En la última semana antes de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), dos funcionarios del departamento de Las Heras, que comanda Daniel Orozco, presentaron su renuncia. Se trata de quien se desempeñaba como director de Asuntos Legales, Mauro Homan; así como también el Contador General, Javier Tolin.
Ambos exfuncionarios presentaron este lunes la renuncia, en lo que se traduce una suerte de “vacío” a la gestión de Orozco, quien ha recibido una buena serie de renuncias luego de romper relaciones con el Frente Cambia Mendoza, y conformar La Unión Mendocina, junto a Omar De Marchi.
En el caso de Homan, es la pareja de la diputada provincial radical, Daniela García, y en su texto de renuncia habló de un “desvío de la senda adecuada para el control de la legalidad de la gestión municipal en sus aspectos más sensibles”, lo que lo “obligó” a dar un paso al costado.
“Inconsistencias” de gastos
“Se ha tornado imposible mi correcto desempeño profesional por las particulares circunstancias que en los últimos tiempos hacen imposible el adecuado control de las erogaciones con fondos públicos. El desapego al debido proceso ha generado conflictos con las áreas que, como la que está a mi cargo, deben cumplir una función de control que choca con los intereses políticos en juego”, comentó.
En este sentido, agregó que viene “advirtiendo infructuosamente” la necesidad “de ajustarse a la Ley 8706 en cuanto a la designación del funcionario a cargo de recursos humanos”; y que hay un “profundo desajuste en la cuenta de gasto de personal definida en el Presupuesto en ejecución”.
También añadió que esta “cadena de inconsistencias ponen en riesgo el desempeño municipal y la legalidad de las acciones”.
Y marcó: “La combinación de la irregular situación del funcionario que debe designar personal, con el debilitamiento de control de legalidad de los procesos administrativos, sumados al desajuste de la cuenta que contempla el gasto en personal y la acefalía de la Dirección de Compras constituyen un entramado que es una verdadera bomba de tiempo de consecuencias impredecibles. Todo apuntaría a que pueden constituirse no sólo en un daño irreparable al municipio sino en la configuración de responsabilidades personales verdaderamente graves por parte de quienes consientan estos desajustes”.
“Se suma a ello que la ética que rige mi conducta no tolera ciertas decisiones de gasto. Si bien están legalmente habilitadas, no se condicen con los tiempos que corren y la imprescindible austeridad”, expresó.
Y finalizó: “Se suma a ello que la ética que rige mi conducta no tolera ciertas decisiones de gasto. Si bien están legalmente habilitadas, no se condicen con los tiempos que corren y la imprescindible austeridad”.
En tanto, en el texto de renuncia de Tolin, comentó que su decisión de renunciar “sobrevino con las situaciones generadas en la última liquidación de haberes del municipio”, en mayo, en el cual “quedó expuesta la desidia administrativa hacia la función pública, y la falta de interés por las responsabilidades instituidas por nuestro derecho positivo. Bien por desconocimiento o ignorancia, o bien con la evidente intencionalidad de trasgredir las normas, una y otra vez, desoyendo las constantes recomendaciones del este servidor público renunciante”.
“Se llegó al absurdo máximo, de desestimar la comparación entre los sueldos que se pretendían pagar, y las autorizaciones presupuestarias otorgadas para el ejercicio en curso por el Honorable Concejo Deliberante”, comentó.
Y disparó: “La falta total de ambiente de control en el ejido municipal, la inexistencia de planes y rumbos concretos (que permitan establecer prioridades y mecanismos de trabajo), y el desinterés sobre el patrimonio público, que pareciese, querer ser usado únicamente para, lograr el éxito en un proceso electoral inminente, o la satisfacción de caprichos personales; crearon la génesis de la situación que actualmente se atraviesa”.