Omar Palermo, Mario Adaro y Julio Gómez pegaron el faltazo a la reunión donde se eligió como presidente del máximo tribunal provincial a Dalmiro Garay. “Si participamos de la elección y ella vota como jueza, la estamos reconocimiento como tal, mientras se lleva adelante el plenario”, dijeron a Los Andes.
Defienden la resolución de la Sala II con el pedido a Tribunal plenario para responder a la pregunta: “¿Cómo y con qué alcances debe interpretarse el inc. 3 del art. 152 de la Constitución de Mendoza, en cuanto exige para ser miembro de la Suprema Corte de Justicia ser abogado con 10 años de ejercicio de la profesión?”
Al ser una consulta que surge de los expedientes dirigidos a Day, se da por hecho que se excusará y que en su lugar opinará un conjuez o conjueza, pero no podrá ser recusada por ninguno de los otros miembros.
Cabe aclarar también, que en aquel duro escrito que presentó el vicegobernador Mario Abed cuando decidió no asistir a la audiencia de conciliación que había fijado la sala, recusó a Omar Palermo por “enemistad manifiesta” con Teresa Day, algo por lo que el “supremo” aún no se ha expedido.
Esa enemistad manifiesta se configuró, según el escrito presentado por Abed, citando tres hechos puntuales: uno ocurrido en 2013 y dos en 2015. La actual ministra asegura haber recibido trato “hostil y burlesco” por parte de Palermo además de que éste la acusó de ser “obediente” al entonces Procurador General, Rodolfo González.
“No hay objeto que conciliar por cuanto, con base en lo expuesto, la competencia del Senado es de origen constitucional, improrrogable y de orden público”, señaló, y advirtió que los Jueces de la Sala II “corren peligro de configurar la causal de mal desempeño de sus funciones, si siguen adelante con la presente causa”.