Con Miguel Pichetto a la cabeza y sin la presencia de cordobeses que responden al gobernador Martín Llaryora, diputados del bloque Hacemos Coalición Federal le garantizaron este lunes al Gobierno que colaborarán para la sanción de la nueva “ley bases”, pero plantearon su desacuerdo con la fórmula jubilatoria contenida en el borrador y seguirán las negociaciones. Fue en el marco de un encuentro con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, de cara al debate que arrancará recién después del feriado de Semana Santa.
De la reunión, que duró unos 45 minutos, participaron Pichetto, los bonaerenses Emilio Monzó y Margarita Stolbizer, y el cordobés Oscar Agost Carreño, presidente del PRO a nivel provincial. Por parte del Ejecutivo también se sumaron el asesor Santiago Caputo, José Rolandi (segundo de Posse) y el secretario de Interior, Lisandro Catalán.
Las partes hicieron un repaso de los principales puntos del borrador del proyecto, entre los que sobresale el cambio de la movilidad jubilatoria. El Gobierno quiere que a partir de abril comience a regir una actualización de las jubilaciones por IPC, tomando como base la inflación de febrero, más un 10% de recomposición por el mes de enero, cuando el índice fue del 20,6%
La compensación es la base de la disputa con la oposición, dado que es 10 puntos inferior a la inflación de enero. Los diputados dejaron en claro que están “bastante lejos” de esa propuesta porque “licúa” los haberes, pero en el Gobierno no dieron señales de conceder más cambios con el argumento del costo fiscal y rechazaron explorar alternativas, como el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego.
Los legisladores se fueron con la sensación de que el Gobierno podría avanzar por DNU en lugar de una ley, y dejaron una advertencia: si es esa la intención, primero tienen que hablarlo con los gobernadores y los legisladores.
La caída del proyecto original en febrero fue también tema de conversación. El bloque de Pichetto dejó en claro que, para no repetir la experiencia, el oficialismo tiene que afinar la búsqueda de votos. “Nosotros no podemos ser garantes de votos que ustedes no consiguen”, fue el mensaje que le transmitieron a los funcionarios.
Monzó, quien conoce al detalle la Cámara que presidió durante los cuatro años de gobierno macrista, advirtió además que Milei debe cesar en sus diatribas contra los diputados si su intención es que le aprueben leyes. El legislador comentó que en Diputados opera el factor emocional, a diferencia del Senado, donde (sostuvo) suele primar la racionalidad. El mensaje pareció estar dirigido a Caputo, el hombre más cercano al presidente.
Más allá de las advertencias, los diputados celebraron la reunión y, sobre todo, la presencia de Posse. “Fue una reunión positiva. Que estuviera el jefe de Gabinete es muy importante. Hablamos sobre la nueva versión de la ley ómnibus y la posibilidad de lograr acuerdos”, destacó el cordobés Agost Carreño, aunque reconoció que “aún estamos muy lejos en el tema jubilaciones, en el que les insistimos en un aumento real y urgente”.
El nuevo proyecto de “ley bases”, cuyo borrador consta de 269 artículos, volverá a ser girado a las mismas comisiones que lo debatieron durante el período extraordinario: Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales, presididas respectivamente por los oficialistas Gabriel Bornoroni, José Luis Espert y Nicolás Mayoraz.
En cuanto al DNU, tema que se tocó de manera tangencial, los diputados insistieron en avanzar por ley con la reforma laboral, que reúne un consenso mayoritario en la oposición “dialoguista”. De hecho, el PRO y la UCR, liderados por Cristian Ritondo y Rodrigo De Loredo, le llevaron a Francos el mismo planteo el último viernes. El objetivo que persiguen es salvar esos artículos de un rechazo en la Justicia, o bien en Diputados.
El DNU no se tratará en la Cámara baja hasta que se presente un pedido de sesión firmado por al menos diez diputados. Unión por la Patria, que encabeza el rechazo, todavía no definió su estrategia. “No creo que hoy estén las voluntades para rechazar el DNU, ni tampoco para aprobarlo”, evaluó este lunes Martín Menem, titular de Diputados, en La Nación+.
En otro orden, Hacemos Coalición Federal dio de baja un pedido de sesión que había presentado para este martes con el fin de tratar un proyecto de Stolbizer para restituir el FONID (Fondo Nacional de Incentivo Docente), que venció en diciembre. A cambio, Menem ofreció conformar más comisiones entre esta semana y la próxima.
Señal de Llaryora
A la reunión no asistió ninguno de los cinco diputados que responden a Llaryora: Carlos Gutiérrez, Ignacio García Aresca, Alejandra Torres, Natalia De la Sota y Juan Brügge. Aunque en un principio se habló de la posible asistencia de García Aresca, el exintendente de San Francisco transita un cuadro de dengue.
La ausencia de los legisladores es la tercera señal política que da el oficialismo cordobés después de haber negado el quórum la semana pasada en la sesión por la movilidad jubilatoria en Diputados, y la abstención de la senadora Alejandra Vigo en la votación del DNU 70/23.
Todos los movimientos apuntan a delegar en Llaryora la negociación con el Gobierno nacional. “El canal de diálogo en este momento tiene que ser con el gobernador, no con los legisladores”, sostienen en ese espacio. Esa posición los diferencia de otros diputados de Hacemos Coalición Federal que no obedecen a ningún gobernador y, por lo tanto, tienen mayor libertad de acción, como los de la Coalición Cívica y el Partido Socialista.