La situación incierta de Portezuelo del Viento que sigue aguardando por el laudo presidencial, le dio mayor protagonismo a El Baqueano. El gobernador Rodolfo Suárez anunció que sin descuidar el proyecto en Malargüe, avanzará con el que se emplazará en San Rafael.
Y todo está más cerca de la concreción porque el Fondo Fiduciario del Plan de Infraestructura Eléctrica de Alta Tensión, Zonas Aisladas y Zonas a Desarrollar (Fopiatzad) abrió el Concurso Manifestación General de Impacto Ambiental, el último paso previo a la licitación de la obra que completará el Circuito Diamante en San Rafael.
El Gobierno provincial informó que ya se estudiaron durante las cuatro estaciones la flora, la fauna, el aire, los suelos, los cursos de agua, el patrimonio y los aspectos arqueológicos, paleontológicos y sociales de la zona en la que se construirá la hidroeléctrica.
Luego de estos informes, realizados in situ y con equipos especializados, se debe cumplimentar el paso de la Manifestación de Impacto Ambiental, que se presenta a la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial. En esta paso, además, se realizan consultas a reparticiones como el Departamento General de Irrigación, Recursos Naturales y la Dirección de Hidráulica, y se tramita una audiencia pública.
Entre los beneficios que aporta la obra, se destaca el aumento del 15% la capacidad del embalse del Complejo Diamante y aporta 112 MW de potencia, capaces de abastecer a unos 60 mil hogares con energía limpia y sin huella de carbono.
Además, crea un nuevo polo turístico, con la apertura de la ruta del Cañón del Diamante y la conexión entre Malargüe y San Rafael mediante un camino que tendrá un atractivo paisajístico único en Argentina. Con una inversión de 525 millones de dólares, se crearán solo en la construcción de la represa 800 empleos directos y cerca de 1.500 empleos indirectos.