La renuncia de Martín Guzmán dejó al gobierno de Alberto Fernández sin equipo económico y ahora economistas de renombre analizan qué debería hacer el presidente para evitar una espiralización de la crisis financiera y cambiaria que impacte en la economía real con graves consecuencias para la sociedad.
La economista Natalia Motyl le dijo a este medio que Argentina sufre hoy una “crisis de gobernabilidad”, que se podría solucionar con equilibrio macroeconómico y solvencia fiscal, algo que actualmente parece muy lejano.
“Si no se pueden poner de acuerdo Alberto y Cristina vamos a tener una debacle financiera y cambiaria. Y ojo porque el tejido social está muy caldeado: los trabajadores han perdido 40 puntos de poder adquisitivo en la última década. Ya no hay margen para seguir haciendo las cosas mal”, comentó Motyl.
Fausto Spotorno, economista y director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres y de la Escuela de Negocios de la UADE también plantea que es político el principio de solución o al menos de evitar una crisis profunda.
“El Gobierno debe nombrar a alguien este domingo, unificar el ministerio de economía y nombrar un ministro con fuerza propia que pueda quedar al margen de las peleas políticas”, comentó Spotorno en su cuenta de la red social Twitter.
Roberto Cachanosky, economista y editor del Informe Económico Semanal, descree de que exista la posibilidad de que se nombre a un equipo económico que pueda trabajar sin la presión de la vicepresidenta.
“Este no es un problema de nombres, sino de Gobierno. El problema no es Guzmán, sino el Gobierno. Nadie cree en el gobierno: Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Máximo Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof. Todos tienen 60% o 70% de imagen negativa”, dijo Cachanosky.
Este economista advierte que sin credibilidad, nadie podrá pretender que un ministro de Economía sea exitoso. “El ministro es un técnico que resuelve problemas, pero atrás tiene que tener un respaldo político. No hay posibilidad de respaldo político con gente que no tiene credibilidad en la sociedad. Entonces, el problema no era Guzmán, es el kirchnerismo”, agregó.
Para Motyl, el problema ya no es que el Gobierno no tiene un plan económico sino que ni siquiera tiene una dirección clara sobre hacia dónde quiere ir. “Cristina pide impulsar la demanda y no se da cuenta que fue ella la que generó el origen del problema, con el déficit fiscal y la distorsión de los incentivos, la emisión monetaria y la inflación”, dijo.
Victoria Giarrizzo, economista e investigadora en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA, tampoco duda que sin acuerdo política en la propia coalición de gobierno el próximo equipo económico tendrá las manos atadas.
“Aunque vengan todos los premios Nobel en economía de la historia a resolver los problemas económicos argentinos van a fracasar. Porque el problema es primero que nada, político”, opinó la especialista.
Miguel Kiguel, director ejecutivo de Econviews, la clave está en que el kirchnerismo que responde a Cristina “no entiende que no hay margen para políticas expansivas porque no hay reservas ni financiamiento y la inflación ya es muy alta”.
Para este economista, Guzmán dejó “una economía totalmente desequilibrada”. Para lo que viene “no hay plata para aumentar el consumo, no hay reservas para aumentar la producción, no hay financiamiento para mantener el déficit fiscal y hay 40% de pobres”.
“Quien se anima a agarrar esto. Lo que el chapo nos dejó”, agregó el economista sobre la renuncia del ministro de Economía, quien se fue sorpresivamente del Gobierno tres días después de afirmar que la dimisión no estaba en su agenda.
Ricardo Delgado, presidente de la consultora Analytica y economista de la Universidad de Buenos Aires, advirtió que nada cambiará si quien asuma no haya logrado previamente juntar todas las piezas y retazos del escaso capital político que tiene el Gobierno para llevar adelante un plan económico, en el marco además de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
“Entre el mundo Cristina y el mundo Fondo Monetario, parece el agua y el aceite. El nuevo equipo económico va a tener que navegar entre esas dos aguas. Y si no lo hace va a seguir teniendo dificultades”, comentó.
Delgado dijo que no sorprende la renuncia de Guzmán “por la fractura política tan expuesta en la coalición de gobierno. Ahora ese ese el gran desafío que tendrá el desafío económico”, consideró el economista en declaraciones a la emisora porteña Radio Con Vos.
“Definitivamente creo que lo que tiene que hacer el nuevo equipo económico es una estrategia de contención de daños para evitar una crisis económica y financiera que genere una turbulencia política de magnitudes difíciles de proyectar ahora”, sostuvo.