Tras días de elevada tensión política entre el oficialismo y la oposición y en el corazón del propio Frente de Todos, la Cámara de Diputados inició este jueves a las 14.30 la sesión especial en la que se debatirá sobre el acuerdo del Gobierno con el FMI para refinanciar la deuda del país.
Como hubo consenso político en la noche del miércoles, se descuenta que el proyecto de ley obtendrá media sanción y será girado el viernes al Senado para su sanción definitiva. Para ello, por reglamento, la Cámara alta tiene un plazo mínimo de siete días corridos desde el ingreso de la iniciativa, por lo que podría votarla desde el viernes 25 en adelante.
Sergio Massa, presidente de la Cámara baja, dio por iniciada la sesión a las 14.30 con la presencia de 129 legisladores presentes. Uno de los ausentes en ese momento era el diputado oficialista Máximo Kirchner.
El oficialismo en Diputados llegó a esta instancia fragmentado por los distintos posicionamientos y sorteando situaciones que llevaron a la coalición a una prueba de fuego, dado que en el medio hubo negociaciones para evitar incluso una ruptura política y sostener la unidad.
En este espacio hay diputados que apoyan el acuerdo porque entienden que no había margen para no pactar con el Fondo una refinanciación de la deuda, dado que una cesación de pagos podría generar un aislamiento internacional de la Argentina, tanto a nivel financiero como comercial y hasta político.
Pero también están los que rechazan el acuerdo. Como por ejemplo todos los diputados que responden al exjefe del bloque Máximo Kirchner y militan en las filas de la agrupación La Cámpora; y otros como Itai Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli, que representan al Frente Patria Grande de Juan Grabois.
Estos últimos están entre votar en contra de la iniciativa o abstenerse. La decisión no fue comunicada por los principales referentes. Este jueves, antes del mediodía, el bloque del Frente de Todos hizo una reunión con Massa. Estuvieron representados todos los subsectores, con Máximo Kirchner incluido.
Hagman, Zaracho y Fagioli y algunos legisladores de La Cámpora ingresaron al recinto pasadas las 14.15. Asimismo, se sentaron los dos de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) Verónica Caliva y Juan Carlos Alderete. Y los denominados “dipusindicalistas” Hugo Yasky y Sergio Palazzo, ambos del oficialista Frente de Todos.
Por otro lado, en Juntos por el Cambio el tema también generó rispideces. La Unión Cívica Radical –en cuyas filas militan los gobernadores de Corrientes, Mendoza y Jujuy- siempre se mostró más propensa a apoyar la iniciativa con la máxima de evitar el default. Una postura similar tuvo la Coalición Cívica, cuya líder, Elisa Carrió, llamó a acompañar.
Muy distinta fue desde un comienzo la postura del PRO, cuyo líder Mauricio Macri consideró como “una bomba de tiempo” el acuerdo alcanzado por el gobierno de Fernández con el organismo. En la casa del exmandatario, los referentes de este espacio llegaron a evaluar votar en contra.
Finalmente, por intermedio de la UCR y la CC, el PRO aceptó deponer la actitud y acompañar la iniciativa ejerciendo una “responsabilidad histórica” para evitar el default. Había sido el Gobierno de Mauricio Macri el encargado de tomar el crédito (que inicialmente alcanzaba los 56.300 millones de dólares) sin consulta a la oposición de entonces e incluso tampoco a sus aliados, la UCR y la Coalición Cívica.
El Frente de Izquierda no solo anticipó que votará en contra del acuerdo por considerar que la deuda con el Fondo contraída por Macri es “ilegítima e ilegal”, sino que movilizó a miles de militantes a la plaza ubicada frente al Congreso para decirle “NO” al organismo multilateral y su “injerencia en la Argentina”.