Dentro de tres semanas, Rodrolfo Suárez cumplirá su primer año como Gobernador. Su estilo de conducción ha sido claro desde un principio: liderazgo horizontal, trabajo en equipo y diálogo constante. Si bien consulta a todos los que considere necesario hacerlo, hay personas que son más cercanas y lo frecuentan a diario.
La “mesa chica”, como suele denominarse al círculo de confianza de alguien, en el caso de Suárez no tendría esta geometría tan clásica porque los roles son diferentes y no necesariamente se sientan todos al mismo tiempo. Eso sí: la puntualidad no se negocia. Una de las marcas registradas del Gobernador es empezar a horario, y una muestra fue el calendario vendimial 2020, que como pocas veces se respetó a rajatabla. “Si fuera por él, empezaba 10 minutos antes”, cuenta alguien que lo conoce mucho.
Su sobrino Santiago Suárez, que además coordina el Gabinete; Claudio Romano, el secretario de Integración Institucional; y el publicista Gustavo Videla, quien lo asesora en temas de marketing y comunicación política, están en el Cuarto Piso, a metros del despacho de Suárez. Un poco más lejos, pero con diálogo diario, están Víctor Ibáñez, el ministro de Gobierno, y Mariana Juri, la ministra de Turismo y Cultura.
Este quinteto de funcionarios llegó a la Casa de Gobierno junto con el mandatario; de hecho casi todos trabajaron codo a codo con él como intendente de Capital. Solo Ibáñez, que proviene de la Universidad Nacional de Cuyo, no tiene vínculos con el radicalismo de la Muni, aunque asesoró a Suárez en la campaña 2019.
Está claro que el Gobernador deposita la confianza en los suyos, los que llegaron con él. Por fuera de este círculo, solo hay una sola persona cuyas palabras son fundamentales para las decisiones de Suárez: el ex gobernador Alfredo Cornejo.
El “fogón” del Cuarto Piso
Con oficinas casi vecinas, en el cuaro piso el diálogo es cara a cara en la mayoría de las ocasiones. Alrededor de ese “fogón” político se reúnen los dos Suárez, Romano y Videla, aunque no siempre confluyen todos, sino de acuerdo a la agenda y el temario. El escenario puede cambiar: a veces es el despacho de la Gobernación, otras la oficina del joven Suárez.
“La pandemia nos reconfiguró todo, hasta las reuniones de gabinete, que al principio se hacían con todos en forma presencial. Cuando Rodolfo estaba en la Municipalidad, los miércoles los destinaba a audiencias y a recibir gente, ahora no tenemos esa estructura”, explica Santiago Suárez a Los Andes.
De acuerdo a las urgencias y las prioridades, la agenda diaria suele sufrir modificaciones. Los intendentes de Cambia Mendoza se suelen sumar a las charlas y junto al coordinador de Gabinete, aceitan el diálogo en el territorio.
Claudio Romano es otra de las personas de confianza del mandatario. Se conocen de años de militancia y fue uno de sus los funcionarios de Suárez en la intendencia capitalina, donde tiene mucha historia: empezó allí en la intendencia de Roberto Iglesias. Actualmente, su rol lo lleva a estar con la atención puesta en temas legales, administrativos y en las estructuras del gabinete, aunque tiene muy poca exposición mediática. Su trabajo es puertas adentro del cuarto piso.
Gustavo Videla es otro histórico del radicalismo capitañino. Primero con su agencia Imaga y después ocupando cargos (de hecho es el director de la Casa de Mendoza en Buenos Aires), ha sido el artífice de casi todos los eslóganes publicitarios de la UCR en los últimos años. También tiene una oficina a metros de Suárez, donde sigue de cerca los ejes de gestión y dice lo suyo en lo que respecta a la comunicación política. El Gobernador es un asiduo usuario de Twitter, casi que es su canal oficial de anuncios, por lo que su participación en “marketing digital” de la gestión es muy activa.
Por este piso de la Casa de Gobierno, pero en modalidad mano a mano, otro que pasa seguido es el vicegobernador Mario Abed. Los desayunos y el contacto telefónico permanente lo colocan a veces dentro de este grupo íntimo de colaboradores.
El rol de los ministros
Las fuentes consultadas por Los Andes coinciden en algo, casi al unísono: Víctor Ibáñez es el ministro que más frecuenta al Gobernador y también uno de sus hombres de mayor confianza.
A cargo del ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia, la naturalidad del área lo lleva a tratar temas transversales y el diálogo es permanente. Además, ambos son abogados y se conocen hace muchos años, por lo que mantuvieron el contacto pese a los cambios en las carreras política de cada uno.
“El Gobernador es una persona que trabaja en equipo, hace reuniones de gabinete y es uno más, aunque la decisión final es de él, eso está claro. Consulta, escucha y lee mucho, estudia permanentemente. Siempre que hablamos sobre algún tema, ya viene con el tema estudiado, no le gusta la improvisación. Es muy ejecutivo, empezamos la reunión, que no son largas, y va al grano”, dice Ibáñez.
La pandemia conformó un equipo con algunos ministros de áreas sensibles, como Salud, Seguridad y la propia de Gobierno. Sin embargo, hay otra funcionaria que junto a Ibáñez también se hace notar por su cercanía con Suárez: Mariana Juri.
Fue funcionaria de él en Capital, pero tiene una vasta trayectoria en gestión. Cuando las medidas restrictivas coparon la provincia, fue una de las ministras que se puso en la primera línea, al punto que se contagió de Covid-19.
Juri reconoce esa confianza de años, y valora el estilo de Suárez en la gestión porque “se sale del molde” de la política tradicional, en donde las personas de confianza encajan en ese perfil. “Es muy equilibrado, lo ha demostrado en la pandemia, tiene una forma distinta de trabajar, ayuda en el equipo”, asegura.
“La escucha activa es algo que nos dice siempre, y esos espacios no los agota en la política y le permite interpretar mejor lo que la gente necesita. Nos conocemos hace muchos años y tenemos mucha confianza. Además, él siempre ha priorizado a los equipos y los que trabajamos con él lo interpretamos así”, agrega la titular de Turismo y Cultura.
Tanto Juri como Ibáñez conforman con Suárez un tridente que se habla y se visita con asiduidad. Alguien que suele sumarse, aunque con menos asiduidad, es Enrique Vaquié, el ministro de Economía. También con muchos años en la política, estuvo cerca del Gobernador en la campaña electoral y así llegó al Sexto Piso de la Casa de Gobierno. Hoy tiene un rol clave en el Gobierno: es una de las personas que trabaja de cerca con Suárez en la reactivación de la economía, golpeadísima por la pandemia.
Con un liderazgo horizontal, casi sin intermediarios a la hora de recibir funcionarios que lo necesiten con apremio y puntualizando en los equipos, la gente de mayor confianza de Suárez responde a su perfil. Interpreta al Gobernador y traslada a la gestión esa impronta.