El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, aseguró hoy que no se han generado restricciones directas sobre las importaciones sino cambios en las condiciones de pago de las mismas y afirmó que estas medidas se tomaron para evitar que la Argentina tenga que convalidar una “devaluación brusca” de su moneda.
“No hay restricciones a las importaciones, sino una condición de pago”, dijo Pesce en declaraciones a la radio porteña Urbana Play. “Aquel que quiera hacer negocios importando whisky, por ejemplo, tiene que pagar a un año de plazo. El crédito comercial existe y este año creció en 2.200 millones de dólares”, comentó.
Esto es porque en el caso de los considerados “bienes suntuarios”, se amplió el listado de los productos que deben pagarse a los 365 días del despacho a plaza. Y para los bienes de producción local, lo que se les pide a los importadores en “esta situación crítica”, es que los paguen a 180 días, sostuvo el funcionario.
Pesce aseguró que “de ninguna manera” las medidas anunciadas recientemente aumentan las expectativas de ir hacia una depreciación del peso que sea disruptiva respecto de las microdevaluaciones diarias. “Esto evita que vayamos a una devaluación brusca. Lo que buscamos con estas medidas es que eso no sea necesario”, agregó.
A eso, el funcionario añadió: “Siempre que el Banco Central tomó medidas de estas características han sido exitosas. Hemos podido recomponer el balance cambiario y las reservas”. Y aclaró que estas decisiones perdurarán solo hasta que pase el invierno y se descomprima la importación de energía.
Las causas de las medidas
Pesce dijo que la causa central de las medidas es que el aumento en el precio internacional de la energía le está trayendo a la Argentina dificultades en la balanza de pago y en la balanza cambiaria.
En mayo, el Banco Central desembolsó 1.600 millones de dólares para el pago de importaciones de energía y en junio esas compras ya están en el orden de los 2.000 millones de dólares. Estas son obligaciones que hay que pagar de contado.
“Sobre un total de 8.000 millones de dólares que posiblemente tengamos este mes en importaciones, 2.000 millones son de energía. Por eso se le pide a las empresas que importan es que financien el incremento de importaciones que tienen respecto de 2021 y de 2020″, dijo Pesce.
El financiamiento de importaciones se viene dando, dado que este año ya se incrementó en 2.200 millones de dólares, después de que durante la pandemia haya caído en 4.000 millones de dólares.
“La forma que tenemos de salvar esta situación en estos meses sin generar procesos recesivos ni desalentar el crecimiento es que las empresas consigan financiamiento para el pago de sus importaciones”, afirmó Pesce.
El funcionario hizo hincapié en que no se busca bajar el volumen de importaciones sino el nivel de pagos con dólares del Banco Central, para lo que se ajusta la exigencia de conseguir un mayor financiamiento.
“Estamos trabajando también con los bancos y con los países que son proveedores de importaciones de la Argentina para que se amplíe el financiamiento a las empresas”, dijo el presidente del Banco Central.
Al ser consultado sobre cuál es el impacto de la brecha cambiaria, Pesce respondió que “puede ser que haya maniobras especulativas en este sentido”, pero el grueso del problema es la suba de los precios de la energía a nivel internacional.
Por otro lado, el funcionario dijo que hay una “buena noticia”, que tiene que ver con el crecimiento de las exportaciones del orden del 30% anual, lo que permite financiar un mayor volumen de importación.
“Cuando la Argentina se autoabastezca de energía vamos a importar 2.000 millones de dólares menos por mes, con lo cual las importaciones van a ser de unos 72.000 millones de dólares al año y con exportaciones del orden de los 90.000 millones. Así la balanza cambiaria puede sustentarse. Así que el punto clave está en las importaciones de energía”, dijo Pesce.
El jefe de la autoridad monetaria aclaró que el Banco Central no establece restricciones a las importaciones sino mecanismos de pago.