provincia 100.000 unidades de su nueva caja de cambios.
“Hay capacidad para incrementar la producción, tenemos posibilidad de atraer inversiones. Para provincias como Córdoba y Santa Fe históricamente la industria ha sido dinámica”, dijo Fernández, y añadió que “hoy promocionar la industria automotriz es una política de Estado integral”.
En el mismo sentido, la bonaerense Victoria Tolosa Paz (Frente de Todos) recordó que “cuando gobernaba Cambiemos, el derrape de la industria automotriz fue fuerte y se puede sentir en cada terminal que tuvo que suspender líneas de producción y achicar su capacidad instalada”.
Con distintos argumentos, el Frente de Izquierda y los dos bloques liberales optaron por el rechazo.
Nicolás Del Caño (PTS) advirtió que “se habla de darle previsibilidad a estas patronales para que paguen cero derechos de exportación hasta 2031, mientras a los trabajadores informales les aumentan los precios y los jubilados cobran un haber de indigencia. ¿Qué previsibilidad se les da a las grandes mayorías? Ninguna”.
Por su parte, José Luis Espert (Avanza Libertad) observó que “la industria automotriz en Argentina está en absoluta decadencia, por eso necesita de permanentes respiradores artificiales como es este proyecto de ley”. El libertario opinó que significa “menos impuestos hoy y más impuestos mañana” y alertó que el costo fiscal “no se está mensurando con la debida certeza”.