Un sector del peronismo mendocino prepara para fines de agosto o principios de setiembre un evento que, según dicen sus actores, podría encaminar al partido a la “reconstrucción” tras las sucesivas derrotas electorales y posicionar a quiénes lo controlarán a fin de año.
La reunión “doble” que preparan en el PJ local el grupo de los intendentes y legisladores que tiene como armador a Carlos Ciurca será un encuentro en Mendoza del “Foro Federal de Presidentes de bloques legislativos” y de la “Red Peronista Federal”, dos espacios que agrupan a dirigentes no kirchneristas de distintas provincias.
No casualmente el foro de legisladores y la red tuvieron su última reunión conjunta en Córdoba el fin de semana pasado. Martín Llaryora, el gobernador cordobés, es el líder peronista nacional que este sector del PJ mendocino toma como faro nacional para fortalecerse en el desplazamiento del kirchnerismo.
“En Mendoza trabajamos en el mismo sentido que el peronismo cordobés”, blanqueó sin vueltas ante la consulta de Los Andes Adriana Cano, presidenta del bloque de senadores provinciales del PJ. Los peronistas de este sector adulan todo el tiempo al justicialismo de la provincia mediterránea, por lo cual Cano (tal como contó este lunes Los Andes) fue la delegada local en el evento del 5 de julio, que reunió a dirigentes de distintos puntos del país y que terminó con una rosca en privado con el gobernador de Córdoba que duró más de dos horas.
En ese encuentro Llaryora criticó tanto al kirchnerismo como a Javier Milei, y les explicó a sus compañeros por qué cuatro días después firmaría el “Pacto de Mayo” en Tucumán. Llaryora afirmó que las consignas generales del pacto planteaban objetivos “en abstracto” que casi nadie cuestiona, como el equilibrio fiscal, entre otros.
Habló también de la necesidad de dar “gestos republicanos” ante la invitación del presidente Milei y finalmente se sinceró al sostener que tiene la necesidad de no confrontar con el electorado de su provincia, que como el de Mendoza, en su mayoría votó a Milei en las presidenciales del año pasado.
LA APUESTA CORDOBESA
“Estamos tratando de hacer un replanteo del peronismo mendocino ante la sociedad”, reconoció Cano a la vuelta de la reunión en esa provincia, donde también estuvo con el intendente de la Capital, Daniel Passerini, un estrecho aliado de Llaryora.
La apuesta de la legisladora y sus aliados locales a que Llaryora los lidere a nivel nacional y les muestre el camino es evidente. Por eso buscarán que la reunión de Córdoba se replique rápido en Mendoza, con participación de dos delegados suyos: el presidente y la vice de la Legislatura cordobesa, Miguel Siciliano y Nadia Fernández.
El plan en Mendoza es construir un frente amplio y tratar de parecerse lo más posible a Córdoba, en donde los gobiernos de la provincia y la Capital han integrado a dirigentes del radicalismo y del Pro en los puestos principales. Por eso aquí también se habla de vincular al PJ con dirigentes de otros partidos en un gran frente. Ya hubo contactos con el Partido Verde y aseguran que otros se van a sumar. También prometen que sumarán sectores no camporistas, como el que se referencia en Guillermo Carmona, además de movimientos sociales y gremios.
La fecha de la reunión que le dará continuidad al encuentro de Córdoba cobra más relevancia porque este año el peronismo tiene que renovar autoridades y el calendario partidario establece que a fines de setiembre tienen que cerrar las listas para la hipotética elección de fines de octubre.
“Tal vez no se defina un candidato a la presidencia del PJ, pero en esta reunión van a haber movimientos”, pronostican sus organizadores. Sin embargo, lo cierto es que nadie quiere ir a una elección interna. Por los gastos que demandaría y por lo mal que podría dejar al justicialismo, que sigue muy dividido. “No podemos hacer la payasada que hizo el Pro”, advierten algunos.
En este contexto, por ahora los candidatos más firmes para la renovación de autoridades son Emir Félix (hermano del intendente de San Rafael, Omar Félix), Stevanato y Fernando Ubieta (intendente de La Paz), aunque en los papeles, una intendenta del sector, Flor Destéfanis de Santa Rosa, ya preside el PJ.
Tampoco se descarta una “prórroga” del mandato de Destéfanis, como ha sugerido públicamente Omar Félix. “Al peronismo ya lo conducen ellos, tienen a la presidenta y al vice, no es un lugar al que tengan que llegar”, advierten al respecto, con acidez, desde La Cámpora, que por el momento no muestra aspiraciones de calentar la interna ni de competir por la conducción del PJ.
Tanto Destéfanis como Ubieta estaban dentro del esquema kirchnerista, pero se separaron del sector que lidera la senadora Anabel Fernández Sagasti cuando Ciurca abandonó el grupo, el año pasado.
Algunas voces del sector no kirchnerista empujan a Stevanato al centro del escenario (ya intentaron que condujera en 2022, pero no quiso). Sin embargo el intendente de Maipú, según dijo a este diario, se ofrece principalmente para “acompañar” el nuevo proceso y parece más proclive a preservarse para la disputa de la gobernación en 2027.
QUÉ OPINA LA CÁMPORA
“En este peronismo que ya conducen ellos todos votan divididos. No tienen un plan ni hay una mesa de conducción”, criticó uno de los principales dirigentes de La Cámpora al ser consultado sobre los movimientos que hacen los rivales internos. Y agregó: “A nosotros lo único que nos preocupa es que las decisiones se toman en un contexto de desarticulación mientras el Gobierno avanza con temas muy importantes en la Legislatura”.
En La Cámpora critican también el acercamiento al PJ cordobés y advierten que en el armado de esa provincia hay dirigentes ajenos al justicialismo orgánico, como la senadora Flavia Manoni, quien milita en La Unión Mendocina y ha tenido reuniones con Juan Schiaretti y sus armadores políticos.
Dicen que el PJ debería contemplar que si las elecciones del año próximo son desdobladas, poco sentido tendrá referenciarse en el gobernador de Córdoba. Apuntan además que eso choca con la proclama de construir un peronismo “bien mendocino”, como proponen los rivales.
Tampoco confían en los beneficios de depositar la construcción política en los intendentes: “Eso ha fracasado, porque tenemos intendencias pero estamos cada vez más lejos de la Provincia”, señaló un vocero interno.
Las opiniones dentro del PJ son durísimas, más allá de que en la superficie, todos conviven en cierta armonía. “Nos llevamos bien, pero cada cual vota lo que quiere”, sintetizó un legislador del PJ consultado.
El peronismo está tan atomizado que, a la confrontación de Ciurca y los intendentes con La Cámpora, se suma que el tunuyanino Martín Aveiro también amaga con ser una opción. En la Legislatura, Aveiro tiene bloque propio y lo mismo pasa con la massista Gabriela Lizana.
A estos se suman los intendentes neutrales, quienes intentan preservarse del fragor interno. Uno es el malargüino Celso Jaque (mencionado como opción para una conducción de unidad), quien padece el problema de no tener un solo legislador que le responda, y el otro es Edgardo González, cuyo único referente en la Legislatura es Gerardo Vaquer, nada menos que su adversario en la PASO por la intendencia el año pasado.