Con un discurso “anti-grieta” que intenta emerger en un escenario de extrema polarización, la oposición más moderada podría agrupar en la futura Cámara baja a nada menos que 16 diputados, entre ellos algunas figuras de peso, que serán claves cuando se presenten votaciones ajustadas.
El resultado de las PASO arrojó un recinto partido entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, que abre una nueva oportunidad para los bloques de la “avenida del medio”. Se trata de los oficialismos de Córdoba, Misiones, Río Negro y Neuquén, en distintos grados de afinidad con el Gobierno nacional, sumados a otras expresiones no kirchneristas.
En su mayoría, esos diputados hoy están aglutinados en el Interbloque Federal, que preside el bonaerense Alejandro “Topo” Rodríguez. Si en noviembre se replica el resultado de las primarias, esa bancada quedaría con nueve integrantes, entre los que se destacan los cuatro cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti.
El bloque Córdoba Federal pone en juego en esta elección tres de sus cuatro escaños y, gracias a una performance mejor que la imaginada, lograría retenerlos. Ingresarían de este modo Natalia De la Sota, Ignacio García Aresca y Claudia Márquez (renueva su banca), que se unirían a Carlos Gutiérrez, con mandato hasta 2023.
“En Hacemos por Córdoba logramos hacer campaña lejos de la grieta. Está demostrado cuánta gente integra esa mayoría silenciosa de la sociedad que no quiere gritos ni agravios. Es posible tratarnos bien. Gracias Córdoba por acompañarnos”, expresó De la Sota tras conocerse el resultado.
También siguen en el interbloque los lavagnistas Rodríguez y Graciela Camaño, y el socialista santafesino Enrique Estévez, que ahora sumaría a la exintendenta de Rosario Mónica Fein, quien ganó la interna del Frente Progresista en la provincia y promete ser protagonista.
Por último, se integraría a ese espacio Florencio Randazzo, siempre y cuando logre los votos para acceder a una banca en noviembre. En las PASO su lista, Vamos con Vos, obtuvo el 3,7%, con el 97% de las mesas escrutadas. Los diputados “del medio” se ilusionan con la llegada del bonaerense y apuestan a que ocupe un rol central.
El otro interbloque que pretende posicionarse por fuera de la grieta es Unidad Federal para el Desarrollo. A partir de diciembre ya no será más liderado por José Luis Ramón, que termina mandato, y eso abre incógnitas sobre el futuro de ese espacio, que podría continuar sin el mendocino o bien acoplarse al resto de los federales.
El interbloque quedaría conformado por cuatro diputados que responden a dos gobernadores, el misionero Oscar Herrera Ahuad y la rionegrina Arabela Carreras. Ingresarían Carlos Fernández y Claudia Gauto por el Frente Renovador de la Concordia; y por Juntos Somos Río Negro lo haría Agustín Domingo, que se sumaría a Luis Di Giácomo, con mandato por dos años más.
En las PASO también salió fortalecido el mandatario de Neuquén, Omar Gutiérrez, y el Movimiento Popular Neuquino se quedaría con dos de las tres bancas en juego. Asumirían como diputados Rolo Figueroa y Luciana Ortiz Osuna. Hasta ahora, la única representante de esta fuerza, Alma Sapag, no se unió al resto de los bloques federales.
Por último, sigue hasta 2023 el riojano Felipe Álvarez, que es de extracción peronista y supo acompañar al Frente de Todos en la mayoría de las votaciones.
En estos dos años, los diputados “del medio” facilitaron la sanción de leyes donde el oficialismo tenía un número ajustado, pero también le pusieron un freno a algunos proyectos, como la reforma del Ministerio Público Fiscal y la fallida ley de parámetros epidemiológicos por la pandemia del Covid.
“Apoyamos lo que tengamos que apoyar y rechazamos lo que tengamos que rechazar”, es el latiguillo que usan los diputados de la “tercera vía” para defender un doble juego que hasta ahora les dio resultado, aun con las diferencias internas que se vieron en algunos debates.